Listín Diario 26-03-2023
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DOMINGO SÁBADO 25<strong>26</strong> DE DE MARZO DE DE <strong>2023</strong><br />
THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY<br />
7<br />
RETRATO DE ESTADOS UNIDOS<br />
‘Cabo de la desilusión’ funciona como aula turbulenta<br />
17<br />
Cada año, la Guardia Costera<br />
de EE. UU. organiza una<br />
escuela de capacitación en<br />
la desembocadura del río<br />
Columbia, donde más de 700<br />
vidas se han perdido en los<br />
últimos dos siglos.<br />
FOTOGRAFÍAS POR RUTH FREMSON/THE NEW YORK TIMES<br />
Por KIRK JOHNSON<br />
CAPE DISAPPOINTMENT,<br />
Washington — Metal tintineó sobre<br />
metal cuando tres pequeños<br />
grupos de estudiantes e instructores<br />
de la Guardia Costera de EE.<br />
UU. sujetaron cinturones de lona a<br />
ambos lados de sus botes de rescate<br />
de 14 metros, líneas vitales para<br />
permanecer a bordo cuando llegan<br />
las grandes olas.<br />
Y en estas aguas, siempre llegan.<br />
El río Columbia, el cuarto más<br />
grande de Estados Unidos por<br />
volumen, desemboca en las turbulentas<br />
mareas y corrientes del<br />
océano Pacífico en la barra del río<br />
Columbia, donde dos esquinas del<br />
extremo oeste de Oregon y el estado<br />
de Washington se tocan en la<br />
desembocadura del río. Olas de 9 a<br />
12 metros de altura son comunes en<br />
invierno cuando la energía del río y<br />
la energía del mar chocan y luego se<br />
recombinan, arremolinándose en<br />
patrones complejos impulsados por<br />
marejadas, vientos y tormentas.<br />
En los últimos dos siglos, más de<br />
dos mil botes y barcos se han hundido<br />
o se han partido en las arenas<br />
y rocas alrededor de lo que los lugareños<br />
llaman “la barra”. Se han<br />
perdido al menos 700 vidas al intentar<br />
los barcos hallar un camino<br />
a través del cruce sin indicadores<br />
y frecuentemente envuelto en niebla,<br />
conocido como el Cementerio<br />
del Pacífico. Cape Disappointment<br />
(Cabo de la desilusión) fue bautizado<br />
así por un capitán de barco a finales<br />
de los 1700 que buscó en vano<br />
una forma de atravesarlo.<br />
Pero para la Guardia Costera de<br />
EE. UU., esa peligrosa turbulencia<br />
se ha convertido en un activo preciado<br />
—como salón de clases. La<br />
Escuela Nacional de Botes Salvavidas<br />
a Motor de la Guardia Costera<br />
fue fundada aquí en 1968 porque el<br />
peligro es tan extremo que es perfecto<br />
para el entrenamiento.<br />
Dieciocho suboficiales alistados<br />
en la Guardia Costera son aceptados<br />
cada año para inscribirse en lo<br />
que los expertos marítimos dicen<br />
que es uno de los programas de<br />
entrenamiento de rescate acuático<br />
más retadores del planeta —el<br />
Curso Surfman de un mes de duración—<br />
que se lleva a cabo solo a<br />
fines del otoño e invierno cuando<br />
las condiciones del mar son las más<br />
desafiantes.<br />
Lo que los estudiantes aprenden<br />
pilotando botes, brindando ayuda<br />
a embarcaciones varadas y rescatando<br />
personas de las olas (se usan<br />
maniquíes), desarrolla habilidades<br />
y confianza que pueden salvar vidas<br />
cuando regresan a sus bases de<br />
origen en todo Estados Unidos.<br />
Terminar el curso es solo el comienzo;<br />
la certificación completa<br />
como surfman puede tomar años<br />
después de eso para demostrar a<br />
los oficiales superiores que esas<br />
habilidades han sido dominadas.<br />
A diferencia de las desembocaduras<br />
de otros grandes ríos, como<br />
el Mississippi y el Amazonas, el Columbia<br />
no tiene un delta en forma<br />
de abanico para disipar su fuerza,<br />
por lo que impacta al Pacífico en un<br />
canal angosto como una manguera<br />
contra incendios.<br />
La suboficial de segunda clase<br />
Melissa Hiatt, de 25 años, que creció<br />
en la costa de New Hampshire<br />
y ahora sirve en la Estación de la<br />
Guardia Costera en Barnegat Light,<br />
en Nueva Jersey, dijo que entrenar<br />
aquí podría ser una fuente<br />
de humildad y confianza al mismo<br />
tiempo.<br />
“No te das cuenta de lo pequeño<br />
que eres hasta que miras esta ola<br />
gigantesca que viene hacia ti”, dijo.<br />
Una de las primeras lecciones<br />
que imparten los instructores es<br />
que todo espacio aquí tiene condiciones<br />
de energía y olas que son<br />
singulares a ese espacio y tiempo,<br />
lo que significa que pilotar un bote<br />
de rescate del punto A al punto B involucra<br />
pensar tres o cuatro pasos<br />
por delante, leer las condiciones del<br />
oleaje y, a menudo, zigzaguear para<br />
eludir las peores amenazas.<br />
Y estar preparado para improvisar.<br />
Por ejemplo, cerca del final del<br />
curso de este año a principios de febrero<br />
los estudiantes fueron enviados<br />
a manejar un rescate de emergencia<br />
real después de que pidiera<br />
ayuda el operador de un bote privado<br />
que estaba en problemas entre<br />
olas de 6 metros y fuertes vientos.<br />
“Estás tomando decisiones cada<br />
segundo”, dijo el suboficial de segunda<br />
clase Bryan Rojas Lugo, de<br />
25 años, quien creció surfeando en<br />
