Masculinidades Corresponsables - Módulos
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Masculinidades Corresponsables
Cuidados y salud integral
porar medidas de cuidado para sí y para las/
os demás. No solo porque cuidar “es cosa de
mujeres”, sino porque el ejercicio activo del
cuidado implica reconocer que somos vulnerables
y que nuestro cuerpo no es indestructible.
Como nos cuesta más registrar nuestros
propios malestares, en muchas ocasiones llegamos
a los servicios de salud cuando ya no
damos más y con cuadros más avanzados, lo
que complejiza los tratamientos y empeora
los pronósticos.
Los primeros diez años de vida, los varones y
mujeres 12 acuden al sistema de salud por igual
(en general, asociado a controles pediátricos).
A partir de ese momento hay un descenso de
la presencia de los varones, que vuelven recién
en la adolescencia media o tardía, en general
entrando por guardia debido a lesiones intencionales
o no intencionales, autoinfligidas o infligidas
por terceros. A estas situaciones las llamamos
causas externas y son, en su mayoría,
los motivos de contacto de los varones adolescentes
y adultos jóvenes con el sistema de
salud. También son las principales causas de
muerte hasta los 50 años, donde ya comienzan
a prevalecer las cardiopatías, la diabetes
o el accidente cerebrovascular, enfermedades
ligadas a las formas en las que nos cuidamos (o
descuidamos) a lo largo de nuestra vida.
Para analizar la salud de los varones y masculinidades
es importante centrarnos en la exposición
al riesgo, pero más que pensarlo como
una decisión individual proponemos pensarlo
como resultado de las formas en las que nos
vinculamos. Asumir riesgos parece ser una estrategia
fundamental a la hora de cumplir con
las expectativas de lo que se considera ser un
verdadero varón.
Los factores de riesgo como tabaco, alcohol y calidad de alimentación presentan
indicadores menos saludables entre los varones.
Las prácticas preventivas, como tomar la presión arterial, medir la glucemia o el colesterol,
son menos frecuentes en personas de menores ingresos y en los varones.
Sostienen prácticas que los exponen, a ellos mismos y a otras personas, a contraer ITS
como el VIH/SIDA, la sífilis, las hepatitis B y C, entre otras.
Se exponen a mayores riesgos por el uso menos frecuente de casco en moto, por manejar
a alta velocidad, demostrar que tienen mucha resistencia al alcohol u otras drogas o
involucrarse en situaciones de violencia callejera.
Los varones sufren tres veces más lesiones no intencionales que las mujeres, se suicidan
casi tres veces más y sufren cinco veces más lesiones por agresiones que estas.
Fuente: Dirección Nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (2019)
Estos datos muestran que la construcción de
masculinidades tiene consecuencias para la
salud de los varones. Pero, considerando una
perspectiva de género relacional, podemos
decir que los mandatos de masculinidad tienen
consecuencias también para todas las personas
que se vinculan con ellos.
12 El registro del sistema de salud es binario, no se cuenta con información de otras identidades de género.
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