«Fuenteovejuna» de Lope de Vega y el maquiavelismo
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CRITICÓN, 45, 1989, pp. 131-153.<br />
NOTA ACLARATORIA<br />
FUENTEOVEJUNA DE LOPE DE VEGA<br />
Y EL MAQUIAVELISMO<br />
por Bernai HERRERA MONTERO<br />
(Universidad <strong>de</strong> Harvard)<br />
El presente trabajo se propone una meta muy concreta : indagar y explicar las r<strong>el</strong>aciones que<br />
pudieran presentarse entre <strong>el</strong> pensamiento político <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o contenido en El Príncipe y <strong>el</strong> <strong>de</strong><br />
<strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong> en Fuenteovejuna. El circunscribirme a dichas obras, si bien es cierto que implica<br />
ciertas limitaciones, también representa una ventaja apreciable : la posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar <strong>el</strong> tema<br />
con algún <strong>de</strong>talle. Por lo <strong>de</strong>más, no creo equivocarme al asumir que ambas son plenamente<br />
representativas <strong>de</strong> sus autores.<br />
La constante referencia y cita <strong>de</strong> críticos <strong>de</strong> la comedia lopesca en algunas partes <strong>de</strong>l trabajo no<br />
respon<strong>de</strong> al afán <strong>de</strong> fingir una erudición que no poseo : dada la novedad <strong>de</strong> la aproximación<br />
propuesta, creo necesario hacer ver que <strong>el</strong>la no <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> una simple ignorancia <strong>de</strong> la crítica más al<br />
uso.<br />
Para mayor facilidad <strong>de</strong>l lector, cito a <strong>Lope</strong> por la numeración <strong>de</strong> los versos <strong>de</strong> su obra, y a<br />
Maquiav<strong>el</strong>o por <strong>el</strong> número <strong>de</strong>l capítulo que contiene la afirmación, poniendo los números<br />
correspondientes inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la cita. La traducción <strong>de</strong> las citas cuyo original no está<br />
en español es <strong>de</strong> quien esto escribe. En <strong>el</strong> caso <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o he seguido <strong>el</strong> original italiano,<br />
confrontando siempre mi traducción con la inglesa <strong>de</strong> George Bull. Pue<strong>de</strong> verse la ficha<br />
bibliográfica <strong>de</strong> las ediciones manejadas en la Bibliografía final.
132 B ERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
Maquiav<strong>el</strong>o y <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo en España<br />
Es bien sabido que Maquiav<strong>el</strong>o es uno <strong>de</strong> los más importantes tratadistas políticos, y sin duda<br />
<strong>el</strong> más influyente <strong>de</strong> su época. Autores como Hobbes lo que hacen, en alguna medida, es<br />
<strong>de</strong>sarrollar, afinar y perfeccionar sus intuiciones fundamentales. Sin embargo, su difusión en<br />
Europa estuvo lejos <strong>de</strong> ser uniforme, y si bien es cierto que El Príncipe provocó una con<strong>de</strong>na<br />
generalizada a niv<strong>el</strong> oficial, probablemente fue en España don<strong>de</strong> ésta se presentó más agudamente.<br />
La influencia <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o en España es, en sí misma, problemática.<br />
Ya en 1536 aparece un libro titulado De re militari, <strong>de</strong> Diego <strong>de</strong> Salazar, que no es más que una<br />
traducción incompleta y parafraseada <strong>de</strong> El arte <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o, cuya influencia es<br />
explícitamente aceptada por <strong>el</strong> autor. A esto le seguirán dos ediciones (1552 y 1555) <strong>de</strong> los<br />
Discursos sobre la primera década <strong>de</strong> Tito Livio, en traducción <strong>de</strong> Juan Lorenzo Otevanti. Llama la<br />
atención en esta traducción, <strong>de</strong>dicada al entonces príncipe F<strong>el</strong>ipe II, que Carlos V, al darle <strong>el</strong><br />
privilegio <strong>de</strong> impresión, afirme haber leído y disfrutado mucho tales Discursos, por lo que se alegra<br />
<strong>de</strong> que se le <strong>de</strong>dique la traducción a su hijo 1 . O sea que en esta época se consi<strong>de</strong>raba aceptable, y<br />
hasta provechosa, la lectura <strong>de</strong>l florentino. Esto va a cambiar radicalmente a partir <strong>de</strong> 1559, fecha<br />
en que sus obras serán con<strong>de</strong>nadas por la Inquisición, apareciendo en <strong>el</strong> índice <strong>de</strong>l inquisidor<br />
Valdés 2 . La primera consecuencia es que, no habiéndose hecho previamente ninguna edición <strong>de</strong> El<br />
Príncipe en España, tal tarea será pospuesta, increíblemente, hasta <strong>el</strong> siglo XIX 3 .<br />
No implica lo anterior, sin embargo, que <strong>el</strong> libro no fuera conocido allí. Maravall menciona<br />
dos traducciones manuscritas <strong>de</strong> la época que se conservan en la Biblioteca Nacional <strong>de</strong> Madrid, y<br />
afirma : "En los antimaquiav<strong>el</strong>istas <strong>de</strong>clarados o en escritores políticos <strong>de</strong> influencia maquiav<strong>el</strong>ista<br />
más o menos amplia y directa, se encuentran traducidos fragmentos <strong>de</strong> El Príncipe o resúmenes <strong>de</strong><br />
ciertos pasajes" 4 , lo que prueba que, pese a la prohibición oficial, y al igual que ocurrió con otros<br />
libros y autores prohibidos, se tenía conocimiento, al menos entre ciertos grupos, <strong>de</strong> la polémica<br />
obra. Tampoco se <strong>de</strong>be olvidar la r<strong>el</strong>ación que hubo entre los movimientos int<strong>el</strong>ectuales españoles<br />
e italianos en los siglos XVI y XVII, r<strong>el</strong>ación que no hizo más que intensificarse con la presencia<br />
militar española en Italia.<br />
Con todo, <strong>el</strong> hecho es que <strong>el</strong> acceso a la obra era restringido, y si los interesados en difundir <strong>el</strong><br />
pensamiento maquiavélico no hubieran encontrado un medio <strong>de</strong> subsanar la prohibición, siquiera a<br />
medias, aquél no hubiera tenido la repercusión que tuvo. El medio fue <strong>el</strong> tacitismo. Este<br />
movimiento, que no ha sido estudiado sino hasta muy recientemente, constituyó una <strong>de</strong> las<br />
principales y más interesantes corrientes <strong>de</strong>l pensamiento político <strong>de</strong> la época, no sólo en España,<br />
que fue don<strong>de</strong> tuvo más éxito, sino en buena parte <strong>de</strong> Europa. El rasgo común <strong>de</strong> todos sus<br />
adhérentes es <strong>el</strong> examen y utilización <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Tácito, <strong>el</strong> historiador romano, ya fuera por <strong>el</strong><br />
valor que se les daba en sí mismas, ya por la posibilidad <strong>de</strong> camuflar <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo bajo su<br />
manto. Tanto Maravall 5 como Tierno Galván 5 han hecho ver la gran complejidad <strong>de</strong>l tacitismo, así<br />
como las muy diversas intenciones <strong>de</strong> sus exponentes. Lo que empezó siendo <strong>el</strong> '<strong>de</strong>scubrimiento'<br />
1<br />
J. A.Maravall. Maquiav<strong>el</strong>o y <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo, pp. 188-90.<br />
2<br />
Véase J. L. Ab<strong>el</strong>lán, Historia crítica, t. 3.<br />
3<br />
J. A. Maravall, art. cit., p. 190.<br />
4<br />
Ibid., p. 190.<br />
5 J. A. Maravall, La corriente doctrinal, pp. 645-667.<br />
6<br />
E. Tierno Galván, El tacitismo en <strong>el</strong> siglo <strong>de</strong> oro español.
FUENTEOVEJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 13 3<br />
<strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> Tácito por parte <strong>de</strong> un Juan Luis Vives, quien recomienda su lectura, pasó a ser<br />
posteriormente un disfraz para exponer <strong>el</strong> pensamiento maquiavélico (razón por la cual tacitismo y<br />
maquiav<strong>el</strong>ismo son con<strong>de</strong>nados conjuntamente por <strong>el</strong> principal pensador antimaquiavélico <strong>de</strong> la<br />
época : <strong>el</strong> padre Riva<strong>de</strong>neyra), para acabar convirtiéndose en un movimiento con vida propia e<br />
incluso, paradójicamente, en <strong>el</strong> único capaz <strong>de</strong> combatir en su propio terreno al florentino. Lo que<br />
permite todo esto es la visión 'naturalista' que <strong>de</strong> la política tiene Tácito. El historiador romano<br />
había visto en la historia un campo <strong>de</strong> experimentación y comprobación <strong>de</strong> la política, sobre la<br />
cual se podía razonar <strong>de</strong> manera autónoma y crítica. Así, sin llegar necesariamente a las mismas<br />
conclusiones que Maquiav<strong>el</strong>o, tenía <strong>de</strong> la política una perspectiva bastante cercana, que permitía<br />
utilizarlo tanto para disfrazar como para atacar al florentino, esgrimiendo en su contra conclusiones<br />
opuestas obtenidas, sin embargo, con métodos a gran<strong>de</strong>s rasgos similares.<br />
Queda mucho por estudiar acerca <strong>de</strong>l tacitismo, siendo aquí lo importante subrayar que <strong>el</strong><br />
pensamiento <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o se difundió en España, fundamentalmente, <strong>de</strong> dos maneras : por<br />
circulación <strong>de</strong> textos publicados en otros países y mediante <strong>el</strong> tacitismo en su faceta <strong>de</strong> camuflaje<br />
<strong>de</strong> dicho pensamiento. Tampoco <strong>de</strong>be olvidarse la influencia <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>los que, habiendo leído a<br />
Maquiav<strong>el</strong>o en otras partes, difundían <strong>de</strong>spués sus i<strong>de</strong>as en España. Sea como sea, la sola<br />
existencia en <strong>el</strong>la <strong>de</strong> un movimiento antimaquiav<strong>el</strong>ista, iniciado en su forma sistemática y explícita<br />
por Riva<strong>de</strong>neyra en su libro Tratado <strong>de</strong> la r<strong>el</strong>igión y virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l príncipe cristiano (1595), da clara<br />
constancia <strong>de</strong>l auge <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo español.<br />
Más aún, se da un fenómeno interesante y, <strong>de</strong> alguna manera, recurrente en la historia : dado<br />
que para atacar <strong>el</strong> 'impío' concepto <strong>de</strong> "Razón <strong>de</strong> Estado" maquiavélico hubo que contraponerle una<br />
"Razón <strong>de</strong> Estado" 'verda<strong>de</strong>ra' y 'cristiana', este concepto central <strong>de</strong>l florentino acaba imponiéndose<br />
aún en sus adversarios. Se pue<strong>de</strong> afirmar que todo <strong>el</strong> pensamiento político <strong>de</strong> la época, incluyendo<br />
<strong>el</strong> <strong>de</strong> los antimaquiav<strong>el</strong>istas, respon<strong>de</strong> en algún grado a las tesis <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o, lo que ha sido<br />
sostenido explícitamente por Maravall. A niv<strong>el</strong> teórico la prohibición impidió la formación <strong>de</strong> un<br />
maquiav<strong>el</strong>ismo doctrinal consciente y abierto. Las consecuencias a niv<strong>el</strong> práctico serán más<br />
graves : se intentará <strong>el</strong>aborar un maquiav<strong>el</strong>ismo sin Maquiav<strong>el</strong>o (y se pue<strong>de</strong> comparar esto, por<br />
ejemplo, con <strong>el</strong> 'erasmismo sin Erasmo' que según Bataillon se da en España en esta misma<br />
época), lo cual será uno <strong>de</strong> los factores que incidan en la famosa <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia española. A esto se<br />
refiere Tierno Galván cuando afirma : "El fondo <strong>de</strong> esta cuestión es trágico, si la tragedia es la<br />
lucha contra un <strong>de</strong>stino inexorable. El <strong>de</strong>stino europeo estaba vinculado a la posición maquiavélica,<br />
y España, parte <strong>de</strong> Europa, se obstinó en ignorarlo" 7 .<br />
Interpretaciones <strong>de</strong> Fuenteovejuna<br />
Gerald Brenan ha observado lo mal que viaja la literatura española, afirmando que la gran<br />
excepción a esto es Don Quijote*. Consi<strong>de</strong>ro que se pue<strong>de</strong> afirmar que, aunque en menor escala,<br />
Fuenteovejuna constituye otra excepción, para convencerse <strong>de</strong> lo cual basta la lectura <strong>de</strong>l<br />
interesante recuento <strong>de</strong> adaptaciones que ha suscitado dado por Teresa Kirschner 9 .<br />
Encontramos respecto a la obra gran cantidad <strong>de</strong> interpretaciones críticas, que la han calificado<br />
7 Ibid., p. 60.<br />
8 Gerald Brenan, Historia <strong>de</strong> la literatura española. Barc<strong>el</strong>ona, Crítica, 1958, p. 200.<br />
9 Véase T. Kirschner, El protagonista colectivo, cap. I.
134 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
<strong>de</strong> revolucionaria, reaccionaria, apolítica, moral, etc. Dado que aquí <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ré una interpretación en<br />
algún sentido novedosa, expondré <strong>de</strong> manera resumida los principales puntos <strong>de</strong> vista que se han<br />
<strong>de</strong>fendido, <strong>de</strong> manera que <strong>el</strong> lector pueda dar su propio veredicto. Pue<strong>de</strong>n dividirse las<br />
interpretaciones en dos gran<strong>de</strong>s grupos : morales y políticas, en base al énfasis dado en <strong>el</strong>las.<br />
Empiezo por las morales.<br />
Probablemente la única que niega toda intencionalidad política a la obra es la <strong>de</strong> Casalduero 10 ,<br />
para quien <strong>el</strong> eje fundamental es <strong>el</strong> triángulo amoroso Frondoso-Laurencia-Comendador. (Sigo aquí,<br />
como en algunos otros puntos <strong>de</strong> este recuento, <strong>el</strong> capítulo II <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Kirschner). Tal visión<br />
me parece in<strong>de</strong>fendible, ya que la total <strong>de</strong>spolitización <strong>de</strong>ja sin sentido partes centrales <strong>de</strong> la obra,<br />
como lo referente a la Guerra Civil, <strong>el</strong> carácter colectivo <strong>de</strong>l levantamiento, etc. Mucho más<br />
interesante y razonable es la interpretación <strong>de</strong> Parker :<br />
<strong>el</strong> honor es <strong>el</strong> tema principal <strong>de</strong> la obra, con los campesinos vindicando su <strong>de</strong>recho a poseerlo,<br />
contra la <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñosa negativa <strong>de</strong>l Comendador a reconocer sus ap<strong>el</strong>aciones a una dignidad moral que<br />
limita y constriñe sus <strong>de</strong>rechos sociales como aristócrata y soberano político. La <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la<br />
Monarquía no es <strong>el</strong> tema dominante. La Corona aparece al final <strong>de</strong> esta, y <strong>de</strong> todas las obras <strong>de</strong> este<br />
tipo, porque no había otra manera, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la filosofía socio-política <strong>de</strong> la época, <strong>de</strong> afirmar la<br />
tesis : sólo si ¡a revu<strong>el</strong>ta <strong>de</strong> los campesinos es ratificada por la Corona —única manifestación<br />
material <strong>de</strong> la Justicia— pue<strong>de</strong> darse vali<strong>de</strong>z jurídica al reclamo <strong>de</strong>l pueblo a poseer un honor que la<br />
aristocracia reclama como su privilegio exclusivo. Este es <strong>el</strong> único tema <strong>de</strong> la obraM<br />
Parker concluye diciendo que los villanos se reb<strong>el</strong>an para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r no a la monarquía, sino los<br />
<strong>de</strong>rechos morales y la dignidad <strong>de</strong>l pueblo. Creo que la principal limitación <strong>de</strong> esta interpretación es<br />
la reducción <strong>de</strong>l aspecto político a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la monarquía. Parker no atribuye ninguna<br />
significación política a la reb<strong>el</strong>ión contra <strong>el</strong> Comendador, excepto su carácter <strong>de</strong> reinvindicación <strong>de</strong><br />
la monarquía, y al no ser ésta la motivación fundamental, sitúa lo político en un segundo plano.<br />
Ahora bien, aparte <strong>de</strong> que los reyes aparecen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> Acto I, lo que anula su supuesta utilización<br />
como simple <strong>de</strong>us-ex-machina, consi<strong>de</strong>ro que la reb<strong>el</strong>ión contra <strong>el</strong> Comendador <strong>de</strong>bido a lo tiránico<br />
<strong>de</strong> su gobierno da una clara significación política a la obra. El mismo Parker consigna algunas<br />
consecuencias políticas en su exc<strong>el</strong>ente artículo : limitación <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l gobernante local,<br />
reforzamiento <strong>de</strong> la monarquía, etc. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>bemos recordar que aunque sea <strong>el</strong> más notorio, <strong>el</strong><br />
trato dado por <strong>el</strong> Comendador a las mujeres no es <strong>el</strong> único motivo <strong>de</strong> reb<strong>el</strong>ión 12 ; así, cuando <strong>el</strong><br />
alcal<strong>de</strong> Esteban le explica al rey los motivos <strong>de</strong> la revu<strong>el</strong>ta, dice :<br />
Las haciendas nos robaba<br />
y las donc<strong>el</strong>las forzaba,<br />
siendo <strong>de</strong> piedad extraño. (2399-2401, Acto III)<br />
Previamente, en la asamblea, Juan ha dicho :<br />
10<br />
Cf. J. Casalduero, Fuenteovejuna, en Revista <strong>de</strong> Filología Hispánica, V, 1943, pp. 21-44, apud<br />
Kirschner, p. 33.<br />
11<br />
A. A. Parker, Reflections on a new définition, pp. 144-5<br />
12<br />
Ya escrito este artículo, llegó a mis manos <strong>el</strong> exc<strong>el</strong>ente ensayo <strong>de</strong> Carlos Serrano sobre<br />
Fuenteovejuna, al cual remito al lector, y que en lo fundamental refuerza mis conclusiones. Tomarlo en<br />
cuenta como merece implicaría cambios en la redacción <strong>de</strong>l presente que no puedo hacer por ahora. En<br />
este punto concreto, por ejemplo, hace ver que la tiranía <strong>de</strong>l Comendador no se reduce a su trato con las<br />
mujeres, siendo éste más bien, un símbolo <strong>de</strong> aquélla.
FUENTEOVEJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 13 5<br />
Las casas y las viñas nos abrasan ;<br />
tiranos son. ¡A la venganza vamos! (¡710-1711, Acto 111)<br />
Este motivo puramente material <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa contra <strong>el</strong> abuso <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>rosos impregna toda la obra,<br />
aunque nunca ocupe <strong>el</strong> primer plano. R<strong>el</strong>atando la primera batalla por Ciudad Real, afirma Flores :<br />
La ciudad se puso en arma ;<br />
dicen que salir no quieren<br />
<strong>de</strong> la corona real,<br />
y <strong>el</strong> patrimonio <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n. (501-504, Acto 1)<br />
Una posición similar a la <strong>de</strong> Parker es la <strong>de</strong>fendida por Margaret Wilson, quien privilegia los<br />
aspectos morales sobre los políticos. En efecto, tras <strong>de</strong>scartar que la reb<strong>el</strong>ión <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong><br />
Fuenteovejuna vaya en contra <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social, afirmando que más bien se efectúa para apoyarlo y<br />
reforzarlo, escribe :<br />
Esta obra ilustra casi mejor que ninguna otra las enseñanzas morales <strong>de</strong>l siglo XVII sobre <strong>el</strong><br />
hombre y la sociedad. La sociedad representa <strong>el</strong> modo <strong>de</strong> existencia dado al hombre por Dios, y es<br />
esencialmente buena ; pero <strong>el</strong>la pue<strong>de</strong> ser corrupta por la pecaminosidad <strong>de</strong> los individuos. Cuando<br />
esto suce<strong>de</strong> es la sociedad, no <strong>el</strong> hombre, la que se encuentra a sí misma en una situación<br />
verda<strong>de</strong>ramente dramática. La sociedad es la víctima in<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l pecado., 13<br />
Hay aquí una equivocada r<strong>el</strong>egación <strong>de</strong> lo político ante lo moral. A<strong>de</strong>más, no es totalmente cierto<br />
que los villanos se reb<strong>el</strong>en a favor <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social. La reb<strong>el</strong>ión no rechaza, es obvio, <strong>el</strong> or<strong>de</strong>n<br />
social en bloque, pero tampoco lo acepta en su integridad ; <strong>el</strong> mero hecho <strong>de</strong> salirse <strong>de</strong> la<br />
jurisdicción <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n para ponerse bajo la tut<strong>el</strong>a <strong>de</strong>l Rey es un cambio político, sancionado<br />
incluso por <strong>el</strong> Rey, pero cambio al fin. Matar al Comendador, con toda la <strong>de</strong>smitificación<br />
i<strong>de</strong>ológica que <strong>el</strong>lo implica, aun cuando sea para aceptar <strong>de</strong> inmediato a otro, es un acto político ya<br />
que, como Parker lo ha visto, implícitamente pone límites al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la máxima autoridad local.<br />
En la misma dirección apunta un aspecto correctamente enfatizado por Wilson : <strong>el</strong> carácter<br />
colectivo <strong>de</strong> la reb<strong>el</strong>ión. Obviamente ésta es una reinvindicación <strong>de</strong>l honor colectivo, pero dicho<br />
carácter, unido al hecho <strong>de</strong> que se da en contra <strong>de</strong> un superior legalmente investido, convierte la<br />
reinvindicación misma <strong>de</strong>l honor en un hecho político ; esto, que fue entrevisto por Parker, es<br />
a<strong>de</strong>cuadamente valorado por López Estrada 14 , quien también ha hecho ver <strong>el</strong> carácter explícitamente<br />
político-jurídico <strong>de</strong>l término 'tirano', cuya inclusión, como veremos, es una variante que introduce<br />
<strong>Lope</strong> a la Chrónica <strong>de</strong> Ra<strong>de</strong>s, marcando <strong>el</strong> paso <strong>de</strong> drama <strong>de</strong> honor a drama político, sin anular por<br />
eso al primero. Esta utilización <strong>de</strong>l honor con fines políticos también ha sido notada por Arango 15 .<br />
A la hora <strong>de</strong> juzgar las interpretaciones que ven en Fuenteovejuna más un drama <strong>de</strong> honor que<br />
político, vale la pena tomar en cuenta un hecho recalcado por Robin Carter : las mujeres <strong>de</strong><br />
Fuenteovejuna no son todas como Laurencia, que más pareciera la excepción. Afirma Carter que<br />
<strong>Lope</strong> "plantea <strong>de</strong> manera clara que las mujeres <strong>de</strong> la villa <strong>de</strong> ninguna manera están libres <strong>de</strong> culpa.<br />
13 M. Wilson, Spanish Drama of the Gol<strong>de</strong>n Age, p. 49.<br />
14 Cf. F. López Estrada, Los villanos filósofos y políticos.<br />
15 Cf. M. A. Arango, Aspectos sociales en dos comedias <strong>de</strong> <strong>Lope</strong>.
136 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
Muchas <strong>de</strong> <strong>el</strong>las se entregan <strong>de</strong> muy buena gana al Comendador, contribuyendo así a lo excesivo <strong>de</strong><br />
su <strong>de</strong>seo. Hay muchos recordatorios <strong>de</strong> esta indiscreción femenina" 16 . En última instancia, <strong>el</strong><br />
problema no es que <strong>el</strong> Comendador seduzca mujeres, incluyendo casadas, como ha venido haciendo<br />
a vista y paciencia <strong>de</strong>l pueblo, sino que en un momento dado para hacerlo abusa <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r, siendo<br />
este abuso más político que moral.<br />
Dentro <strong>de</strong> las interpretaciones <strong>de</strong> corte político cabe distinguir muchas variantes. La primera es la<br />
que afirma que Fuenteovejuna es un drama revolucionario, que apoya abiertamente la reb<strong>el</strong>ión <strong>de</strong>l<br />
pueblo contra la opresión. Ha sido <strong>de</strong>fendida por Schevill, Wolfe, Boyadzhiev 17 y, junto a éste,<br />
algunos otros hispanistas soviéticos. En la actualidad se da por superada (<strong>de</strong> los trabajos<br />
mencionados <strong>el</strong> más reciente es <strong>de</strong> 1938), ya que, pese a su indiscutible atractivo, parece<br />
in<strong>de</strong>fendible. In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> simpatía que atribuyamos a <strong>Lope</strong> por la reb<strong>el</strong>ión, es<br />
claro que ni a la luz <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> <strong>Lope</strong> en general, ni <strong>de</strong> la obra en concreto, es posible<br />
atribuirle a ésta auténticas características revolucionarias. Así, cuando se ha montado con esta<br />
perspectiva en mente, se su<strong>el</strong>en introducir al texto variantes <strong>de</strong> peso para po<strong>de</strong>r a<strong>de</strong>cuarlo.<br />
Luego viene lo que llamaré interpretación <strong>de</strong>mocrática, que ve en la obra la expresión <strong>de</strong> la<br />
simpatía <strong>de</strong> <strong>Lope</strong> por las clases populares en su lucha por lograr una sociedad más <strong>de</strong>mocrática. Ha<br />
sido <strong>de</strong>fendida por Ziomeck 18 , y mencionada sin citar fuentes precisas por Ribbans 19 . Ya que <strong>el</strong><br />
estudio <strong>de</strong> éste es muy anterior al <strong>de</strong> Ziomeck, es evi<strong>de</strong>nte que aqu<strong>el</strong> ha conocido otros <strong>de</strong>fensores<br />
<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista, <strong>el</strong> cual ha sido atacado, <strong>de</strong> manera contun<strong>de</strong>nte a mi enten<strong>de</strong>r, por Gómez<br />
Moriana 20 . Los principales argumentos <strong>de</strong> éste en contra <strong>de</strong>l pretendido <strong>de</strong>mocratismo lopesco son<br />
tres : a) <strong>el</strong> absolutismo monárquico <strong>de</strong>fendido por <strong>Lope</strong> ; b) su <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la división estamental <strong>de</strong><br />
la sociedad y c) su <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la proveniencia divina <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r.<br />
Gómez Moriana <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> una interpretación que llamaré legalista y que consiste en plantear no<br />
sólo la justicia, sino la legalidad <strong>de</strong> la reb<strong>el</strong>ión en <strong>el</strong> marco <strong>de</strong> una tradición que, arrancando <strong>de</strong><br />
Aristót<strong>el</strong>es y pasando por Santo Tomás, impregna toda la escolástica hasta <strong>de</strong>sembocar en autores<br />
como Suárez, Molina y Mariana, tradición que aprueba <strong>el</strong> tiranicidio en ciertas circunstancias.<br />
Afirma Gómez :<br />
La reunión <strong>de</strong>l pueblo en que se concierta la muerte <strong>de</strong>l Comendador es tan templada y disciplinada<br />
en sus argumentaciones y acuerdos tomados, que cada paso parece estar medido en <strong>el</strong>la por un criterio<br />
<strong>de</strong> legalidad preciso y claro. (...). No hay tal muchedumbre <strong>de</strong>scontrolada y existen unos frenos que<br />
<strong>el</strong>la respeta, no obstante su indignación extrema ante las ofensas <strong>de</strong>l Comendador. Estos frenos son<br />
la obligación que pesa sobre los subditos <strong>de</strong> acatar la autoridad legítima y respetarla y obe<strong>de</strong>cerla,<br />
frenos que van aflojándose sólo paulatinamente durante <strong>el</strong> transcurso <strong>de</strong> la junta, presidida por <strong>el</strong><br />
Alcal<strong>de</strong> —otra autoridad, aunque subordinada a la <strong>de</strong>l Comendador—, al irse creando una clara<br />
conciencia <strong>de</strong>l falso uso <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r por parte <strong>de</strong>l Comendador, lo que corrompe su autoridad y la<br />
convierte en tiranía ; <strong>de</strong> ¡a imposibilidad <strong>de</strong> resolver <strong>el</strong> conflicto por vía <strong>de</strong> ap<strong>el</strong>ación a una<br />
autoridad superior, por encontrarse <strong>el</strong> Rey ocupado en guerras ; <strong>de</strong> la urgencia <strong>de</strong>l caso y necesidad <strong>de</strong><br />
16 R. Carter, "Fuenteovejuna" and tiranny, p. 321.<br />
17 Cf. R. Schevill, The dramatic art of <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong> : Berk<strong>el</strong>ey, University of California Press,<br />
1918 ; B. Wolfc, The mass as Hero, en The Mo<strong>de</strong>m Quarterly, VII, 1933, pp. 99-104 ; G. Boyadzhiev,<br />
Revolutionary staging of the classics, en Théâtre Workshop, II, n.° 1, 1938, pp. 22-29, apud Kirschner,<br />
p. 31.<br />
18 Véase H. Ziomek, A history of Spanish Gol<strong>de</strong>n Age Drama, pp. 50 y sigs.<br />
19 Cf. G. Ribbans, Significado y estructura <strong>de</strong> "Fuenteovejuna".<br />
20 A. Gómez Moriana, Derecho <strong>de</strong> resistencia y tiranicidio.
FUFNŒOVFJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 13 7<br />
actuar sin <strong>de</strong>mora ; <strong>de</strong> la licitud, en estas circunstancias, <strong>de</strong> una acción conjunta <strong>de</strong> la comunidad<br />
política contra <strong>el</strong> tirano. 21<br />
In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> los puntos débiles que pueda tener esta visión, y <strong>de</strong> la inaceptabilidad <strong>de</strong><br />
suponer que <strong>el</strong> Rey está sujeto a las mismas limitaciones que las <strong>de</strong>más autorida<strong>de</strong>s, camino por <strong>el</strong><br />
cual llega Gómez a afirmar que <strong>Lope</strong> toma partido contra <strong>el</strong> monarca en obras como La Estr<strong>el</strong>la <strong>de</strong><br />
Sevilla, es indiscutible que llama la atención sobre un punto poco estudiado : <strong>el</strong> <strong>de</strong> la posible<br />
inscripción <strong>de</strong>l levantamiento en la tradición escolástica <strong>de</strong> reflexión sobre <strong>el</strong> tiranicidio. Escapa a<br />
mis posibilida<strong>de</strong>s juzgar a<strong>de</strong>cuadamente tal tradición y, por en<strong>de</strong>, su grado <strong>de</strong> aplicabilidad a <strong>Lope</strong>.<br />
Sí diré, en cambio, que comparto con Carter (quien también trata este mismo punto) la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que<br />
la reb<strong>el</strong>ión se produce no a consecuencia <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> razonamientos académicos, sino <strong>de</strong>l furor y<br />
la pasión popular. En esta dirección apunta la no aparición <strong>de</strong>l académico Leon<strong>el</strong>o en todo <strong>el</strong> Acto<br />
III. De ser esto cierto, pier<strong>de</strong> mucha base la lectura <strong>de</strong> Gómez.<br />
La siguiente interpretación es la escapista, mantenida por Larson 22 , quien afirma que <strong>Lope</strong>,<br />
utilizando una serie <strong>de</strong> <strong>el</strong>ementos rituales : bodas, bailes, cantos, audiencia real, etc., logra<br />
establecer un estrecho contacto con su público para transmitir un arquetípico mítico (triunfo <strong>de</strong>l<br />
heroísmo, <strong>de</strong> la vida sobre la muerte, <strong>de</strong>l bien sobre <strong>el</strong> mal), permitiendo al público saborear una<br />
gloria y una f<strong>el</strong>icidad imposibles <strong>de</strong> alcanzar en la vida real. Me parece que esta interpretación es<br />
fundamentalmente correcta y en nada incompatible con algunas <strong>de</strong> las otras. Aceptado este<br />
escapismo, nada impi<strong>de</strong> analizar las i<strong>de</strong>as políticas subyacentes y la intencionalidad que lo anima.<br />
Una última interpretación que mencionaré es la fascista, expuesta por Calle y Turrino en plena<br />
Guerra Civil española 23 , y también <strong>de</strong>fendida en periódicos por Pemán y Concha Espina 24 . Trata <strong>de</strong><br />
'rescatar' la obra <strong>de</strong> la 'perversión' marxista a la que había sido sometida, haciendo ver que en <strong>el</strong>la la<br />
justicia social se logra al <strong>el</strong>iminarse <strong>el</strong> bárbaro régimen feudal (léase república) para fortalecer <strong>el</strong><br />
gobierno central (léase falangismo). Es una interpretación que, pese a sus arbitrarieda<strong>de</strong>s y admitido<br />
tono polémico, recalca un punto central : la exaltación <strong>de</strong> la monarquía contenida en<br />
Fuenteovejuna. De estar en lo cierto Diez Borque 25 en su análisis <strong>de</strong>l pensamiento político <strong>de</strong><br />
<strong>Lope</strong> (análisis que no incluye Fuenteovejuna entre las obras examinadas), al cual plantea como<br />
esencialmente reaccionario, probablemente sea la fascista una <strong>de</strong> las interpretaciones que mejor<br />
explican la intencionalidad <strong>de</strong> <strong>Lope</strong>.<br />
Como se ve, hay abundancia <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> vista. Se ha intentado trazar la posible genealogía<br />
i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> su pensamiento, para lo cual se ha retrocedido en algunos casos hasta Aristót<strong>el</strong>es. Sin<br />
embargo, y esto llama po<strong>de</strong>rosamente la atención, no he logrado ubicar ni siquiera una alusión a<br />
Maquiav<strong>el</strong>o, pese a la gran difusión c importancia que tenía a principios <strong>de</strong>l XVII la obra <strong>de</strong>l<br />
florentino. Pero será conveniente, antes <strong>de</strong> ver su posible influencia, confrontar la obra con sus<br />
fuentes para, viendo los <strong>el</strong>ementos utilizados, <strong>de</strong>shechados y adaptados por <strong>Lope</strong>, tratar <strong>de</strong> mostrar<br />
qué intención lo animaba a la hora <strong>de</strong> escribirla.<br />
2 ' Ibid., p. 24.<br />
22 D. R. Larson, The <strong>de</strong>v<strong>el</strong>opment of ihe "Honour Plays" of <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong>, apud Kirschner, pp. 40-<br />
41.<br />
23<br />
E. Calle Iturrino, <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong> y clave <strong>de</strong> Fuenteovejuna, Bilbao, Casa Dochao, 1938, apud<br />
Kirschner, p. 23.<br />
24<br />
Véase K. Schwartz, A falangist view of Gol<strong>de</strong>n Age literalure, en Híspanla, XLIX, 1966, pp. 206-<br />
210, apud Kirschner, p. 23.<br />
25 J. M. Diez Borque, Sociología.
138 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
Fuenteovejuna y sus fuentes<br />
A partir <strong>de</strong>l importante estudio <strong>de</strong> Clau<strong>de</strong> Anibal publicado en 1934 26 , ha sido aceptado <strong>de</strong><br />
manera casi unánime que la fuente en que se basó <strong>Lope</strong> para escribir su obra es la Chrónica <strong>de</strong> las<br />
tres ór<strong>de</strong>nes y caballerías <strong>de</strong> Santiago, Calatrava y Alcántara, <strong>de</strong> Francisco <strong>de</strong> Ra<strong>de</strong>s y Andrada,<br />
publicada en Toledo en 1572. Anibal <strong>de</strong>mostró <strong>de</strong> manera convincente los muchos puntos <strong>de</strong> unión<br />
<strong>de</strong>l argumento <strong>de</strong> la obra con la narración histórica, contenida en Ra<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>l levantamiento ocurrido<br />
en Fuenteovejuna en 1476 contra su Comendador. Con esto se creyó que se había resu<strong>el</strong>to <strong>el</strong><br />
problema. No obstante, no todos son <strong>de</strong> la misma opinión. Ya Menén<strong>de</strong>z y P<strong>el</strong>ayo 27 había intuido,<br />
como nos dice Kirschner, la influencia en <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> alguna tradición oral que habría perpetuado lo<br />
acontecido en Fuenteovejuna, y que tenía su expresión más cristalizada en <strong>el</strong> proverbio<br />
"Fuenteovejuna lo hizo", recogido por Covarrubias en su Tesoro <strong>de</strong> la lengua cast<strong>el</strong>lana o española<br />
<strong>de</strong> 1611. Pero la falta <strong>de</strong> pruebas y la argumentación <strong>de</strong> Anibal habían enterrado esta i<strong>de</strong>a. Ribbans,<br />
por ejemplo, afirma :<br />
La fuente <strong>de</strong> la obra se encuentra en la Chrónica <strong>de</strong> las tres Or<strong>de</strong>nes y Caballerías <strong>de</strong> Santiago,<br />
Calatrava y Alcántara, <strong>de</strong> Francisco <strong>de</strong> Ra<strong>de</strong>s y Andrada (1572), <strong>de</strong> la cual fueron tomados <strong>el</strong> tema<br />
principal <strong>de</strong>l levantamiento <strong>de</strong> Fuenteovejuna y <strong>el</strong> subtema <strong>de</strong> la oposición <strong>de</strong>l Maestre <strong>de</strong> Calatrava a<br />
la sucesión <strong>de</strong> los Reyes Católicos. En general, <strong>Lope</strong> sigue fi<strong>el</strong>mente la crónica y, como solía<br />
hacerlo cuando recurría a tales fuentes, toma casi textualmente muchos <strong>de</strong>talles históricos ?%<br />
Esta i<strong>de</strong>a se impone <strong>de</strong> manera casi unánime hasta que en 1979 se publica <strong>el</strong> exc<strong>el</strong>ente estudio<br />
<strong>de</strong> Kirschner, en <strong>el</strong> que la autora sostiene con sólidos argumentos la existencia <strong>de</strong> otras fuentes,<br />
aunque aceptando que la Chrónica <strong>de</strong> Ra<strong>de</strong>s es la más importante. Esta discusión, lejos <strong>de</strong> ser<br />
bizantina, es fundamental para una a<strong>de</strong>cuada comprensión <strong>de</strong> la obra.<br />
La autora divi<strong>de</strong> las posibles fuentes en dos gran<strong>de</strong>s grupos : la tradición oral y la erudita. De la<br />
primera encuentra indicios en cuatro lugares : <strong>el</strong> "Acta <strong>de</strong>l Cabildo <strong>de</strong> Tunja" <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong><br />
1594 ; los Sermones <strong>de</strong> Quaresma <strong>de</strong>l padre Juan <strong>de</strong> Luna, publicados en Madrid en 1609 ; los<br />
Emblemas morales <strong>de</strong> Covarrubias y <strong>el</strong> Tesoro <strong>de</strong>l mismo autor. En cuanto a la tradición erudita,<br />
cita la autora tres fuentes : la "Conjuración <strong>de</strong> los <strong>de</strong> Fuenteovejuna, que dieron cru<strong>el</strong> muerte al<br />
Comendador y Mayor <strong>de</strong> Calatrava Fernando Ramírez <strong>de</strong> Guzmán", contenida en <strong>el</strong> capítulo IV <strong>de</strong><br />
la Crónica <strong>de</strong> Enrique IV <strong>de</strong> Alfonso <strong>de</strong> Palencia ; la ya citada Chrónica <strong>de</strong> Ra<strong>de</strong>s, y lo referente al<br />
levantamiento contenido en <strong>el</strong> libro XXVI, capítulo XI <strong>de</strong> la Historia general <strong>de</strong> España <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong><br />
Mariana. Kirschner analiza la posibilidad <strong>de</strong> que <strong>Lope</strong> haya conocido estas fuentes, y llega a las<br />
siguientes conclusiones : a) es seguro que <strong>Lope</strong> conocía la tradición oral, dada su gran<br />
popularidad ; b) es muy posible que conociera las obras <strong>de</strong> Covarrubias, aparentemente anteriores a<br />
Fuenteovejuna y muy divulgadas en su época ; c) <strong>Lope</strong> conocía la Crónica <strong>de</strong> Palencia, ya que<br />
según la crítica aceptada se basó en <strong>el</strong>la para escribir El mejor mozo <strong>de</strong> España, probablemente<br />
anterior a Fuenteovejuna. Estamos, entonces, ante un panorama más complejo que <strong>el</strong> usualmente<br />
26<br />
C. Anibal, The historical éléments of <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong>'s "Fuenteovejuna", en PMLA, XLIX,<br />
September, 1934, pp. 657-718, apud Kirschner, pp. 65-66.<br />
27<br />
M. Menén<strong>de</strong>z y P<strong>el</strong>ayo, "Fuenteovejuna", en vol. V <strong>de</strong> Obras Completas, Madrid, Librería General<br />
<strong>de</strong> Victoriano Suárez, 1925, pp. 194-205, apud Kirschner, p. 45.<br />
2<br />
« G. W. Ribbans, op. cit., p. 91-92.
presentado. Afirma Kirschner :<br />
FUENrEOVEJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 13 9<br />
El hecho <strong>de</strong> Fuenteovejuna, como acabamos <strong>de</strong> comprobar, se mantenía vivo en la tradición oral<br />
aunque <strong>de</strong> modo latente. El episodio histórico se había olvidado hasta <strong>el</strong> punto que Covarrubias<br />
sintió la necesidad <strong>de</strong> suplir en su diccionario la conexión entre los sucesos y las connotaciones<br />
populares <strong>de</strong>l refrán. <strong>Lope</strong>, pues, al a<strong>de</strong>ntrarse en la <strong>el</strong>aboración dramática <strong>de</strong>l acontecimiento<br />
histórico, entraba en terreno r<strong>el</strong>ativamente <strong>de</strong>sconocido para su público. Limitado solamente por <strong>el</strong><br />
mito <strong>de</strong> la unanimidad <strong>de</strong>l grupo y por ¡o que podría llamarse la ejecución violenta <strong>de</strong>l Comendador,<br />
<strong>Lope</strong> podía usar <strong>de</strong> las fuentes históricas con suma libertad y adaptarlas a sus necesida<strong>de</strong>s artísticas.<br />
Como pensamos <strong>de</strong>mostrar, la s<strong>el</strong>ección que hizo <strong>de</strong> sus fuentes escritas no es tan automática ni tan<br />
sencilla como algunos críticos presumen.^<br />
Kirschner se concentra en su análisis en los criterios artísticos <strong>de</strong> s<strong>el</strong>ección ; yo me concentraré en<br />
los políticos.<br />
Lo primero que salta a la vista es que las hu<strong>el</strong>las escritas <strong>de</strong> la tradición oral su<strong>el</strong>en referirse a lo<br />
acontecido en Fuenteovejuna en términos con<strong>de</strong>natorios. De dichas fuentes, sólo la <strong>de</strong>l Tesoro es<br />
neutral, siendo las otras abiertamente con<strong>de</strong>natorias. O sea que, al menos entre los grupos sociales<br />
con acceso a la escritura, parece haber prevalecido en dicha tradición una reacción negativa ante <strong>el</strong><br />
levantamiento. En lo referente a la erudita, encontramos en Palencia una con<strong>de</strong>na total a la<br />
reb<strong>el</strong>ión, y en Ra<strong>de</strong>s y Mariana una actitud explicativa en la que, si bien no se aplau<strong>de</strong> <strong>el</strong> hecho,<br />
tampoco se le con<strong>de</strong>na. Con lo cual llegamos a un punto fundamental : entre los materiales a su<br />
disposición, <strong>Lope</strong> ha escogido aquél que mira con más simpatía la revu<strong>el</strong>ta. Ya no se trata <strong>de</strong> que<br />
<strong>Lope</strong> sigue <strong>el</strong> punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> Ra<strong>de</strong>s, sino <strong>de</strong> que lo escoge como base <strong>de</strong> su obra.<br />
Pero <strong>Lope</strong> no sigue en todo a Ra<strong>de</strong>s, apartándose <strong>de</strong> él en varios puntos. Algunos <strong>de</strong> los<br />
críticos se han referido a varios <strong>de</strong> los cambios : Carter 30 , por ejemplo, ha hecho notar algunos<br />
cambios introducidos por <strong>Lope</strong> en <strong>el</strong> final <strong>de</strong> la obra ; Rubens 31 , a su vez, apunta acertadamente<br />
que <strong>Lope</strong> traslada <strong>el</strong> problema <strong>de</strong>l ámbito jurídico al político. Gómez Moriana 32 , uno <strong>de</strong> los que<br />
más acertadamente se refiere a los cambios, <strong>de</strong>muestra que una buena parte <strong>de</strong> éstos tiene la<br />
intención <strong>de</strong> presentar <strong>de</strong> la manera más favorable posible la reb<strong>el</strong>ión, pero su atribución a <strong>Lope</strong> <strong>de</strong><br />
una visión pro-pueblo que llegaría a la crítica <strong>de</strong>l rey mismo, le impi<strong>de</strong> explicar a<strong>de</strong>cuadamente los<br />
cambios notados por Carter. Kirschner, al analizar <strong>el</strong> tema 33 , resalta algunos aspectos importantes<br />
pero también comete errores <strong>de</strong> monta, como cuando afirma que <strong>el</strong> Comendador y <strong>el</strong> Maestre están<br />
totalmente <strong>de</strong>sligados en Ra<strong>de</strong>s.<br />
Por todo lo anterior, consi<strong>de</strong>ro que no se ha dado hasta ahora una a<strong>de</strong>cuada visión <strong>de</strong> conjunto al<br />
respecto, lo que reviste más importancia <strong>de</strong> lo que pudiera parecer a primera vista, ya que una buena<br />
parte <strong>de</strong> la tan discutida intención política <strong>de</strong>l autor podría encontrar aquí su clave. Por <strong>el</strong>lo, doy<br />
aquí <strong>el</strong> listado <strong>de</strong> los cambios introducidos por <strong>Lope</strong> respecto a Ra<strong>de</strong>s :<br />
29 T. Kirschner, op. cit., p. 53.<br />
30 Cf. R. Carter, art. cit., pp. 329-331.<br />
31 E. F. Rubens, "Fuenteovejuna", p. 136.<br />
32 A. Gómez Moriana, op. cit., pp. 69 y sigs.<br />
33 T. Kirschner, op. cit., cap. IV.
140 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
RADES<br />
1. El Maestre es inducido a atacar<br />
Ciudad Real por <strong>el</strong> Marqués <strong>de</strong> Villena<br />
su primo, y <strong>el</strong> Con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Villena, su<br />
hermano.<br />
2. No se menciona al Comendador en<br />
<strong>el</strong> ataque a Ciudad Real.<br />
3. Ciudad Real se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> para no<br />
salir <strong>de</strong> la jurisdicción <strong>de</strong> la Corona Real.<br />
4. Tras la captura <strong>de</strong> Ciudad Real por<br />
tropas <strong>de</strong> los Reyes Católicos, éstas<br />
combaten por algunos años con <strong>el</strong> Maestre<br />
antes <strong>de</strong> que éste se una a los Reyes.<br />
5. Villanos gritan "mueran los traidores y<br />
los malos cristianos" durante <strong>el</strong> ataque<br />
contra <strong>el</strong> Comendador.<br />
6. Comendador y sirvientes se<br />
<strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n por dos horas.<br />
7. Villanos injurian verbalmente al<br />
Comendador y a sus padres.<br />
8. Villanos matan a 14 sirvientes<br />
<strong>de</strong>l Comendador.<br />
9. Defenestración y ensañamiento <strong>de</strong><br />
la muchedumbre con <strong>el</strong> Comendador<br />
se da estando éste vivo.<br />
10. Mujeres nombran una capitana, una<br />
alférez y hacen una ban<strong>de</strong>ra.<br />
11. Villanos no dan <strong>el</strong> cuerpo <strong>de</strong>l<br />
Comendador a sus sirvientes para<br />
su entierro.<br />
12. Los Reyes, tras ser informados <strong>de</strong>l<br />
resultado <strong>de</strong> los interrogatorios y<br />
<strong>de</strong> las tiranías <strong>de</strong>l Comendador,<br />
or<strong>de</strong>nan se cierre <strong>el</strong> caso.<br />
13. Comendador tiene muchos<br />
soldados en la villa, a quienes<br />
permite todo tipo <strong>de</strong> atrop<strong>el</strong>los<br />
contra los habitantes, soldados que<br />
<strong>de</strong>cía tener para apoyar al Rey <strong>de</strong><br />
Portugal por mandato <strong>de</strong>l Maestre.<br />
LOPE<br />
El Maestre es inducido por<br />
<strong>el</strong> Comendador Fernán Gómez.<br />
El Comendador participa en<br />
<strong>el</strong> ataque.<br />
Ciudad Real se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más para<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r su patrimonio.<br />
El Maestre se adhiere al bando <strong>de</strong><br />
Fernando e Isab<strong>el</strong> casi inmediatamente<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r Ciudad Real.<br />
Villanos gritan a<strong>de</strong>más "¡Mueran los<br />
tiranos!"<br />
Comendador y sirvientes<br />
casi no se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n.<br />
Injurias <strong>de</strong>saparecen.<br />
Villanos parecen matar<br />
sólo a 2 sirvientes.<br />
Comendador parece estar muerto antes<br />
<strong>de</strong> ser lanzado por la ventana<br />
a la muchedumbre.<br />
Se nombra una alférez pero Laurencia se<br />
niega explícitamente a nombrar capitana<br />
y a hacer ban<strong>de</strong>ra.<br />
No se menciona nada al respecto.<br />
Los Reyes perdonan ante la imposibilidad<br />
<strong>de</strong> averiguar los culpables, pero<br />
enfatizando lo grave <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito.<br />
Comendador tiene criados<br />
que se limitan a seguir sus<br />
ór<strong>de</strong>nes.
FUENTEOVEJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 141<br />
14. Tras matar al Comendador, Se mantiene a las autorida<strong>de</strong>s locales,<br />
villanos quitan las varas y cargos <strong>de</strong><br />
justicia a sus poseedores,<br />
repartiéndolos a capricho.<br />
15. Villanos se ponen bajo la Villanos se ponen bajo la<br />
jurisdicción <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Córdoba. jurisdicción <strong>de</strong> la Corona.<br />
Teniendo a la vista los cambios, ¿qué intencionalidad po<strong>de</strong>mos encontrar en <strong>el</strong>los? Consi<strong>de</strong>ro<br />
que <strong>el</strong> 1, 2, 6, y 13 tienen como función primordial recargar todos los aspectos negativos en la<br />
figura <strong>de</strong>l Comendador, que pasa a ser <strong>el</strong> inducidor <strong>de</strong> la <strong>de</strong>slealtad <strong>de</strong>l Maestre, partícipe en <strong>el</strong>la y<br />
único culpable <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> en Fuenteovejuna, <strong>el</strong>iminando <strong>de</strong> paso su <strong>de</strong>fensa ante <strong>el</strong><br />
levantamiento, que en la Crónica <strong>de</strong> Palencia era prolongada a toda una noche. En íntima conexión<br />
con esto, <strong>el</strong> 4 y <strong>el</strong> 13 suavizan la culpa <strong>de</strong>l Maestre, al hacerle volver al bando <strong>de</strong> los Reyes<br />
Católicos casi <strong>de</strong> inmediato y <strong>de</strong>sligarlo <strong>de</strong> toda responsabilidad por los hechos <strong>de</strong> Fuenteovejuna.<br />
En cuanto a los números 7, 8, 9, 11, y 14, constituyen un medio <strong>de</strong> presentar <strong>de</strong> la manera más<br />
favorable los sucesos r<strong>el</strong>acionados con la reb<strong>el</strong>ión, <strong>el</strong>iminándole los aspectos más cru<strong>el</strong>es y<br />
subversivos. Claro está que algunos <strong>de</strong> estos cambios también pue<strong>de</strong>n ser vistos en función <strong>de</strong> la<br />
estrategia textual <strong>de</strong> la obra, lo que es evi<strong>de</strong>nte en <strong>el</strong> 10 ; <strong>el</strong>lo no contradice su función política.<br />
Sin embargo, consi<strong>de</strong>ro que <strong>el</strong> 5, con la inclusión <strong>de</strong>l grito "mueran los tiranos", es <strong>el</strong> que aquí<br />
más interesa, ya que resulta claro que al pasar <strong>de</strong> "traidores" a "tiranos" se está pasando <strong>de</strong>l terreno<br />
moral al político. <strong>Lope</strong> ha optado por no mantener su drama en <strong>el</strong> campo <strong>de</strong> la moral, como<br />
preten<strong>de</strong>n los que hacen <strong>de</strong> Fuenteovejuna un drama <strong>de</strong> honor, aun cuando trata y utiliza dicho<br />
tema. No sólo nos indican estos cambios <strong>el</strong> carácter conscientemente político <strong>de</strong> la obra, sino que<br />
nos ayudan a <strong>de</strong>cidir cuáles son las i<strong>de</strong>as contenidas en la comedia a este niv<strong>el</strong>.<br />
Fuenteovejuna y <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo<br />
La tesis que aquí <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ré afirma que la principal influencia que se nota en <strong>el</strong> pensamiento<br />
político contenido en Fuenteovejuna es <strong>el</strong> pensamiento <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o contenido en El Príncipe.<br />
No implica <strong>el</strong>lo, obviamente, que no se puedan rastrear otras influencias, ni tampoco <strong>el</strong> que <strong>Lope</strong><br />
lo haya asimilado necesariamente en <strong>el</strong> libro mismo <strong>de</strong>l florentino, pese a que hay indicios que nos<br />
hacen ver la posibilidad <strong>de</strong> que hubiera ocurrido así, como <strong>el</strong> conocimiento y profundo interés que<br />
tenía <strong>el</strong> Duque <strong>de</strong> Sessa en Maquiav<strong>el</strong>o ; ya volveré sobre esto. En todo caso, <strong>el</strong>lo no es <strong>de</strong>cisivo.<br />
Creo que, ya fuera en sus textos originales, ya a través <strong>de</strong>l tacitismo, ya simplemente porque <strong>el</strong><br />
pensamiento maquiavélico ocupaba en esta época un espacio cada vez mayor <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />
pensamiento político, <strong>el</strong> hecho es que <strong>el</strong> drama lopesco está profundamente imbuido <strong>de</strong><br />
maquiav<strong>el</strong>ismo.<br />
Un primer rasgo que salta a la vista es <strong>el</strong> monarquismo absolutista <strong>de</strong>fendido por <strong>Lope</strong>, y que<br />
sin embargo algunos críticos han negado en <strong>el</strong> caso concreto <strong>de</strong> Fuenteovejuna. Los Reyes<br />
Católicos no son en esta obra, como preten<strong>de</strong> Parker, <strong>el</strong> tradicional <strong>de</strong>us-ex-machina, sino<br />
personajes inportantes para su <strong>de</strong>sarrollo y comprensión. Si <strong>Lope</strong> introduce todo <strong>el</strong> episodio <strong>de</strong><br />
Ciudad Real y las alusiones a la Guerra Civil, y cambia drásticamente la parte final <strong>de</strong> la Chrónica,<br />
<strong>el</strong>lo se explica porque da a los Reyes un pap<strong>el</strong> central en la obra. El episodio <strong>de</strong> Ciudad Real<br />
permite : a) cargar las tintas contra <strong>el</strong> Comendador, incitador <strong>de</strong> la <strong>de</strong>slealtad, lo que a su vez se<br />
constituirá en un motivo, aunque bastante secundario, <strong>de</strong> su muerte (recor<strong>de</strong>mos que <strong>el</strong> grito <strong>de</strong>
142 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
"mueran los traidores" se mantiene) ; b) plantear una evolución positiva <strong>de</strong>l Maestre, que tras su<br />
<strong>de</strong>slealtad se hace un fi<strong>el</strong> servidor <strong>de</strong> la Corona ; c) enfatizar la nobleza y generosidad <strong>de</strong> los Reyes<br />
por medio <strong>de</strong> su perdón al Maestre y d) ayudar a presentar la Corona como <strong>el</strong> <strong>el</strong>emento <strong>de</strong> unión y<br />
estabilidad en las situaciones <strong>de</strong> crisis. Apunto aquí <strong>de</strong> pasada que en Palencia <strong>el</strong> Comendador se<br />
atraía <strong>el</strong> odio <strong>de</strong>l Maestre por <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r <strong>el</strong> bando <strong>de</strong> los Reyes Católicos, lo que acentúa aún más la<br />
evolución sufrida por este personaje, y nos señala uno <strong>de</strong> los posibles motivos que llevaron a <strong>Lope</strong><br />
a preferir a Ra<strong>de</strong>s. En cuanto al cambio <strong>de</strong>l final, cambio tanto en los motivos <strong>de</strong>l perdón como en<br />
la jurisdicción adoptada por la villa y su actitud ante <strong>el</strong> po<strong>de</strong>r, <strong>el</strong>lo permite : a) enfatizar <strong>el</strong> carácter<br />
