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LIBROS
BOWIE,
ENTRE LA REALIDAD
Y LA FICCIÓN
Federico González
reporteros@revistavertigo.com
Ni duda cabe de que David Bowie aportó al rock una
renovación conceptual inédita a finales de los sesentas:
hizo de Ziggy Stardust uno de los personajes
más emblemáticos del rock, digno de investigaciones
sociológicas, digno de la mejor ciencia ficción.
Cómplice creativo y de juerga de Lou Reed e Iggy
Pop, moldeó la contracultura a su modo. Rebasó por
la derecha a Marc Bolan, Peter Gabriel y Roxy Music,
precursores del glam.
Es verdad que Bowie no inventó el glam,
pero probablemente sí fue quien mejor entendió
sus posibilidades estéticas.
En sus reencarnaciones más tempranas
quiso conocer el corazón de
Estados Unidos y se preocupó por acercarse
a un entonces joven Bruce Springsteen.
Cuando fue necesario viajó a Berlín
para reconstruirse. Ahí se alió con Brian Eno
y Philip Glass.
Sus gustos literarios eran también variados:
Lampedusa; los textos de John Cage;
En el camino, de Jack Kerouac; Lolita, de
Nabokov, y 1984, de George Orwell —imposible
olvidar que su disco Diamond Dogs
se inspiró en esta novela— eran parte de su
canon literario.
Complejo personaje
Si algo distinguió su carrera fue la ambición de hacer
de sí mismo un personaje, casi siempre a partir de la
reinvención y la impostura. Por todo ello era objeto de tentación
para biógrafos, críticos y periodistas. No es poca la
bibliografía dedicada a su vida y obra.
A los 69 años murió David Bowie, cuyo legado
atraviesa por diversos registros.
Una de las aproximaciones más ambiciosas en este sentido
es David Bowie: Starman (Alba), de Paul Trynka, quien
hace un repaso desde sus años de infancia en el Brixton,
de la posguerra hasta el glamour decadente de Ziggy
Stardust, pasando por su controvertido periodo berlinés.
Con base en cientos de entrevistas a amigos
y detractores, ex amantes y compañeros de
profesión, el libro revela cómo Bowie construyó
su música y a sí mismo.
Más emotiva, y por tanto menos
objetiva, es la biografía de David
Buckely, David Bowie: una extraña
fascinación (Ediciones B). Conviene
precisar que en principio el autor contó
con la anuencia del músico británico
para colaborar en el relato, pero poco
después desertó de la misión. Así que
el investigador da bandazos entre la
AP
Bowie | Inclasificable
por naturaleza.
alabanza y la crítica feroz, sin dejar de
lado el chisme.
Una perspectiva distinta es la que
aporta David Bowie Is, el catálogo de
la muestra homónima que le dedicó
el Museo de Arte Contemporáneo
de Chicago. El catálogo se centra en el discurso visual del
artista. Ofrece una expedición plástica y gráfica por las distintas
etapas del camaleón del rock.
Inclasificable por naturaleza, Bowie trabajó hasta el cansancio
para hacer de sí mismo un personaje contradictorio
y complejo. Los libros aquí recomendados apenas alcanzan
a trazar algo de quien sin duda es uno de los artistas más
influyentes de la cultura pop.
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