01.12.2015 Views

Revista-cuento

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Un día, como de costumbre, fuimos a un deportivo, pero antes, obviamente, compramos<br />

cigarrillos, pero ahora en vez de cervezas, don chuy nos vendió dos pomos de tequila y todos<br />

fuimos al deportivo, pero ahora, terminamos peor.<br />

Eli se veía tan mal, que todos los chicos la manoseaban, la besaban, pero yo no podía detenerlos<br />

porque ella no paraba, y yo no podía pararme de lo briago que estaba, hasta que vi que Armando,<br />

bruscamente, metió su mano por debajo de la falda de Eli, eso me dio mucho coraje que obtuve<br />

fuerzas de no sé dónde, pero pude pararme muy enojado, me dirigí a él y lo golpeé tumbándolo al<br />

suelo, él respondió igual con un golpe, pero yo me pude esquivar, así pasó una pelea entre él y yo<br />

hasta que pude tirarlo al suelo sosteniéndolo contra el piso con una mano y golpeándolo con la<br />

otra, le grité mirándolo fijamente hacia los ojos:<br />

52<br />

-¡No vuelvas a poner una sola mano en Eli idiota!<br />

Todos mirando muy sorprendidos, hasta que mi amigo Bryan y Fernando nos separaron.<br />

Eli llorando y temblando de lo mal que estaba me tomó de la mano y me dijo:<br />

Eli: Perdóname, ya vámonos, llévame a mi casa por favor.<br />

Yo: está bien- contesté furioso<br />

La tomé de su mano y la puse sobre mi hombro para poder sostenerla sin que se callera.<br />

Durante el camino, no dejaba de pensar con qué cara llegaría a su casa y que le respondería a su<br />

mamá sobre el estado en el que se encontraba su hija, me puse nervioso, no sabía qué hacer, tan<br />

solo faltaban dos cuadras para llegar a su casa, y en ese momento su mamá iba pasando justo del<br />

otro lado de la calle con una bolsa de mandado colgando en su muñeca.<br />

Eli también la miró, tomó mi mano que se encontraba libre y me miró a los ojos diciendo,<br />

-Sácame de aquí-<br />

Solté su mano y la agarré fuertemente y empezamos a correr<br />

-¡Eli!, ¡Mateo!- gritó su mamá cruzando la calle<br />

Eli se puso totalmente nerviosa, agachó la mirada del lado contrario en el que se encontraba su<br />

mamá y yo empecé a temblar y eso fue lo peor, porque doña Naty nos vio y notó que yo estaba<br />

ebrio.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!