absoluto, y al mismo tiempo generoso, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r real, capaz <strong>de</strong> perdonar un <strong>de</strong>lito por grave que se<br />
consi<strong>de</strong>re ; b) hacer ver que los villanos consi<strong>de</strong>ran al po<strong>de</strong>r real como la única fuente real <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r,<br />
así como <strong>el</strong> más justo ; y c) plantear la superioridad <strong>de</strong> la jurisdicción real sobre cualquier otra.<br />
Maravall afirma que esto era un tópico corriente en la época : "Los pueblos llevan a cabo gran<strong>de</strong>s<br />
esfuerzos por verse integrados en la jurisdicción real, a lo cual, como ya vimos, llaman libertad. A<br />
veces compran este <strong>de</strong>recho mediante gran<strong>de</strong>s sumas. (...). Y en juristas, cronistas, escritores<br />
políticos, dramaturgos, la estampa <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> realengo se exalta, en sus liberta<strong>de</strong>s y bienestar,<br />
sobre la <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> señorío" 34 . Carter ha señalado como las dos tramas <strong>de</strong> la obra tienen su<br />
confluencia última, tras implicar ambas una quiebra <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r constituido, en la escena final, en<br />
que villanos y Maestre llegan a la corte <strong>de</strong>l Rey a ofrecer su alianza y solicitar <strong>el</strong> perdón <strong>de</strong> la<br />
Corona. Recor<strong>de</strong>mos a<strong>de</strong>más que incluso Flores, adversario <strong>de</strong> los Reyes Católicos, es a éstos a<br />
quienes solicita se haga justicia. Todo apunta, entonces, a la exaltación y <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la monarquía<br />
absoluta. La Corona se plantea como la impulsora y la encarnación <strong>de</strong> la unidad nacional, yendo en<br />
esto mucho más allá que la simple alianza Reyes-pueblo que algunos han <strong>de</strong>fendido, alianza que<br />
implicaría <strong>el</strong> que la Corona no represente a<strong>de</strong>cuadamente los intereses <strong>de</strong> la nobleza, que quedaría al<br />
margen <strong>de</strong>l proyecto real. Esto, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser históricamente falso, conllevaría la existencia <strong>de</strong> un<br />
po<strong>de</strong>r ajeno al real y opuesto a éste. El perdón simultáneo a Maestre y villanos nos indica la<br />
inclusión en <strong>el</strong> seno real <strong>de</strong> ambos segmentos <strong>de</strong> la población. Este absolutismo, que aunque no es<br />
exclusivo <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o encuentra en él a su principal y más difundido exponente <strong>de</strong> la época,<br />
marca una ruptura con la tradición escolástica en que algunos han querido ubicar a <strong>Lope</strong>. Esta<br />
ruptura también queda patente en la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> la imposibilidad <strong>de</strong> aplicar en la práctica <strong>el</strong> extremo<br />
racionalismo que caracteriza a esta tradición. Carter, quien es junto con Gómez <strong>el</strong> que más a fondo<br />
ha estudiado <strong>el</strong> tema, dice :<br />
El intento <strong>de</strong> los campesinos por <strong>de</strong>cidir lo que <strong>de</strong>ben hacer por la vía <strong>de</strong> la argumentación es<br />
súbitamente <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> lado por <strong>el</strong> dramaturgo, quien está mostrándonos que problemas tales como los<br />
que hemos presenciado en la obra no son, en la práctica, resu<strong>el</strong>tos racionalmente, a pesar <strong>de</strong> los<br />
esfuerzos <strong>de</strong> los teóricos por encontrar soluciones racionales : habiendo sido roto <strong>el</strong> or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la villa<br />
en todos sus niv<strong>el</strong>es, no es esperable que <strong>el</strong>los puedan <strong>de</strong>cidir qué hacer basándose en razonamientos<br />
académicos (aunque lo intentan). La masacre, entonces, no es <strong>el</strong> resultado <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>nado proceso <strong>de</strong><br />
razonamiento, sino <strong>de</strong> lo contrario : <strong>de</strong> la completa ruptura <strong>de</strong> la razón y <strong>el</strong> or<strong>de</strong>n. <strong>Lope</strong> nos ofrece<br />
una imitatio vitae más que una ¡miiatio libri.^ 5<br />
Esto último, justamente, era <strong>el</strong> confesado propósito <strong>de</strong>l florentino. Curiosamente, Carter ve<br />
todas las dificulta<strong>de</strong>s que hay en tratar <strong>de</strong> ubicar a <strong>Lope</strong> en la tradición escolástica, mas no la<br />
34 J. A. Maravall, Estado mo<strong>de</strong>rno y mentalidad social (T. II), p. 8.<br />
35 R. Carter, op. cit., p. 326.
FUENTEOVEJUNA Y EL MAQUIAVELISMO \ 43<br />
conexión con Maquíav<strong>el</strong>o.<br />
Pero lo más significativo, porque es algo que probablemente haya aflorado <strong>de</strong> manera no<br />
totalmente consciente, es que mientras los personajes 'simpáticos' <strong>de</strong> la obra se comportan<br />
maquiavélicamente, con <strong>el</strong> Comendador ocurre lo contrario. O sea que <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo, en sus<br />
aspectos más básicos y menos llamativos, ha sido interiorizado como norma <strong>de</strong> valoración <strong>de</strong> la<br />
actividad política. Claro está que es un maquiav<strong>el</strong>ismo <strong>de</strong>l que se han <strong>de</strong>sterrado los aspectos<br />
notoriamente escandalosos, pero los <strong>de</strong> más fondo aparecen, y en grado tal que hace imposible<br />
pensar en una mera coinci<strong>de</strong>ncia. Veamos.<br />
Al estudiar <strong>el</strong> comportamiento <strong>de</strong>l Comendador se evi<strong>de</strong>ncia su alejamiento <strong>de</strong> todas las normas<br />
maquiavélicas. Don Fernán Gómez empieza por ser recibido en la al<strong>de</strong>a con gran<strong>de</strong>s muestras <strong>de</strong><br />
amor por parte <strong>de</strong> los villanos (pese a que nos enteramos <strong>de</strong>spués por Laurencia y por él mismo<br />
que ya había seducido a muchas mujeres), tal y como correspon<strong>de</strong>, según Maquiav<strong>el</strong>o, a los<br />
sentimientos que sienten los subditos por quien consi<strong>de</strong>ren su señor natural y legítimo. La<br />
autoridad que se funda en este amor, dice <strong>el</strong> florentino, es la más fácil <strong>de</strong> preservar y sólo se disipa<br />
si <strong>el</strong> gobernante comete graves errores 36 , que es exactamente lo que hace Don Fernán.<br />
Maquiav<strong>el</strong>o afirma que las ofensas hechas a los hombres <strong>de</strong>ben ser <strong>de</strong> tal carácter que impidan la<br />
venganza 37 ; <strong>el</strong> Comendador ofen<strong>de</strong> a lodo <strong>el</strong> pueblo, pero <strong>de</strong> una manera tal que más bien la<br />
propicia.<br />
Respecto a la cru<strong>el</strong>dad leemos en El Príncipe : "Cru<strong>el</strong>dad mal usada es aquélla que, aunque<br />
infrecuente al principio, conforme avanza <strong>el</strong> tiempo crece en intensidad, en vez <strong>de</strong> ir disminuyendo"<br />
(VIII). Esta cru<strong>el</strong>dad es exactamente la que aplica Don Fernán ; y <strong>de</strong> sus practicantes nos dice<br />
Maquiav<strong>el</strong>o que difícilmente pue<strong>de</strong>n permanecer en <strong>el</strong> po<strong>de</strong>r, lo que se cumple en este caso.<br />
En El Príncipe se afirma que <strong>el</strong> gobernante <strong>de</strong>be ser previsor, ya que los disturbios son como<br />
algunas enfermeda<strong>de</strong>s, difíciles <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar y fáciles <strong>de</strong> curar al principio, fáciles <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar y<br />
difíciles <strong>de</strong> curar <strong>de</strong>spués 38 : <strong>el</strong> Comendador es incapaz <strong>de</strong> prever, ni por un instante, la amenaza<br />
que se cierne sobre él. En su caso esto se une a otro rasgo totalmente inmaquiavélico : la<br />
incapacidad <strong>de</strong> escuchar consejos y advertencias <strong>de</strong> quienes lo ro<strong>de</strong>an. Leemos en El Príncipe : "un<br />
príncipe que no es sabio por sí mismo no pue<strong>de</strong> ser bien aconsejado" (XXIII) ; en Fuenteovejuna,<br />
tras ofen<strong>de</strong>r <strong>el</strong> Comendador a los villanos <strong>de</strong> la manera más estúpida e innecesaria, reclamándoles<br />
que sus mujeres no se le entregan como él quisiera, Ortuño trata <strong>de</strong> aconsejarlo, pero cae en oídos<br />
sordos :<br />
COMENDADOR ¿Qué os parece <strong>de</strong> esta gente?<br />
OKFUÑO No sabes disimular,<br />
que no (quieres) escuchar<br />
36 "Porque <strong>el</strong> príncipe natural tiene menos necesidad y motivos <strong>de</strong> ofen<strong>de</strong>r, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se sigue que es<br />
más amado ; y, si vicios extraordinarios no lo hacen odiado, es razonable esperar que sus subditos lo<br />
quieran." (II)<br />
37 "Los hombres <strong>de</strong>ben ser o mimados o liquidados, porque si se vengan <strong>de</strong> las ofensas leves, <strong>de</strong> las<br />
graves no pue<strong>de</strong>n ; la ofensa que se hace a un hombre <strong>de</strong>be ser tal que no se tema la venganza." (III)<br />
38 "Suce<strong>de</strong> aquí lo que dicen los médicos <strong>de</strong> la tisis : que al principio es fácil <strong>de</strong> curar y difícil <strong>de</strong><br />
diagnosticar y, conforme pasa <strong>el</strong> tiempo, no habiéndose conocido ni tratado al principio, se vu<strong>el</strong>ve fácil<br />
<strong>de</strong> conocer y difícil <strong>de</strong> curar. Lo mismo acontece en política, cuyos problemas, si se i<strong>de</strong>ntifican<br />
rápidamente (lo que es dado sólo a los pru<strong>de</strong>ntes) se pue<strong>de</strong>n corregir rápidamente ; mas cuando, por no<br />
haberlos reconocido, se <strong>de</strong>jan avanzar hasta que se hacen evi<strong>de</strong>ntes, ya no tienen remedio." (III)
144 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
<strong>el</strong> disgusto que se siente.<br />
COMENDADOR ¿Estos se igualan conmigo?<br />
ORTUÑO Que no es aqueso igualarse. (1023-1028, Acto 11)<br />
Decía Maquiav<strong>el</strong>o que todo gobernante <strong>de</strong>be atraerse las autorida<strong>de</strong>s subalternas, <strong>de</strong> manera que<br />
éstas, con su influencia sobre la población, estén a su servicio. El Comendador hace todo lo<br />
contrario, ofendiendo <strong>de</strong> todas las maneras posibles a las autorida<strong>de</strong>s locales, con lo que éstas pasan<br />
<strong>de</strong> ser su apoyo natural a ser quienes propongan la reb<strong>el</strong>ión.<br />
Muchas <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong>l Comendador, que <strong>de</strong>sembocarán en su muerte, se dan por <strong>el</strong> exceso<br />
<strong>de</strong> confianza que tiene éste en su autoridad y po<strong>de</strong>r sobre los villanos, error sobre <strong>el</strong> cual se había<br />
llamado expresamente la atención en El Príncipe cuando, refiriéndose al gobernante, se dice que<br />
"<strong>de</strong>be proce<strong>de</strong>r mo<strong>de</strong>radamente, con pru<strong>de</strong>ncia y humanidad, para que una excesiva confianza no lo<br />
haga incauto" (XVII).<br />
Tal vez don<strong>de</strong> más se evi<strong>de</strong>ncia <strong>el</strong> total inmaquiav<strong>el</strong>ismo <strong>de</strong> Don Fernán es en la manera en que<br />
éste se atrae <strong>el</strong> odio <strong>de</strong> la villa, odio que según Maquiav<strong>el</strong>o <strong>de</strong>be ser evitado por todo gobernante a<br />
cualquier costo. Tras afirmar las ventajas que hay para <strong>el</strong> gobernante en ser temido, nos dice <strong>el</strong><br />
florentino :<br />
No obstante, <strong>el</strong> príncipe <strong>de</strong>be hacerse temer <strong>de</strong> modo que, si no logra ser amado, evite <strong>el</strong> ser<br />
odiado ; porque muy bien pue<strong>de</strong>n coexistir <strong>el</strong> ser temido y no ser odiado. Esto se logra siempre que <strong>el</strong><br />
príncipe se abstenga <strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus subditos y ciudadanos, así como <strong>de</strong> sus mujeres; si aun<br />
así es necesario proce<strong>de</strong>r contra la vida <strong>de</strong> alguien, hay que hacerlo sólo cuando haya una<br />
justificación a<strong>de</strong>cuada y una razón evi<strong>de</strong>nte. (XVIII)<br />
Maquiav<strong>el</strong>o consi<strong>de</strong>ra este punto tan importante, que vu<strong>el</strong>ve sobre él posteriormente : "<strong>el</strong> príncipe<br />
<strong>de</strong>be, como ya lo he dicho, evitar todo aqu<strong>el</strong>lo que lo pueda hacer odiado y <strong>de</strong>spreciado. (...) Odiado<br />
lo hará, sobre todo, como ya dije, <strong>el</strong> ser rapaz y usurpador <strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>s y mujeres <strong>de</strong> los<br />
subditos, <strong>de</strong> las cuales se <strong>de</strong>be abstener ; que la mayoría <strong>de</strong> los hombres vivirán contentos siempre<br />
que no se les <strong>de</strong>spoje <strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>s o <strong>el</strong> honor" (XIX). El Comendador viola sistemáticamente<br />
estos preceptos ; ya vimos como, pese a ser <strong>el</strong> problema <strong>de</strong>l honor más importante, también hay<br />
indicios suficientes para saber que les robaba sus propieda<strong>de</strong>s, punto en <strong>el</strong> que sigue a Ra<strong>de</strong>s, quien<br />
afirma, tras mencionar las trop<strong>el</strong>ías que permitía a sus soldados : "ultra <strong>de</strong> esto, <strong>el</strong> mismo<br />
Comendador mayor había hecho gran<strong>de</strong>s agravios y <strong>de</strong>shonras a los <strong>de</strong> la villa, tomándoles por<br />
fuerza sus hijas y mujeres, robándoles sus haciendas, para sustentar aqu<strong>el</strong>los soldados que tenía,<br />
con título y color que <strong>el</strong> Maestre Don Rodrigo Téllez Girón su seflor lo mandaba" 39 . En cuanto a<br />
lo <strong>de</strong> las ejecuciones sin justificación, si bien es cierto que no llega a cometer ninguna, también lo<br />
es que en <strong>el</strong> momento <strong>de</strong> su muerte ya había or<strong>de</strong>nado la primera, <strong>de</strong> la cual Frondoso sería la<br />
víctima.<br />
Este odio que <strong>el</strong> Comendador se atrae sobre sí genera la ap<strong>el</strong>ación <strong>de</strong> los villanos a una<br />
autoridad superior, lo cual es planteado por Maquiav<strong>el</strong>o como una <strong>de</strong> las cosas que un gobernante<br />
<strong>de</strong>be evitar con más cuidado. Las víctimas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>safueros <strong>de</strong>l Comendador empiezan por ap<strong>el</strong>ar a<br />
Dios :<br />
39 F. <strong>de</strong> Ra<strong>de</strong>s y Andrada, Chrónica, Folio 80a <strong>de</strong> los correspondientes a la Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Calatrava.
