Izquierda
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46 <strong>Izquierda</strong> y democracia en Bolivia. Posiciones, perspectivas y críticas<br />
ción que, con todos los defectos que pueda tener, al menos en materia de comunicación,<br />
es genial. Incluso las personas que rechazaban esa Constitución<br />
la usan ahora como escudo. Pero no solo eso, sino que asumió como política<br />
de Estado amplificar las voces de aquellas personas que no tenían voz. ¿Cómo?<br />
Democratizando el acceso a los medios de comunicación; así que allí también<br />
tenía diez sobre diez.<br />
Pero después de eso, al comprobar que algunos medios han empezado a cuestionar,<br />
a difundir información comprometida, a hacer su trabajo como debe<br />
ser, denunciando actos de corrupción, excesos o casos como la represión a la<br />
marcha indígena en Chaparina, entonces el Gobierno se incomoda. Ahí, del<br />
diez que tenía cae a tres puntos. ¿Por qué? Porque los medios de comunicación<br />
representan la diversidad, la pluralidad. A un demócrata se lo reconoce<br />
cuando lucha para que otra persona, con la que no está de acuerdo, pueda<br />
expresarse libremente.<br />
Y cuando el Gobierno actual intenta imponer una sola visión del país controlando<br />
y cooptando a los medios, por supuesto que su calificación cae a dos<br />
sobre diez. ¿Por qué? Porque un Estado de derecho, un gobierno democrático<br />
no solo tiene que respetar las voces divergentes, sino que incluso debe fomentarlas.<br />
El Gobierno del MAS ha alentado a algunas voces, y eso está bien, pero<br />
ha intentado acallar otras.<br />
Si se intenta acallar las voces disidentes, si se plantea un pensamiento único,<br />
estamos cayendo en el estalinismo, en los gobiernos totalitarios. Este último<br />
tiempo ha habido casos que han sido preocupantes, como el ataque desproporcionado<br />
del Gobierno al periódico Página Siete y a su director, o la descalificación<br />
permanente de quienes no aceptan los criterios oficialistas; eso<br />
demuestra que el Gobierno actual presenta rasgos totalitarios.<br />
Entonces uno se pregunta, ¿cómo es posible que este Gobierno, que luchó<br />
para que algunas personas tengan voz, ahora quiera apagar otras voces? Cuando<br />
en realidad el objetivo debería ser equilibrar las voces, que todos hablen,<br />
pero no apagar las que son críticas.