02.10.2021 Views

Edicion 02 de octubre 2021

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¿DORMIMOS

lO SUfICIENTE?

DOS pERROS Y SUS

pUlGaS

Por: Evenor Saavedra

atravesó a la sed;

En las últimas décadas, y ahora

en el actual contexto de pandemia,

la costumbre de desvelarse

por razones de trabajo, de estudio,

de “diversión” o simplemente por

mal hábito, se han vuelto bastante

comunes entre nosotros. Atrás quedó

la época en que nuestros padres nos

enviaban a la cama a las siete u ocho

de la noche como máximo. En ese

tiempo se tenía la convicción que los

niños debían dormirse temprano, ya

que al día siguiente cuando los primeros

rayos del sol aparecían, tenían que

cumplir con la asistencia a la escuela,

al colegio, y para ello, deberían estar

listos y bien descansados.

Ahora, con los cambios en los ritmos

laborales, los niños apenas alcanzan a

ver a sus padres durante el día. Y ya

en la noche, después de las copiosas

cenas, la tertulia familiar se alarga

más allá de lo prudente. El resultado:

padres que corren a toda prisa para

llegar a sus trabajos, y niños que frecuentemente

acumulan y acumulan

atrasos en sus respectivos centros escolares.

Hasta las mascotas sufren el

efecto del desvelo al que les someten

sus acelerados amos.

Muchos ahora padecen del terrible

insomnio. Han logrado acomodarse

entre las sabanas, pero no pueden

dormir. La mente, entonces, comienza

a efectuar un estéril recorrido por

aspectos que no pueden ser ya modi-

reciente o al enigmático futuro. Y vienen,

entonces, las interminables vueltas.

Todo irrita: los ruidos de la calle,

el ladrar de algún perro, las voces de

los vecinos, los automóviles, los zancudos,

todo… El asunto es que nada

de esto es, en verdad, importante. El

nudo crucial del problema, radica en

que no somos capaces de aquietarnos,

no podemos parar a la mente. Con esa

dosis de tensión es imposible dormir.

Aunque las horas que una persona necesita

para reponerse, pueden variar

en función de la edad, la condición de

salud, y otros aspectos, lo cierto es,

que siguen siendo importantes y recomendables,

las ocho horas que pregonan

los galenos.

Sugerimos algunas recomendaciones

que pueden funcionar: 1. Mantener un

horario habitual para irse a la cama 2.

Beber un vaso de leche tibia, un té caliente,

o una bebida relajante (no alcohol,

ni café) 3. Cenar frugalmente. 4.

No realizar deporte en horas previas

al sueño 5. Tomar un baño tibio antes

de dormir 6. Apagar los teléfonos móviles,

la televisión u otros distractores

meditación, relajación u oraciones es-

Nada más perjudicial que llevarse

problemas emocionales, laborales

o de otra índole a la cama. El sueño

es sagrado, y su poder regenerativo,

maravilloso. El dormir nos restaura,

nos retorna al buen humor, nos hace

más agradable la vida, nos llena de

optimismo. En lo posible: nuestros

horarios laborales no deben destruir

nuestro sueño.

A la hora de dormir, tomemos el consejo

de Mario Roberto Ramírez Chávez:

“Deja en paz tus pensamientos…

Obsérvalos, como nubes que pasan...”

¡Que así sea!

Míralos,

cada ladrido,

rebelde oposición a la invisibilidad

crónica esparcida como jiote

en el cuerpo del delito, humano y canino.

Míralos,

comiendo mierda casi por instinto,

adaptados al ecosistema de la basura

acumulada, pasando vegetal podrido,

pellejo engusanado, hueso roído y plástico

maligno.

Parásitos que mueven la cola,

especialistas en el amor

adminículos indispensables de la patada

espontánea, mini Tierra gastada por la

civilización de pulgas y garrapatas.

Míralos,

sin que te dé pena,

si aún te queda dignidad frente al espejo.

Míralos en su miseria, todavía juegan,

todavía conservan la ternura perdida

de tu pasado mundo de niño.

Yo los he visto,

enroscados, gimiendo de frío,

en las casetas incompletas del bitcoin;

en los mercados pululando, correteando

ávidos entre veredas de jungla humana,

como lágrimas que surcan un rostro

careto;

los he visto contagiados de absurdidad

humana en casa de pequeños burgueses;

los veo en el camino, bebiendo rinso, lejía,

platos sucios, pata chuca, batido de caca

con jabón en la primera canaleta que se le

huyendo de la piedra voladora

del manifestante encolerizado ante la ley

del amor;

en los parques, canjeando amistad por

piedad;

muertos a medio camino, vencidos para

siempre

por el bocado criminal.

Yo los he visto,

con mirada de hambre,

protagonistas de libros sin poder entrar a

cafés culturales;

abrazados a indigentes, disfrutando de la

perfumada compañía, limpios de la noción

de [lástima y jerarquía;

apaleados por besar la mano del hijo de

alguien, corriendo como locos detrás del

coche en el que marchan para siempre los

seres amados;

ladrando sin rencor a la motocicleta,

protegiendo vidas por deporte,

macheteados por ladrar a los demonios de

la carretera, jugando con palos al calor de

la noche

y la mirada enternecida de Selene;

meándose de felicidad en el reencuentro,

dura jornada,

lidad

ancestral.

Yo los he visto,

yo los he amado,

de su tristeza perpetua

estoy por siempre contagiado.

Edición Especial | 02 de Octubre de 2021 | 05

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!