FUEsraOVE/UNA Y EL MAQUIAVELISMO 145<br />
JACINTA ¡Piedad, señor!<br />
COMENDADOR No hay piedad.<br />
JACINTA Ap<strong>el</strong>o <strong>de</strong> tu cru<strong>el</strong>dad<br />
a la justicia divina. (1274-1276, Acto II)<br />
Ante la ineficacia <strong>de</strong> esta justicia, y en vista <strong>de</strong> que continúan los atrop<strong>el</strong>los cometidos en su<br />
contra, los villanos empiezan a ap<strong>el</strong>ar a una autoridad más terrena :<br />
ESTEBAN<br />
que Reyes hay en Castilla,<br />
que nuevas ór<strong>de</strong>nes hacen,<br />
con que <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes quitan.<br />
Y harán mal, cuando <strong>de</strong>scansen<br />
<strong>de</strong> las guerras, en sufrir<br />
en sus villas y lugares<br />
a hombres tan po<strong>de</strong>rosos<br />
por traer cruces tan gran<strong>de</strong>s. (1620-1627, Acto II)<br />
El Comendador, una vez más, se muestra sordo a todo p<strong>el</strong>igro, y finalmente los villanos acabarán<br />
reb<strong>el</strong>ándose en nombre <strong>de</strong> sí mismos y <strong>de</strong> los Reyes Católicos, bajo cuya jurisdicción y amparo se<br />
pondrán. Se ha provocado la intervención, simbólica al principio y directa al final, <strong>de</strong> una autoridad<br />
superior.<br />
Ya en plena reb<strong>el</strong>ión, <strong>el</strong> Comendador intentará dos recursos <strong>de</strong>sesperados, los cuales fracasan y<br />
<strong>de</strong> cuya inutilidad había hablado Maquiav<strong>el</strong>o en El Príncipe : <strong>el</strong> intento <strong>de</strong> mostrar arrepentimiento<br />
y la tentativa <strong>de</strong> guarecerse en un lugar protegido. D<strong>el</strong> primero observa : "Un príncipe <strong>de</strong>be, sobre<br />
todo, comportarse con sus subditos <strong>de</strong> modo tal que ningún acontecimiento, favorable o adverso, lo<br />
obligue a variar su conducta. Porque cuando la adversidad lo hace necesario, no hay tiempo <strong>de</strong><br />
infligir dafios ; y los favores que se hagan entonces son inútiles, ya que se juzgan como forzados,<br />
no acarreando ningún agra<strong>de</strong>cimiento" (VIII). D<strong>el</strong> intento <strong>de</strong> guarecerse <strong>de</strong> la furia popular,<br />
Maquiav<strong>el</strong>o había dicho 40 lo que, casi con las mismas palabras, le observa Flores a su señor :<br />
FLORES Señor, por Dios te pido<br />
que no te hallen aquí.<br />
COMENDADOR Si perseveran,<br />
este aposento es fuerte y <strong>de</strong>fendido.<br />
Ellos se volverán.<br />
FLORES Cuando se alteran<br />
los pueblos agraviados, y resu<strong>el</strong>ven,<br />
nunca sin sangre o sin venganza vu<strong>el</strong>ven. (1866-1871, Acto III)<br />
Queda claro ahora <strong>el</strong> carácter totalmente inmaquiavélico <strong>de</strong>l Comendador. Podríamos reducir<br />
todo lo anterior diciendo que Don Fernán, en vez <strong>de</strong> ser a la vez hombre y bestia como recomienda<br />
Maquiav<strong>el</strong>o, es sólo bestia ; y en vez <strong>de</strong>, al ser bestia, ser león y zorra simultáneamente, es sólo<br />
40 "Pero la mejor fortaleza que existe es no ser odiado por <strong>el</strong> pueblo, porque aunque tengas fortalezas,<br />
si <strong>el</strong> pueblo te odia <strong>el</strong>las no te salvarán." (XX)
14 6 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
león. De este tipo <strong>de</strong> gobernantes <strong>el</strong> florentino opinaba que eran estúpidos y estaban <strong>de</strong>stinados a<br />
caer 41 .<br />
Muy diferente es en cambio la conducta <strong>de</strong> los personajes vistos con buenos ojos en la<br />
comedia : los Reyes Católicos, <strong>el</strong> pueblo y <strong>el</strong> Maestre. Se apegan <strong>el</strong>los a los principales preceptos<br />
<strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo, algunos <strong>de</strong> cuyos rasgos los presentan en común, y otros cada uno por<br />
separado. Veamos primero los rasgos comunes. Hay en los tres una gran astucia que los lleva a<br />
fortalecer sus respectivas posiciones, atrayendo hacia sí las simpatías mediante actos <strong>de</strong>stinados a<br />
tal efecto : <strong>el</strong> pueblo se hace perdonar su reb<strong>el</strong>ión por parte <strong>de</strong> los Reyes, y para <strong>el</strong>lo se ha colocado<br />
previamente bajo su jurisdicción (aunque este motivo no aparece explícito, resulta inevitable<br />
pensar en su gravitación) ; <strong>el</strong> Maestre también se hace perdonar su reb<strong>el</strong>ión, para lo cual pi<strong>de</strong><br />
perdón humil<strong>de</strong>mente y ofrece poner sus fuerzas al servicio <strong>de</strong> la Corona ; los Reyes se ganan la<br />
gratitud <strong>de</strong> ambos, con todo lo que <strong>el</strong>lo implica políticamente hablando, al otorgarles su perdón.<br />
Esta capacidad <strong>de</strong> reforzar la propia posición ganando aliados era altamente alabada por Maquiav<strong>el</strong>o.<br />
También encontramos en <strong>el</strong>los la capacidad <strong>de</strong> previsión tan recomendada por <strong>el</strong> florentino 42 . El<br />
Maestre prevé que <strong>el</strong> futuro está <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los Reyes, y se coloca a sí mismo en <strong>el</strong> bando<br />
ganador ; <strong>el</strong> pueblo prevé la reacción que <strong>de</strong>spertará la reb<strong>el</strong>ión, y se prepara a<strong>de</strong>cuadamente para<br />
enfrentarla ; los Reyes prevén las posibles consecuencias <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong> Ciudad Real por las fuerzas<br />
<strong>de</strong>l Maestre, y toman <strong>de</strong> inmediato acciones para remediar tal situación. Los tres, y siempre con los<br />
Reyes como eje central <strong>de</strong> unión (lo que refuerza <strong>el</strong> monarquismo absolutista <strong>de</strong> corte maquiavélico<br />
<strong>de</strong> la comedia), se inspiran mutuamente temor, en muy diversos grados, pero sin llegar a suscitar<br />
odio, a excepción <strong>de</strong>l que siente <strong>el</strong> Maestre por los villanos al enterarse <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l<br />
Comendador, odio que sin embargo no acarrea consecuencias por la astucia <strong>de</strong> aquéllos <strong>de</strong> someterse<br />
a la Corona. Es obvio que todos temen a los Reyes, pero también es lógico pensar que éstos, a la<br />
hora <strong>de</strong> perdonar al Maestre y a los villanos, han <strong>de</strong>cidido que es mejor tenerlos <strong>de</strong> amigos que <strong>de</strong><br />
enemigos.<br />
Todos, a su vez, son capaces <strong>de</strong> aprovechar para su propio beneficio las circunstancias<br />
prevalecientes, punto que Maquiav<strong>el</strong>o consi<strong>de</strong>raba fundamental 43 . El Maestre aprovecha la necesidad<br />
que tienen los Reyes <strong>de</strong> gente que p<strong>el</strong>ee a su lado ; <strong>el</strong> pueblo aprovecha la guerra civil en curso para<br />
reb<strong>el</strong>arse y ponerse bajo la protección <strong>de</strong> los Reyes ; y los Reyes se aprovechan <strong>de</strong> los hechos<br />
cometidos previamente por <strong>el</strong> Maestre y <strong>el</strong> pueblo para, perdonándolos, atraérs<strong>el</strong>os como aliados<br />
incondicionales. Esto último es, a<strong>de</strong>más, un rasgo <strong>de</strong> los Reyes que respon<strong>de</strong> perfectamente al<br />
pensamiento <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o, quien consi<strong>de</strong>raba que no hay mejores subditos que aquéllos que<br />
sienten la necesidad <strong>de</strong> borrar una mala imagen anterior, recomendando atraerlos cada vez que se<br />
pueda 44 .<br />
41 "Es necesario saber que hay dos maneras <strong>de</strong> combatir : con las leyes y la fuerza. La primera es<br />
propia <strong>de</strong>l hombre, la segunda <strong>de</strong> las bestias, mas ya que la primera muchas veces no basta conviene<br />
recurrir a la segunda, por lo que es necesario para <strong>el</strong> príncipe saber usar bien ambas. (...). Necesitando un<br />
príncipe saber usar bien <strong>el</strong> modo <strong>de</strong> las bestias, <strong>de</strong>be seguir <strong>el</strong> ejemplo <strong>de</strong> la zorra y <strong>el</strong> león, ya que ni <strong>el</strong><br />
león se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>de</strong> las trampas ni la zorra <strong>de</strong> los lobos. Es necesario ser zorra para conocer las trampas, y<br />
león para aterrorizar a los lobos. Los que actúan sólo como leones no entien<strong>de</strong>n <strong>de</strong> política." (XVIII)<br />
42 "Por tanto aquél que en un principado no <strong>de</strong>tecta los males cuando nacen no es verda<strong>de</strong>ramente<br />
sabio, y esto es dado sólo a pocos." (XIII)<br />
43 "Creo que tienen éxito aquéllos que adaptan su modo <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r a las circunstancias, e igualmente<br />
que no lo tienen aquéllos cuyo proce<strong>de</strong>r no se a<strong>de</strong>cúa a éstas." (XXV)<br />
44 "Aqu<strong>el</strong>los hombres que al principio <strong>de</strong> un principado eran enemigos <strong>de</strong>l estado, y que son tales que
FUENTEOVFJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 14 7<br />
También encontramos en los tres un uso maquiavélico <strong>de</strong> la cru<strong>el</strong>dad. Leemos en El Príncipe :<br />
"Po<strong>de</strong>mos llamar bien utilizada aqu<strong>el</strong>la cru<strong>el</strong>dad (si <strong>de</strong>l mal es lícito hablar bien) que es empleada <strong>de</strong><br />
una vez por todas en aqu<strong>el</strong>los casos en que la propia seguridad lo <strong>de</strong>man<strong>de</strong>, sin persistir luego en<br />
<strong>el</strong>la" (VIII). En <strong>el</strong> caso <strong>de</strong>l pueblo vemos que se venga cru<strong>el</strong>mente <strong>de</strong>l Comendador, pero ejerce toda<br />
su cru<strong>el</strong>dad <strong>de</strong> una sola vez y en un momento en que su seguridad está en juego, sin persistir luego<br />
en <strong>el</strong>la ; en <strong>el</strong> caso <strong>de</strong>l Maestre encontramos este mismo uso cuando, tras la conquista <strong>de</strong> Ciudad<br />
Real, da un escarmiento a la población ; y en <strong>el</strong> caso <strong>de</strong> los Reyes su utilización <strong>de</strong> la tortura<br />
respon<strong>de</strong> también a los mismos preceptos. Vistos con un poco <strong>de</strong> <strong>de</strong>tenimiento, los tres personajes<br />
