Revista-cuento

Doña Naty: ¿Qué pasa aquí muchachos?- con un tono de enojo y decepción
Eli: Eh, eh, nada mami- su voz se escuchó totalmente de una ebria y comenzó a reír como loca
Doña Naty: ¡Elízabeth!, ¡Te hice una pregunta!; ¿¡Qué pasa aquí!?- Gritando enojadamente, unas
lágrimas salieron de sus ojos
Yo: Disculpe Señora, salimos a tomar con unos amigos, pero todo se salió de control- Fue lo
único que se me ocurrió después de ver que doña Naty se puso de esa manera, nunca la había
visto tan triste y decepcionada a la vez.
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Doña Naty: No lo puedo creer de ti Mateo, me has decepcionado. Hasta nunca.- Con tono seguro,
tomo a Eli de la misma manera que la traía yo, y se la llevó
Yo: Disculpe
Al día siguiente en la escuela, todos hablaban sobre la pelea que había tenido con Armando, se
acercaban a mí y pedían que les contara como había sucedido, nunca me había sentido tan
notable, hasta la chica que más me gusta “Marlene”, se fijó en mí y se acercó, algo que nunca
hace y me dijo:
-¡Hola!
Yo: Hola
Marlene: Es cierto lo que dicen los demás.
Yo: todo fue efecto de unas cuantas copas
Marlene: ¡Oh!, acabaste con él, ¿Ya lo viste?, está todo hinchado
La primera acción que hice fue voltear hacía el lugar donde él se sienta, y efectivamente, él
estaba todo hinchado.
-Ja, ja, ja, lo dejé todo morado
Marlene: Te admiro Mateo, una chica aprecia que den la cara por ellas- Mirándome a los ojos con
tono seguro y terminando de decir la frase me robó un beso en los labios, yo no hice otra cosa
más que seguir el beso largo a sabor de sus brillos de los labios fresas.
Inseguro me separé de ella y le dije: