Web Ritmo Platinum Elvis 30-8-22

texto Grisuleyda Guerrero
fotos Archivos Elvis Presley
Plato favorito y chef personal
La historia detrás de un sándwich
Un atractivo gastronómico que integra el menú de los restaurantes
del país en honor al artista.
Comer es uno de los
principales placeres de la
vida de todo ser humano.
En Elvis Presley no fue
la excepción, disfrutó
su pasión y amor por la comida. Como
procedente del sur de Estados Unidos,
tenía particular preferencia por alimentos
fritos, carnes y ricos postres.
El elemento básico de su menú fue un
famoso sándwich de mantequilla de
cacahuete y plátano, creado por Cindy y
Buck Scott, dueños del Colorado Mine
Company en Denver. Inmediatamente
Elvis lo probó, solicitó la receta para
que su chef personal la elaborara en
casa. Gracias al Rey del Rock and Roll,
el sándwich se hizo tan popular, que se
convirtió en un atractivo gastronómico,
integrado en los menús de los restaurantes
de su país en honor al artista.
Existe un sinnúmero de historias sobre
el icono de la música del siglo XX y su
ferviente pasión por la comida. Destaca
la narrada por el autor americano David
Adler en su libro “La vida y cocina de
Elvis Presley”, quien relata que la noche
del 1 de febrero de 1976, el artista estaba
en su casa en Memphis, muy entretenido
con unos amigos, y de repente decidió
que quería un sándwich del popular
restaurante en Denver, ya conocido,
por lo que llegaron al aeropuerto de
Memphis y abordaron el jet privado de
Presley, volando dos horas a Denver.
Al llegar al aeropuerto internacional
de Stapleton, a la 1:40 a.m., el avión
se dirigió a un hangar especial donde
los pasajeros fueron recibidos por
Buck Scott, el propietario de Colorado
Mine Company, y su esposa Cindy. El
artista y sus amigos pasaron dos horas
en el hangar comiendo los deseados
sándwiches. Cuando terminaron,
volaron de regreso a Memphis, toda una
aventura sin salir del aeropuerto.
Su chef personal
Su caudal económico le permitió tener su
chef personal, Mary Jenkins Langston,
la persona que se encargó de complacer
el paladar del Rey del Rock, sin días ni
horarios, durante 14 años. Comenzó a
trabajar como cocinera para el artista en
Graceland en 1963. Lo que más disfrutaba
el intérprete es que ella haya perfeccionado
su sándwich favorito de mantequilla de
cacahuete y plátano frito.
Jenkins, más que su chef, fue una persona de
entera confianza del artista, una entrañable
amiga. Se convirtió en familia para Elvis,
quien con los años, en agradecimiento a su
lealtad, le compró una casa.
Quién podría conocer los gustos culinarios
del ídolo de Misisipi como Mary, pues en
una ocasión ella narró en un documental,
que un desayuno para Elvis podría ser:
“galletas caseras fritas con mantequilla,
hamburguesas de salchicha, cuatro huevos
revueltos y, a veces, tocino frito. Cuando
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