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Pedraza | Solventar errores. López | Certeza jurídica. Ruiz | Escuchar a las comunidades.
SR
californiamedios
Archivo
Indígenas (Inali), comenta a Vértigo que los
decretos de reforma son muy significativos para
el ejercicio de los derechos lingüísticos de los
pueblos indígenas.
“Son precisiones acordes con las realidades
de un país como México y acordes a las
exigencias de la sociedad del siglo XXI, de los
pueblos indígenas y que a la postre viene a
darnos, como institución pública, certeza jurídica
para la implementación de políticas
públicas para el ejercicio de los derechos lingüísticos”,
señala López.
El doctor López Sánchez recuerda que
apenas llevan doce años con este reconocimiento
formal de las lenguas indígenas como
lenguas nacionales y a la fecha se avanza
paulatinamente, por ejemplo, en el acceso
a la educación, la salud y la justicia de los
pueblos indígenas.
“Por primera vez el Plan Nacional de
Desarrollo prevé como línea fundamental
acciones que tienen que ver con la revitalización
de las lenguas que están en
“Siete
millones de
mexicanos hablan
una lengua
indígena.
riesgo de desaparición; prevé la
enseñanza de las lenguas indígenas
en el sistema educativo
nacional; prevé la
formación de intérpretes y
traductores en el ámbito de
justicia, y otros temas que
tienen que ver con el acceso a
la justicia de los pueblos indígenas”,
explica el especialista.
Agrega que “la falta de un intérprete para
una persona que solo habla su lengua materna
puede significar su libertad o el encierro; o en
el ámbito de salud, la falta de un mediador
intercultural lingüístico puede significar la vida
o muerte de una persona”.
—¿Se trabaja directamente con las comunidades
indígenas?
—Tenemos en el Inali lo que denominamos
Proyecto de Base Comunitaria, que
es trabajar directamente con los hablantes
en y desde su comunidad. Creo que esta
perspectiva del México incluyente la vamos
concretando cada vez mejor, donde nadie
debe estar fuera: todos deben estar incluidos
en este gran país que es el México multicultural
y multilingüe.
Indica que se trabaja no solo con los pueblos
indígenas sino con la sociedad en general
para que se reconozca, valore y respete la riqueza
cultural de México, “porque no se puede
valorar lo que no se conoce; por eso tenemos
que trabajar mucho más para hacer visible y
audible la presencia de las lenguas indígenas
en todos los contextos de la vida pública y privada.
En resumen estamos impulsando que
las lenguas indígenas tengan presencia en
el ámbito social; es decir, en la comunidad,
en la familia, en el mercado…
En fin, en todas partes,
pero también que tengan uso y
presencia en todos los ámbitos
institucionales como derecho
lingüístico y como un derecho
humano fundamental”.
Por su parte la investigadora Ethelia
Ruiz Medrano, quien ha trabajado directamente
con comunidades de la Mixteca Alta
oaxaqueña, señala en entrevista con Vértigo
que es muy importante en términos sociales
el reconocimiento.
“Lo importante es que hay muchos pueblos
que se apropian de ciertas aperturas legales,
que convierten en algo rutinario el
derecho de hablar en su lengua y lo ven como
una oportunidad de obtener apoyos para proyectos
que les permitan ampliar su posibilidad
educativa, por ejemplo; sin embargo, también
es muy importante que las decisiones las tomen
directamente las comunidades indígenas”,
menciona Ruiz.
Las políticas públicas, explica, “pueden ser
muy eficaces bajo la condición de preguntarle
a la gente: que ellos mismos generen sus proyectos
a partir de sus necesidades, las que pueden
corroborarse solo con escucharlos, porque
ellos saben lo que necesitan y saben y pueden
administrar los recursos”.
Al igual que los demás entrevistados, la
investigadora del INAH reconoce que ha disminuido
el número de hablantes de lenguas
originarias y ello tiene que ver con los procesos
de discriminación y de exclusión social que
han vivido los pueblos originarios. “Lo que he
encontrado en archivos locales es que la pérdida
de la lengua materna obedece a una
decisión de la familia: es la que decide ya no
hablar en la lengua para evitar que los hijos
sufran la discriminación que ellos sufrieron,
para no ser identificados como indígenas”.
Reconoce también que la composición
pluricultural y multiétnica de nuestra nación
nos enriquece como país, pero señala que representa
además un reto para la implementación
universal de las políticas públicas que
generen bienestar en la población.
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17 de enero de 2016