Quentin-Tarantino-Cine-de-reescritura
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policía en una situación de gran tensión que incluye el vidrio trasero de un auto rajado
por las balas; también cuando descubrimos que supo resguardar el botín y que es el
único que piensa racionalmente —aunque sea un racionalismo frío— la situación en la
que se encuentra la banda. Lo último que sabremos de él es que se fue del garaje
sabiendo dónde están las joyas y mirando la masacre desde lejos. Un epílogo que
Tarantino había escrito mostraba a Mr. Pink siendo encontrado afuera del garaje por
unos oficiales que lo descubrían con el botín en la mano y que terminaban arrestándolo.
Sin embargo, el realizador nunca llegó a filmarlo porque estaba convencido de que la
película tenía que terminar ahí, con el múltiple tiroteo que encuentra a esos personajes
destruyéndose entre ellos. La decisión fue muy acertada: un solo descanso posterior a
esa escena le hubiera restado potencia al desenlace en el que la violencia se conjuga con
sentimientos que nublan cualquier profesionalismo o instinto de supervivencia. Es
mucha y muy fuerte la cantidad de muestras de amor y lealtad que hay al final de esa
película, y eso es justamente lo que desencadena todo el horror.
3.
Muchos delincuentes se apuntan entre sí en City on Fire, de Ringo Lam,
inspiración indiscutible de Perros de la calle, aunque bastante lejos del plagio que
muchos le atribuyen a QT.
En 2011, la revista Empire realizó una encuesta sobre las mejores películas americanas
independientes de la historia, y el segundo puesto lo ostentó Perros de la calle. El honor
era claramente exagerado y hablaba menos de la película de Tarantino que del
desconocimiento general del cine independiente que tenían sus votantes. No obstante,
esta sí es una muestra de la popularidad que tuvo el film de QT en su momento y del
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