Lanceras De Cristina Edición 18 Octubre 2022

Julieta García
Responsable de Megafón Sociales UBA y de la
Secretaría de Géneros y Diversidad UBA
Entre el 8 y el 10 de octubre asistimos
en la Provincia de San Luis al 35° Encuentro
Plurinacional de Mujeres (y diversidades).
Personalmente hablando, no se trató del
primer encuentro al que asistí. El primero
había sido allá por 2019 en La Plata, a un
año de la exploción social que significó
para nuestro país la marea verde, que, si
bien se había comenzado a gestar a partir
del primer #NiUnaMenos en el 2015, en
el 18’ las consignas se habían cristalizado
y trajeron consigo la necesidad de todos los
sectores a lo largo y lo ancho del territorio
de discutir en mayores profundidades qué
significaban las violencias y la necesidad
de traducir nuestras demandas en políticas
públicas efectivas. Hablo del anterior
Encuentro, porque La Plata significó en
mi experiencia un intercambio de ideas y
de catarsis. Donde quizás el objetivo fue
poder sentirnos interpeladas por territorios
en los que habitaba un contexto de brecha
de géneros similar a la nuestra o escuchar
las experiencias de sectores que habían
podido subirse con antelación a este
proceso revolucionario y de ahí, identificar
las herramientas que hicieron posible ese
cambio.
En San Luis, dos años después, me
encontré (no tan) sorpresivamente con una
comisión en la cual las oradoras hemos
expuesto los logros que exhaustivamente
desde nuestros claustros y desde las
diferentes Universidades Nacionales o
Provinciales hemos conseguido. Se trató de
un recuento en el cual pudo visibilizarse
que solo los organos de co-gobierno en
los que el peronismo gestiona, la realidad
efectiva feminista puede concretarse
a mayores escalas, y naturalmente de
esta exposición, surgió la necesidad
de visibilizar que ninguna gestión en
Universidades Públicas surge de un
repollo, sino del financiamiento que el
Estado proporciona a la educación. Y
por supuesto, de la decisión política.
Es necesario, para nosotrxs, que
la Universidad deje de ser un terreno que
expulsa las realidades disidentes. Desde la
implementación del Cupo Laboral Travesti
Trans y el respeto por las identidades dentro
de las aulas, pasando por instalaciones
edilicias para personas que se encargan
del cuidado de infancias y modalidades
accesibles de cursada, hasta la
actualización en nuestro planes de estudio
que comprendan una perspectiva feminista,
interseccional y latinoamericana y abordaje
de la Educación Sexual Integral fueron las
demandas mas claves. Es nuestro deber
como militantes estudiantiles lograr
el acceso, la permanencia y el egreso
de nuestras casas de estudio a más
realidades.
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