(pueblo, Maestre y Reyes Católicos) reúnen las condiciones requeridas para una conducta<br />
maquiavélica : pue<strong>de</strong>n ser hombres y bestias, y puestos en <strong>el</strong> trance <strong>de</strong> ser bestias pue<strong>de</strong>n ser leones<br />
y zorras simultáneamente.<br />
Cada uno a su vez tiene rasgos propios <strong>de</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo. El Maestre y <strong>el</strong> pueblo, por<br />
ejemplo, comparten la capacidad <strong>de</strong> oír buenos consejos : <strong>el</strong> pueblo escucha <strong>el</strong> <strong>de</strong> Esteban respecto<br />
a lo que ha <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse en la tortura, y <strong>el</strong> Maestre <strong>el</strong> <strong>de</strong>l soldado que le recomienda no castigar a<br />
Fuenteovejuna por estar bajo la protección <strong>de</strong> los Reyes, para así bienquistarse con <strong>el</strong>los. Ambos<br />
cometen, a<strong>de</strong>más, ofensas no vengables por <strong>el</strong> ofendido : <strong>el</strong> pueblo matando al Comendador, <strong>el</strong><br />
Maestre matando a quienes se le oponen en Ciudad Real. Con todo, la situación <strong>de</strong>l Maestre es un<br />
tanto ambigua, <strong>de</strong>bido a la evolución que experimenta en la obra. Esta ambigüedad es reflejada en<br />
<strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que, pese a su valor y astucia, pier<strong>de</strong> Ciudad Real.<br />
Pero son los Reyes, como era previsible, quienes acumulan más rasgos maquiavélicos. Son<br />
<strong>el</strong>los, por ejemplo, los máximos exponentes <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia y previsión en la obra. No hay <strong>de</strong>talle<br />
que se les escape ni situación p<strong>el</strong>igrosa que no combatan con toda energía, lo cual es planteado <strong>de</strong><br />
manera explícita en la obra, en la que aparecen, por ejemplo, explicando toda la importancia <strong>de</strong> la<br />
reconquista <strong>de</strong> Ciudad Real. De la misma manera, cumplen admirablemente con lo recomendado<br />
por Maquiav<strong>el</strong>o en las siguientes líneas : "los príncipes <strong>de</strong>ben hacer ejecutar por otros las medidas<br />
impopulares, y distribuir <strong>el</strong>los mismos los favores. De nuevo, concluyo que un príncipe <strong>de</strong>be<br />
estimar a los nobles, pero no hacerse odiar por <strong>el</strong> pueblo" (XIX). Vemos en la obra cómo los<br />
únicos actos directamente efectuados por <strong>el</strong>los son <strong>el</strong> perdón al Maestre y al pueblo, con lo que al<br />
tiempo que valorizan a la nobleza evitan <strong>el</strong> ser odiados por <strong>el</strong> pueblo. Es este difícil equilibrio entre<br />
las diversas clases sociales algo que enfatizan con la misma fuerza Maquiav<strong>el</strong>o y <strong>Lope</strong>. El primero<br />
afirma : "Los estados bien organizados y los príncipes sabios siempre han tomado gran cuidado en<br />
no <strong>de</strong>sesperar a los nobles y en satisfacer al pueblo y mantenerlo contento, porque ésta es una <strong>de</strong><br />
las más importantes tareas que tiene un príncipe" (XIX). Con respecto a <strong>Lope</strong> creo que, como ya<br />
dije, la única explicación a los cambios introducidos en la cronología y motivación <strong>de</strong>l perdón al<br />
pueblo y al Maestre es la exaltación <strong>de</strong> la Corona en su carácter <strong>de</strong> representante <strong>de</strong> todas las clases<br />
sociales. Esto no siempre ha sido visto en su verda<strong>de</strong>ra dimensión. Así, Carter observa las<br />
dificulta<strong>de</strong>s políticas que podría acarrear un perdón unilateral a favor <strong>de</strong>l pueblo, pero su afirmación<br />
<strong>de</strong> que <strong>el</strong> perdón al Maestre resulta difícil <strong>de</strong> explicar <strong>de</strong>muestra que no vio con total claridad <strong>el</strong><br />
problema. Puesto en la perspectiva <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo, se explica a) que <strong>el</strong> Rey <strong>de</strong>cida dar <strong>el</strong> perdón<br />
al pueblo más como una concesión que como un acto <strong>de</strong> justicia, y b) la doble necesidad <strong>de</strong><br />
perdonar al Maestre : atraérs<strong>el</strong>o a su lado en la guerra civil, y no inclinar p<strong>el</strong>igrosamente la balanza<br />
necesitan algún apoyo, siempre pue<strong>de</strong>n ser ganados por <strong>el</strong> príncipe con suma facilidad ; y mayormente<br />
forzados estarán a servirlo fi<strong>el</strong>mente aquéllos que saben necesario lavar con sus acciones la mala opinión<br />
que se tenía <strong>de</strong> <strong>el</strong>los." (XX)
148 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45, 1989<br />
<strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>l pueblo en <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> la nobleza. No en vano Maquiav<strong>el</strong>o menciona explícitamente<br />
dos veces al Rey Fernando en El Príncipe como ejemplo <strong>de</strong> gobernante sabio y pru<strong>de</strong>nte.<br />
Consi<strong>de</strong>ro haber <strong>de</strong>mostrado <strong>de</strong> manera suficiente <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo subyacente en<br />
Fuenteovejuna. Preveo una objeción : la aplicación <strong>de</strong>l adjetivo "maquiavélica" a la conducta <strong>de</strong>l<br />
pueblo, <strong>de</strong>l Comendador y <strong>de</strong>l Maestre por no ser <strong>el</strong>los príncipes, que era a quienes estaban<br />
<strong>de</strong>stinados los consejos <strong>de</strong> El Príncipe. Contestarla no es difícil : si bien es cierto que <strong>el</strong> libro se<br />
dirige a los príncipes, la intención no es tanto <strong>el</strong> fortalecimiento <strong>de</strong> éstos por sí mismos, sino en<br />
cuanto implica <strong>el</strong> fortalecimiento <strong>de</strong>l estado. Esto se refleja en <strong>el</strong> título original : De Principatibus,<br />
o De los principados. Por tanto, no es estrictamente cierto que sirva sólo a los príncipes : cualquier<br />
precepto sacado <strong>de</strong> él que lleve a un fortalecimiento <strong>de</strong>l estado, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la clase<br />
social que lo aplique, pue<strong>de</strong> ser calificado <strong>de</strong> maquiavélico. Estamos frente al permanente, aunque<br />
últimamente algo <strong>de</strong>sacreditado, dilema entre letra y espíritu. Para <strong>el</strong> caso daría lo mismo afirmar<br />
que <strong>el</strong> libro fue escrito sólo para los Médicis, o sólo para la Italia <strong>de</strong> su tiempo. Maquiav<strong>el</strong>o nunca<br />
fue dogmático. Veamos un ejemplo íntimamente r<strong>el</strong>acionado con lo aquí tratado : su afirmación <strong>de</strong><br />
que Fernando pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como un príncipe nuevo, pese a que era príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes <strong>de</strong><br />
su matrimonio con Isab<strong>el</strong>, por <strong>el</strong> cambio cualitativo y cuantitativo que experimentó su po<strong>de</strong>r con<br />
dicho enlace. Si <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo constituye aún hoy en día un pensamiento controvertido es<br />
porque su aplicabilidad sobrepasa en mucho a la pensada por <strong>el</strong> mismo autor. No creo haber sido<br />
infi<strong>el</strong> en <strong>el</strong> presente análisis a lo esencial <strong>de</strong> dicho pensamiento.<br />
Conclusiones : <strong>Lope</strong> y <strong>el</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo<br />
Acabamos <strong>de</strong> ver la gran presencia que tiene <strong>el</strong> pensamiento político <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o en<br />
Fuenteovejuna. Si recordamos ahora lo dicho anteriormente acerca <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo<br />
en <strong>el</strong> pensamiento político <strong>de</strong> la época, resulta fácil ver que <strong>Lope</strong> no hace más, en última instancia,<br />
que reproducir patrones generales. En esta línea va Diez Borque cuando afirma : "Es evi<strong>de</strong>nte que<br />
las i<strong>de</strong>as políticas <strong>de</strong> <strong>Lope</strong>, que analizaremos, son <strong>de</strong> gran utilidad para conocer <strong>el</strong> pensamiento<br />
político corriente en su época, frente a las sutilezas <strong>de</strong> los tratadistas" 45 . Evi<strong>de</strong>ntemente ésta es una<br />
consi<strong>de</strong>ración fundamental a la hora <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r <strong>el</strong> pensamiento lopesco. Ahora bien, ¿existen<br />
indicios <strong>de</strong> un conocimiento más directo <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o por parte <strong>de</strong> <strong>Lope</strong>? Dentro <strong>de</strong> lo difícil que<br />
resulta manejarse en un terreno que sólo se presta a conjeturas, hay sin embargo un indicio muy<br />
significativo, aunque no concluyeme : <strong>el</strong> gran conocimiento y simpatía que tenía <strong>el</strong> duque <strong>de</strong> Sessa<br />
respecto al tacitismo en general y a Maquiav<strong>el</strong>o en particular. Afirma Maravall :<br />
El duque <strong>de</strong> Sessa, en r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> doctor Narbona, <strong>el</strong> duque <strong>de</strong> Frías con <strong>el</strong> padre Márquez,<br />
<strong>de</strong>sean que los que puedan enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la recta gestión <strong>de</strong> los negocios políticos les instruyan sobre<br />
<strong>el</strong>los. Lo cierto es que Eugenio <strong>de</strong> Narbona respon<strong>de</strong>, escribiendo su Doctrina política civil que,<br />
publicada por primera vez en 1604, será recogida por la Inquisición. (...). El duque <strong>de</strong> Sessa, con<br />
quien se r<strong>el</strong>aciona <strong>el</strong> doctor Narbona —y la r<strong>el</strong>ación se mantiene en tanto que escritor político— es <strong>el</strong><br />
mismo que se dirigía en dos ocasiones a la Inquisición solicitando se autorizasen las obras <strong>de</strong><br />
Maquiav<strong>el</strong>o, aunque fueran expurgadas y apareciesen bajo otro nombre, publicación que <strong>el</strong> duque se<br />
ofrecía a hacer <strong>de</strong> su costo, por la mucha falla que hacía difundir los conocimientos políticos y <strong>el</strong><br />
mucho provecho que redundaría <strong>de</strong> sus lecturas para <strong>el</strong> gobierno <strong>de</strong>l país. 46<br />
