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ÚLTIMAS VARIACIONES<br />
Dotación: Piano<br />
Movimientos: Uno solo<br />
Duración aproximada: 11’17’’<br />
MEMORIAS DE UN BECARIO<br />
Eusebio Ruvalcaba<br />
eusebius1951_2@yahoo.com.mx<br />
Ilustración O. Moctezuma<br />
MARIANO ELÍZAGA<br />
hasta que fue nombrado organista de la catedral de Morelia,<br />
lo cual significó un paso definitivo en su carrera musical.<br />
Ha habido instituciones musicales enMéxico. Mariano<br />
Elízaga (1786-1842) es una de ellas. Aunque se<br />
encuentre excluido en la parcela de los músicos<br />
marginados de este país, es hombre de revuelo y polémica.<br />
¿Pero no es esta condición la propia de los hombres de<br />
genio? Porque quienes están cerca lo envidian y por todos<br />
los medios tratan de boicotearlo. Y los que están lejos fingen<br />
la total indiferencia. Esto acontece cuando aquel talento de<br />
veras puede causar escozor. Entre más se margine a los hombres<br />
de genio, mejor. Que al cabo los críticos se lavan las<br />
manos. Cualquier artista verdadero ha sentido eso en carne<br />
propia. Llámese Schubert o Dostoievski. El apoyo es para<br />
los mediocres. O para los inofensivos. Como se quiera.<br />
Para que florezca el jardín de la genialidad habrá de nutrirse<br />
desde sus raíces más profundas. Algo que no todo mundo<br />
está dispuesto a acometer. En fin. Regresemos con Elízaga.<br />
En las primeras décadas de la vida independiente de México<br />
dotó al país de una estructura musical capaz de resistir los<br />
embates de un huracán colmado de altibajos políticos.<br />
Músico nacido en Valladolid, hoy Morelia, de un talento<br />
excepcional que desde pequeño llamó la atención: “Un<br />
niño cuya organización de oído y fantasía para las consonancias<br />
y modulaciones musicales puede sin hipérbole llamarse<br />
monstruosa”, se decía de él. Apreciación que obligó<br />
incluso a que el virrey Revillagigedo lo mandara llamar y le<br />
ofreciera estudiar en la Ciudad de México.<br />
Joven virtuoso que se convirtió en una suerte de colegial<br />
flotante, puesto que iba de un maestro a otro y de una actividad<br />
a otra: de ser organista a pianista, de pianista a maestro,<br />
Fundador<br />
Maestro en Morelia de Catalina de Huarte —futura esposa<br />
de Iturbide—, el emperador lo nombró maestro de la Capilla<br />
Imperial. Dueño de una inventiva que ahora se extraña<br />
entre los músicos mexicanos, Mariano Elízaga vio en el<br />
campo ignoto de la música en México la oportunidad de<br />
echar a andar la maquinaria del arte del sonido. No solo organizó<br />
la primera orquesta sinfónica de México sino que<br />
además escribió el libro pionero de enseñanza musical: Elementos<br />
de música.<br />
Fundador del primer conservatorio de música de México,<br />
así como de la primera imprenta de música profana de que<br />
se tenga conocimiento también en México, Elízaga —“el<br />
ciudadano Elízaga”, como se hacía llamar—era, desde luego,<br />
un hombre peculiar. Según crónicas de aquellos años, solía<br />
visitar los salones de las familias adineradas y mostrar su enorme<br />
talento pianístico —ccostumbre muy a la francesa—,<br />
circunstancia que devenía en admiración, alumnas, trabajo<br />
y música, más música. Infortunadamente, de su producción<br />
musical no se conserva casi nada, apenas unas cuantas, contadísimas<br />
obras, como sus Últimas variaciones (que recientemente<br />
rescató el musicólogo Ricardo Miranda). Pieza muy<br />
influida por Haydn, sin embargo posee un encanto sutil<br />
y exquisito que hace pensar en un compositor que no solamente<br />
dominaba el arte de la invención y la fantasía, sino que<br />
sabía de estructuras y matices. Precisamente la versión pianística<br />
de Silvia Navarrete constituye un acercamiento a la<br />
sensibilidad de Elízaga. Esta eminente mujer posee virtudes<br />
notables como pianista, pero creo que una de las más destacadas<br />
es que se introduce por completo en el alma del compositor<br />
y lo hace suyo. Piensa como él, siente como él. Al<br />
punto de que cuando escuchamos estas Últimas variaciones<br />
lo que estamos haciendo es imbuirnos del espíritu musical<br />
de la época, en primer término, y del sentimiento de un hombre,<br />
en segundo. Cosa nada fácil de lograr.<br />
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17 de enero de 2016