Puerto Rico, lo que dijo le ayudó a<br />
leer las olas aquí como estudiante.<br />
“Voy a ir con esta ola, girar hacia<br />
esta, tomar esta en ángulo recto<br />
para poder tomar toda esta energía<br />
en la proa y luego seguir moviéndome<br />
—es muy dinámico”.<br />
A veces, cuando una ola golpea<br />
con una fuerza o desde una dirección<br />
que el piloto no puede evitar, la<br />
embarcación puede volcarse.<br />
Los estudiantes están preparados<br />
para esa posibilidad —y se les<br />
dice que sus botes están diseñados<br />
para enderezarse en tan solo 10 segundos<br />
Pero uno de los instructores, el<br />
suboficial principal Cameron Katelnikoff<br />
advirtió a los estudiantes<br />
que el tiempo en sí parece diferente<br />
cuando estás bajo el agua y sujeto<br />
al bote por los clips de tu cinturón:<br />
“Puede parecer mucho más largo”.<br />
Pitones se desplazan al norte desde los Everglades<br />
Por PATRICIA MAZZEI<br />
MIAMI — Los esfuerzos por<br />
frenar la proliferación de pitones<br />
birmanas en los Everglades de<br />
Florida durante los últimos 20 años<br />
han incluido contratistas pagados,<br />
voluntarios capacitados y una cacería<br />
anual que ha atraído a participantes<br />
de lugares tan lejanos como<br />
Letonia. Nada parece estar funcionando.<br />
Las serpientes gigantes se están<br />
dirigiendo hacia el norte, llegando<br />
a West Palm Beach y Fort Myers y<br />
amenazando tramos cada vez más<br />
grandes del ecosistema.<br />
Esa fue una de las conclusiones<br />
de una revisión de la ciencia de<br />
las pitones publicada el mes<br />
pasado por el Servicio Geológico<br />
de Estados Unidos, que subrayó<br />
la dificultad de contener a las<br />
serpientes gigantes desde que fueron<br />
documentadas por primera<br />
vez como una población establecida<br />
en el estado en el 2000.<br />
Poco se sabe acerca de cuánto<br />
tiempo viven las pitones birmanas<br />
en estado salvaje en Florida,<br />
con qué frecuencia se reproducen<br />
y, en especial, cuánto ha crecido la<br />
población de pitones del estado, de<br />
acuerdo con el reporte, que calificó<br />
el problema de las pitones del estado<br />
como “uno de los problemas de<br />
manejo de especies invasoras más<br />
difíciles de resolver en todo el mundo”.<br />
Estudios anteriores encontraron<br />
que las pitones birmanas, que son<br />
originarias del sur de Asia, habían<br />
diezmado las especies endémicas,<br />
incluyendo las aves zancudas, los<br />
conejos de los pantanos y los ciervos<br />
de cola blanca.<br />
Las pitones encontradas en Florida<br />
han medido más de 4.50 metros<br />
y pesado más de 90 kilos. Su voraz<br />
propagación es aún más alarmante<br />
dados los miles de millones de dólares<br />
que el Estado y el gobierno federal<br />
han gastado en restaurar los<br />
Everglades, señaló el reporte, calificando<br />
a las especies invasoras como<br />
“unas de las mayores amenazas<br />
para el éxito de la restauración”.<br />
Florida tiene al menos 139 especies<br />
invasoras establecidas, afirma<br />
la Comisión de Conservación de Vida<br />
Silvestre y Pesca del Estado.<br />
Una vez al año, esta comisión<br />
efectúa una cacería de pitones, desafiando<br />
a las personas a eliminar<br />
la mayor cantidad de serpientes como<br />
puedan. Los participantes deben<br />
tomar un curso de capacitación<br />
sobre la matanza humanitaria de<br />
pitones. El ganador del año pasado<br />
se llevó US$10 mil a casa por cazar<br />
28 pitones.<br />
Las pitones se convirtieron en<br />
mascotas exóticas populares en<br />
Estados Unidos en la década de<br />
1970. Algunas terminaron creciendo<br />
tanto que sus dueños los liberaron<br />
en la naturaleza. Para el 2000,<br />
los científicos habían documentado<br />
varias generaciones de pitones que<br />
vivían en un área geográfica relativamente<br />
grande en los Everglades<br />
y el extremo sur de Florida.<br />
Melissa Miller, del Instituto de<br />
Ciencias Agrícolas y Alimentarias<br />
de la Universidad de Florida, está<br />
ayudando a liderar un proyecto de<br />
eliminación de pitones a gran escala<br />
que también espera lograr una<br />
mejor idea de la abundancia de las<br />
serpientes colocándoles rastreadores<br />
y midiendo la producción reproductiva<br />
de más hembras.<br />
A finales de 2021, un equipo de<br />
Conservancy of Southwest Florida<br />
encontró lo que probablemente sea<br />
la pitón birmana más grande jamás<br />
registrada en el Estado: una hembra<br />
de 98 kilos con 122 huevos en su<br />
interior. “Te ayuda a visualizar lo<br />
que comió, en kilos de fauna, para<br />
llegar a eso”, dijo Ian Bartoszek,<br />
CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH/EPA, VÍA<br />
SHUTTERSTOCK<br />
Una de las 2.500 pitones<br />
capturadas el año pasado.<br />
gerente de proyectos de ciencias<br />
ambientales del grupo.<br />
Pero las crías de pitón ahora<br />
tienen algunos depredadores: serpientes,<br />
caimanes y al menos un gato<br />
montés que fue captado por las<br />
cámaras depredando una nidada<br />
de huevos de pitón.<br />
“Los Everglades se están defendiendo”,<br />
dijo Bartoszek.