Edicion 10 de abril de 2021

EL TEATRO ES VIDA
WILFREDO ARRIOLA,
Escritor
Una de las mejores formas
para
encontrarse es de dejar atrás todo
aquello
que nos distrae, incluso de
uno
mismo. Viajar es una aventura,
acomodar
la maleta, entrar en el terreno
de
la improvisación, suponernos al
infortunio, también es parte. Elegir la
ropa, el calzado, los lentes de sol, todo
lo
humano de emprender el viaje. En
ese
camino el placer aumenta, porque
la
alegría siempre es estar a punto
de…
la ansiedad se vuelve estrecha a
nuestra
piel.
Si nos olvidamos del placer
de
la novedad y la naturaleza, es como
si
renunciáramos a una buena parte
de
lo majestuoso de la vida. Mirar
desde
lo alto, sucumbir a la nueva
brisa,
entrelazar el cansancio con la
fascinación, desde lo alto y saber que a
pesar
de estar arriba siempre hay otras
EL PLACER DE
etapas
de la altura, y eso le viene bien
a
la humildad del saber.
Caminar es una de tantas
LA MONTAÑA
formas de terapia para acallar nuestra
consciencia,
para poner en orden el
escritorio
mental, otra es entrar en
meditación y en ocasiones, la suma de
las
dos se vuelve la misma, solo que en
arqueólogo de la época, sembró otro, y es probable que en esa intervención
movimiento. Caminar, ascender en las
en reemplazo de ese ejemplar tocado no nos percatemos de muchas cosas de
veredas, percatarse de los pequeños
nosotros mismos. El placer esta en el
Generando una tradición para la viaje y volver es la conclusión de ese
fauna
que se deja ver. Descansar debajo
practica de la iluminación.
placer, volver para contar, para aportar
de
un árbol, limpiarse de si mismo,
Por momentos cuando al renovado que somos, junto a los
que ese árbol comparta su alma con
se atraviesan esos umbrales de la demás.
la nuestra. Como la antigua tradición
Mirar alrededor, detenernos
actividad dejamos a un lado la en la grandeza y en ese paso, también
higuera, más conocido como el Árbol
asociación de la vida, en esos
de Bodhi, árbol que según en 1876 fue
momentos la lucidez y la creatividad
destrozado por un rayo, devastando lo
que estar rodeado por ellos no es
que quedaba de él, 5 años más tarde un
naturaleza siempre es un encuentro ninguna casualidad, que entre tanto
espacio el mundo confabulara para
que pudiéramos compartir el mismo
aire, a pesar de la homogeneidad,
tener otra mirada y coincidir. Basta
la propia, como la identidad, para dar
de la personal una nueva forma de
entender la vida, y que los demás en
la suya abonen otro peldaño del saber,
del mirar. De ladrillo en ladrillo se
construyen los muros, de hoja en hoja
los árboles, de anécdota en anécdota el
pasado. Hay días que pasan a nuestra
historia personal. Todo es irrepetible,
la montaña y su placer nos dan esas
ideas, de saber, que esta aquí es un
regalo. Compartirlo para crecer aun
más, es repartir ese regalo.
10 de abril de 2021