45 J. M. Diez Borque, op. cit., p. 130.<br />
46 J. A. Maravall, La corriente doctrinal, p. 8.
FUENTEOVEJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 149<br />
A esto mismo se vu<strong>el</strong>ve a referir cuando nos habla <strong>de</strong>l "interés <strong>de</strong>l duque <strong>de</strong> Sessa por alcanzar<br />
una formación política que busca en la lectura <strong>de</strong> Maquiav<strong>el</strong>o" 47 . ¿Es mucho suponer acaso que,<br />
dado <strong>el</strong> tipo <strong>de</strong> r<strong>el</strong>ación que tenía <strong>Lope</strong> con Sessa y <strong>el</strong> ascendiente <strong>de</strong> éste sobre <strong>Lope</strong>, pudiera <strong>el</strong><br />
dramaturgo haber leído a Maquiav<strong>el</strong>o? Tan arriesgado es afirmarlo como negarlo pero, por todo lo<br />
dicho anteriormente, se ve que la posibilidad <strong>de</strong> un conocimiento directo es bastante razonable.<br />
In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo, no hay que per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista <strong>el</strong> valor explicativo que tiene la<br />
interpretación aquí <strong>de</strong>fendida. Elementos que han sido apuntados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los planteamientos<br />
lopescos —como la compaginación temor-amor, que según Diez Borque 48 es la fórmula que las<br />
comedias <strong>de</strong> <strong>Lope</strong> proclaman ; la imposición <strong>de</strong> la razón <strong>de</strong> estado sobre <strong>el</strong> honor en los casos en<br />
que <strong>el</strong> rey está involucrado ; <strong>el</strong> supuesto carácter innato atribuido por <strong>el</strong> mismo Diez Borque al<br />
absolutismo <strong>de</strong> <strong>Lope</strong>, etc.— pue<strong>de</strong>n ser vistos a una nueva luz, más <strong>de</strong> conjunto, aceptando la<br />
influencia <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo, ya sea éste consciente, por lectura <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong>l florentino o <strong>de</strong> los<br />
tacitistas, ya inconsciente, por asimilación <strong>de</strong> los rasgos predominantes <strong>de</strong>l pensamiento político<br />
<strong>de</strong> su época.<br />
Claro está que tal interpretación no aclara todo, y es factible encontrar <strong>el</strong>ementos que no sólo<br />
no <strong>de</strong>rivan, sino que en ocasiones parecen oponerse al maquiav<strong>el</strong>ismo. Mientras para Maquiav<strong>el</strong>o,<br />
en especial si pensamos en sus Discursos, la monarquía absoluta es tan sólo una <strong>de</strong> las maneras<br />
que tiene la sociedad <strong>de</strong> organizarse, para <strong>Lope</strong> pareciera ser la única posibilidad <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n social, tal<br />
como lo apunta Ribbans : "La monarquía es para <strong>Lope</strong> la roca sobre la cual <strong>de</strong>scansa la sociedad, la<br />
condición sine qua non <strong>de</strong> la existencia social en la tierra. La posición <strong>de</strong>l Rey es, por lo tanto,<br />
indiscutida e indiscutible" 49 . Ello a su vez está en íntima r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> origen atribuido por<br />
ambos al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l soberano. Mientras en <strong>Lope</strong>, continuador en esto <strong>de</strong> la tradición medieval, hay<br />
una atribución divina <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, para Maquiav<strong>el</strong>o dicho origen es totalmente humano, lo<br />
que le hace <strong>de</strong>cir con ironía : "Aunque no es lícito discurrir sobre Moisés, por ser un mero ejecutor<br />
<strong>de</strong> lo que era or<strong>de</strong>nado por Dios, no obstante <strong>de</strong>be ser admirado por la gracia que le hizo merecedor<br />
<strong>de</strong> hablar con Dios. Pero consi<strong>de</strong>remos a Ciro y a los otros que han adquirido o fundado reinos :<br />
todos <strong>el</strong>los son merecedores <strong>de</strong> alabanza, y sus acciones e instituciones no parecen diferir <strong>de</strong> las <strong>de</strong><br />
Moisés, quien tuvo a tan po<strong>de</strong>roso maestro" (VI). Posteriormente, a la hora <strong>de</strong> mencionar los<br />
principados eclesiásticos, se burlará muy cartesianamente <strong>de</strong> la tradición medieval, al afirmar que<br />
no pue<strong>de</strong> razonar sobre <strong>el</strong>los ya que sólo un necio presuntuoso se atrevería a discutir sobre lo que<br />
está exaltado y mantenido por Dios 50 . Consi<strong>de</strong>ro innecesario <strong>de</strong>mostrar que <strong>Lope</strong> atribuía un origen<br />
divino al po<strong>de</strong>r real, tarea que ya ha efectuado Diez Borque 51 .<br />
Se da a niv<strong>el</strong> <strong>de</strong> la r<strong>el</strong>ación Dios-Rey, lo mismo que r<strong>el</strong>igión-monarquía en general, una<br />
situación muy curiosa : <strong>Lope</strong> acepta íntimamente como cierto lo que Maquiav<strong>el</strong>o planteaba como<br />
mero recurso i<strong>de</strong>ológico al servicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r 52 . Ni siquiera aquí <strong>Lope</strong> se ha salido por completo <strong>de</strong>l<br />
47 J. A. Maravall, Estado mo<strong>de</strong>rno y mentalidad social (T. O), p. 8.<br />
48 J. M. Diez Borque, op. cit., p. 159.<br />
49 G. W. Ribbans, op. cit., p. 119.<br />
50 "Así, sólo estos principados son seguros y f<strong>el</strong>ices. Pero siendo <strong>el</strong>los regidos por un po<strong>de</strong>r<br />
superior, <strong>el</strong> cual no pue<strong>de</strong> ser alcanzado por la mente humana, no hablaré <strong>de</strong> <strong>el</strong>los. Porque, siendo<br />
exaltados y mantenidos por Dios, sería cosa presuntuosa y temeraria <strong>el</strong> discurrir sobre <strong>el</strong>los." (XI)<br />
51 Véase J. M. Diez Borque, op. cit., p. 140 y sigs.<br />
52 Refiriéndose a la r<strong>el</strong>igiosidad afirma : "Y no hay cosa más necesaria que aparentar tener esta última
150 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
maquiav<strong>el</strong>ismo ; ha habido una transvaloración, una transmotivación, pero la r<strong>el</strong>ación se mantiene.<br />
Recor<strong>de</strong>mos <strong>de</strong> paso que la antigua i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l origen divino <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r se revitaliza en gran forma con<br />
<strong>el</strong> advenimiento <strong>de</strong> las monarquías nacionales, que la utilizaron como herramienta i<strong>de</strong>ológica<br />
fundamental. Se la pue<strong>de</strong> encontrar con mucha fuerza aún en <strong>el</strong> siglo XVIII y, con mucho menor<br />
fuerza, hasta nuestros días.<br />
Un problema diferente es planteado por <strong>el</strong> estamentalismo lopesco. Es aquí don<strong>de</strong> encuentro la<br />
mayor separación <strong>de</strong> <strong>Lope</strong> con respecto a Maquiav<strong>el</strong>o. Mientras éste atacó fuertemente <strong>el</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />
la nobleza, en tanto implicaba una dispersión, una traba y un límite in<strong>de</strong>seable al po<strong>de</strong>r real, <strong>Lope</strong><br />
asume una posición diferente. Aun en obras como Fuenteovejuna y Peribáñez, se equivocan<br />
quienes encuentran en <strong>Lope</strong> un ataque generalizado a la nobleza y una supuesta alianza Rey-pueblo.<br />
Ya me he referido a <strong>el</strong>lo. Aquí resulta esclarecedora la obra <strong>de</strong> Diez Borque, quien hace patente <strong>el</strong><br />
inmovilismo social extremo que caracteriza <strong>el</strong> pensamiento <strong>de</strong> <strong>Lope</strong>, calificado por Diez <strong>de</strong><br />
reaccionario 53 . Esta curiosa mezcla <strong>de</strong> absolutismo y estamentalismo, contradictoria en <strong>el</strong> marco<br />
<strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo, podría intentar explicarse por un fenómeno histórico visto por Maravall a la<br />
hora <strong>de</strong> estudiar <strong>el</strong> problema <strong>de</strong> las variables r<strong>el</strong>aciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r entre la nobleza y la Corona<br />
españolas. Afirma :<br />
D<strong>el</strong> Estado mo<strong>de</strong>rno se mantendría firmemente, en nuestro xvn, uno <strong>de</strong> sus <strong>el</strong>ementos<br />
integrantes : la soberanía absoluta. Pero, en cambio, la inmovilización <strong>de</strong> la estructura social y las<br />
arcaicas escisiones que en <strong>el</strong> seno <strong>de</strong> la sociedad se conservaban formalmente, en virtud <strong>de</strong>l<br />
compensatorio régimen <strong>de</strong> privilegios asignado a la nobleza, corlaron la evolución normal <strong>de</strong> la<br />
conciencia <strong>de</strong> comunidad política y con <strong>el</strong>lo <strong>de</strong>l mismo Estado mo<strong>de</strong>rno.^<br />
También Ribbans ha intentado explicar esta característica aduciendo que <strong>el</strong> sistema monárquico,<br />
con sus distinciones y grados, era percibido como una <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n contra <strong>el</strong> caos ; sea lo que<br />
sea, lo cierto es que <strong>Lope</strong>, en apariencia <strong>de</strong>bido a la situación histórica en que se maneja, se aparta<br />
en este punto <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo, aunque sin <strong>de</strong>sligarse totalmente. Recor<strong>de</strong>mos no<br />
obstante que, pese a que Maquiav<strong>el</strong>o consi<strong>de</strong>raba i<strong>de</strong>al un estado como <strong>el</strong> <strong>de</strong>l Turco, con una sola<br />
fuente <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, también se expresa con admiración <strong>de</strong> la organización <strong>de</strong>l estado francés, con toda<br />
su nobleza. Una vez más se hace evi<strong>de</strong>nte <strong>el</strong> carácter antidogmático <strong>de</strong>l florentino.<br />
Acabaré diferenciando dos niv<strong>el</strong>es <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo lopesco. El primero y más evi<strong>de</strong>nte es <strong>el</strong><br />
aquí expuesto, y se da en los contenidos <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as planteadas en la comedia. Pero es posible ver<br />
otro ya no en los contenidos sino en la intencionalidad <strong>de</strong> <strong>el</strong>la, no coincidiendo necesariamente<br />
ambos niv<strong>el</strong>es.<br />
Veamos por ejemplo la actitud ante la realidad. Maquiav<strong>el</strong>o, quien como ya vimos se dirige en<br />
primer lugar a los gobernantes, consi<strong>de</strong>ra que El Príncipe pue<strong>de</strong> ser útil en tanto muestra la realidad<br />
tal como es : "siendo mi intención escribir cosas útiles para quienes las entiendan, me ha parecido<br />
más conveniente presentar las cosas tal como <strong>el</strong>las son en realidad, que como son imaginadas"<br />
(XV). <strong>Lope</strong>, en cambio, no parece estar interesado en transmitir la realidad como es, sino una<br />
visión i<strong>de</strong>alizada (aunque hay críticos, como Margaret Wilson 55 , que consi<strong>de</strong>ran que la imagen que<br />
transmite es fundamentalmente justa y acertada). ¿Implica <strong>el</strong>lo una posición antimaquiavélica? No.<br />
cualidad" (XVIII).<br />
53 Cf. ibid., pp. 130 y sigs. y 255 y sigs.<br />
54 J. A. Maravall, Estado mo<strong>de</strong>rno y mentalidad social (T. II), p. 9.<br />
55 Cf. M. Wilson, op. cit., cap. IV.
FUENTEOVEJUNA Y EL MAQUIAVELISMO 151<br />
Recor<strong>de</strong>mos que <strong>Lope</strong> se dirige, en primera instancia y mayoritariamente, no a las clases<br />
gobernantes sino al pueblo. Al transmitirles una visión i<strong>de</strong>alizada <strong>de</strong> la realidad está contribuyendo<br />
a fortalecer la posición <strong>de</strong> la monarquía, con lo cual Maquiav<strong>el</strong>o se hubiera mostrado <strong>de</strong> acuerdo<br />
para ese momento histórico. El aparente antimaquiav<strong>el</strong>ismo <strong>de</strong>l contenido se evi<strong>de</strong>ncia como un<br />
maquiav<strong>el</strong>ismo <strong>de</strong> la intención : en Et Príncipe se hacía ver la importancia <strong>de</strong> dar una imagen<br />
favorable <strong>de</strong> la monarquía al pueblo, aun cuando esto implicara engañarlo 56 . No se <strong>de</strong>be olvidar <strong>el</strong><br />
pap<strong>el</strong> <strong>de</strong> transmisión y refuerzo <strong>de</strong> valores sociales que tenía la comedia, estudiado entre otros por<br />
Maravall y Diez Borque.<br />
Como se ve, <strong>el</strong> problema es más complejo <strong>de</strong> lo que parece, y este trabajo aspira tan sólo a<br />
<strong>de</strong>jar en claro la influencia <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo en <strong>Lope</strong>, incitando a otros investigadores a continuar<br />
con <strong>el</strong> estudio <strong>de</strong> una r<strong>el</strong>ación que, pese a su importancia, ha sido ignorada hasta ahora.<br />
56 "No es necesario para un príncipe, por tanto, tener todas las cualida<strong>de</strong>s arriba mencionadas ; pero<br />
es muy necesario que aparente tenerlas." (XVIII)
15 2 BERNAL HERRERA MONTERO Criticón, 45,1989<br />
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Resumen. El presente trabajo se propone estudiar las posibles r<strong>el</strong>aciones que hay entre las i<strong>de</strong>as<br />
políticas contenidas en Fuenteovejuna <strong>de</strong> <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong>, y las expuestas por Maquiav<strong>el</strong>o en El príncipe.<br />
Partiendo <strong>de</strong> un somero análisis histórico acerca <strong>de</strong>l maquiav<strong>el</strong>ismo español <strong>de</strong> la época, y en especial <strong>de</strong><br />
su problemática difusión, se pasa a hacer ver la r<strong>el</strong>ación <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as políticas <strong>de</strong>fendidas allí por <strong>Lope</strong><br />
con las planteadas por Maquiav<strong>el</strong>o, concluyéndose que Fuenteovejuna está imbuida <strong>de</strong> maquiav<strong>el</strong>ismo. Se<br />
acaba haciendo ver la complejidad <strong>de</strong>l problema, evi<strong>de</strong>nte en la pluralidad <strong>de</strong> niv<strong>el</strong>es en que dicho<br />
maquiav<strong>el</strong>ismo pue<strong>de</strong> ser entendido y abordado.<br />
Résumé. Etu<strong>de</strong> <strong>de</strong>s r<strong>el</strong>ations déc<strong>el</strong>ables entre les idées politiques contenues dans Fuenteovejuna et<br />
c<strong>el</strong>les qui figurent dans Le Prince <strong>de</strong> Machiav<strong>el</strong>. A partir d'une brève analyse du machiavélisme en<br />
Espagne au Siècle d'Or et notamment <strong>de</strong>s problèmes posés par sa diffusion, l'examen <strong>de</strong>s rapports entre<br />
les idées politiques défendues par <strong>Lope</strong> et c<strong>el</strong>les exposées par Machiav<strong>el</strong> conduit à la conclusion <strong>de</strong><br />
l'intense machiavélisme <strong>de</strong> Fuenteovejuna. Est soulignée la complexité du problème t<strong>el</strong>le qu'<strong>el</strong>le apparaît<br />
dans la pluralité <strong>de</strong>s niveaux où ce machiavélisme peut être repéré et analysé.<br />
Summary. This paper attempts to show the possible r<strong>el</strong>ations that exist between <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong>'s<br />
Fuenteovejuna and Machiav<strong>el</strong>li's The Prince political i<strong>de</strong>as. Beggining with a brief historical analysis<br />
about the machiav<strong>el</strong>ism in Spain at that time, specially concerned with its problematic diffusion, the<br />
r<strong>el</strong>ations between Fuenteovejuna's and The Prince's political i<strong>de</strong>as are pointed out, leading to the<br />
conclusion that <strong>Lope</strong>'s play is full of machiav<strong>el</strong>ism. The complexity of the problem, évi<strong>de</strong>nt in the<br />
various levéis in which Fuenteovejuna's machiav<strong>el</strong>ism can be un<strong>de</strong>rstood and studied, is posited at the<br />
end.<br />
Palabras clave. Fuenteovejuna. Maquiav<strong>el</strong>o. Maquiav<strong>el</strong>ismo. <strong>Lope</strong> <strong>de</strong> <strong>Vega</strong>.