1 Celia, Fidel y Haydée, sentados en un secadero de café, en la ...

“Los culpables somos nosotros que no supimos corregir nuestros errores”
Como bien se expresa en la reflexión “Los culpables somos nosotros” escrita el 19 de marzo
del 2009, se expone como…“…en Cuba donde se practican casi todos los deportes y estos
cuentan con numerosos aficionados, la pelota se ha convertido en una pasión nacional”.
(152)
En el bien documentado libro “Con las bases llenas” (2008) obra de un colectivo de
reconocidos especialistas del baseball (el “béisbol” o simplemente la “pelota” como se le dice en
Cuba), se realiza una interesante explicación sobre el nacimiento de este deporte popular por
excelencia al afirmarse que… “…no se conoce con certeza cuándo y dónde se celebró el
primer partido de béisbol en Cuba. Pero si sabemos que el primer juego en un
campeonato organizado se celebró el 29 de diciembre de 1878 en los terrenos de
Tulipán, en la capital cubana, entre dos equipos llamados Habana y Almendares, con
victoria para el primero con estrecho marcador de 21 carreras a 20. El segundo
desafío, el 1 de enero de 1879, enfrentó a matanceros y habaneros, y concluyó con
empate a 17 carreras. Aquellos pioneros del béisbol cubano eran todos jugadores
aficionados, hijos en su mayoría de familias acomodadas o de clase media, y no pocos
lucharían con las armas en la mano contra el colonialismo español. Emilio Sabourín,
Carlos Macía, Alfredo Arango, Ricardo Cabaleiro, los hermanos José Dolores y Manuel
Amierva, Juan Manuel Pastoriza, son algunos de aquellos nombres épicos. Ninguno podía
imaginar que exactamente ochenta años después del inicio de la pelota organizada en la
isla, en 1959, triunfaría una profunda Revolución popular, entre cuyos desafíos de
cambio social estaría transformar también las prácticas beisboleras, tal y como se
habían conocido hasta ese momento”. (153)
De esa propia obra tomamos un fragmento de una estampa costumbrista, escrita por el
humorista y cronista deportivo Eladio Secades, titulada “El cubano y el base ball”, en 1947, en
plena República neocolonial, durante el desgobierno autentico de Ramón Grau San Martin,
caracterizado por la corrupción:
“…El baseball tiene la culpa de que no acabe de cumplirse la sentencia de que Cuba es
el país del choteo. Lo sería si no tomásemos el baseball tan en serio. Se desploman las
ilusiones. Se malogran los apóstoles. Cada chalet que se levanta es un prestigio político
que se cae. Pero todo no está perdido mientras sigamos teniendo fe en la chaqueta de
Amado Maestri (prestigioso umpire cubano. N. del A,).
Aquí se le da más importancia a un out en home que a la caída de un Ministro.
Afortunadamente”. (154)
La celebración del “Clásico Mundial de Baseball 2009” constituyó por todo lo anterior, un
acontecimiento nacional, que despertó las expectativas de la inmensa mayoría de nuestro
pueblo. La derrota del equipo cubano frente a Corea del Sur, en las Semifinales y que lo excluyo
de los finalistas, creo consternación popular.
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