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—Sí, respondió Maki<br />
—No sabes qué tan feliz me haces yo me enamoré de ti desde la primera vez que<br />
te vi<br />
Maki no paraba de sollozar porque tanto le había costado encontrar el amor por fin<br />
sabía qué era ser amada y de un día para otro el tenía que morir. Qué debía<br />
hacer, no quería que Mamoru muriera no quería.<br />
Resignados Mamoru y Maki decidieron amarse el tiempo que les quedara, los<br />
momentos que vivieron juntos fueron tan hermosos y únicos que no querían que<br />
terminara pero ese día llegó. Mamoru iba quedando ciego poco a poco ya no<br />
podía moverse pero eso no les impidió ser felices y amarse.<br />
148<br />
El día llego Mamoru jamás despertó se fue. Dejó a Maki sola de nuevo, así que<br />
Maki volvió al monte Fuji destrozada. Cuando llegó a la cima buscó al hogo-sha<br />
pero nunca apareció. Volvió a bajar el monte cuando escuchó la melodía de su<br />
amado, lo vio ahí en el mismo cerezo donde lo había visto por primera vez. Se<br />
acercó, tocó su mejilla y sollozo, Mamoru le dijo que viviera feliz, que buscara en<br />
un pequeño florero lo que había guardado para ella. El la esperaría en el cielo por<br />
que jamás la dejaría de amar. Se despidió y como el viento se esfumó. Cuando<br />
Maki llegó a su casa buscó el florero y encontró una sortija de matrimonio con el<br />
nombre grabado de él y ella se la puso en su dedo y vio en el florero una hoja de<br />
papel la abrió y la leyó:<br />
No importa que yo ya no esté contigo físicamente porque mi amor se quedara<br />
contigo:<br />
Aunque la sombra de un trise destino me cubra, no puedo deshacerme de<br />
Mí, quien te amo.<br />
La persona que siento que puedo alcanzar, la persona que puedo sentir incluso sin ver,<br />
la relación que hemos creado en esta vida<br />
¿Puedo tenerla aún después de la muerte?<br />
Mis sentimientos persistentes de amarte<br />
Mis sueños de empezar de nuevo, ni siquiera tengo corazón para sentir más dolor