quien pagara el pan?* ? - Aleix Arcarons

comercialmente. Es más - de
acuerdo con el punto anterior -
si realmente lo son, probablemente
alguien ya los estaba
explotando antes de que se
ofrecieran en formato abierto.
Lee asegura que la propia administración
desarrolla aplicaciones
e interfaces para dar un
acceso más o menos rico a la
información por parte de la ciudadanía,
y lo hace con aquellos
datos que parecen ser menos
interesantes para los vendedores
de información.
Es difícil poner
precio al valor de
los datos.
Si hablamos de monetizar la
información, es decir, de vender
los datos a cambio de dinero, los
datos abiertos arrastran cierto
estigma. La información pública
es de todos, por lo que resulta
difícil que un ciudadano o una
empresa sientan la necesidad
de pagar por aquello que es
suyo, aunque la única forma de
acceder a ello sea justamente
la interfaz o aplicación por la
que se les pide una cantidad
económica.
Además, vender información
resulta complejo ya de por sí si
el beneficio económico de su
consumo no es evidente desde
buen principio. ¿Cuánto vale
ahorrarse una cola en la oficina
de atención ciudadana? ¿Cuánto
pagaríamos por conocer la
composición sociocultural de un
distrito antes de abrir un establecimiento
en él?
Es difícil levantar
barreras de
entrada a nuevos
competidores.
Si vender información es difícil,
hacerlo a sabiendas de que
cualquier otra persona o empresa
puede conseguir tu materia
prima gratuitamente y con la
misma facilidad que tú ya es
toda una hazaña. Para los infomediarios,
la apertura de datos
por parte de la administración
es un arma de doble filo: a la vez
que simplifica las tareas de obtención
y actualización de datos,
abre la puerta de par en par a la
entrada de nuevos competidores
capaces de ofrecer exactamente
la misma información.
La clave tanto para aportar
valor añadido como para dificultar
la aparición de competidores
es la manipular la información,
tratarla para convertirla en algo
nuevo y más relevante.
Lee pone como ejemplo de esto
a la batalla entre los buscadores
de Google y Yahoo. Ambos
utilizan información disponible
de forma gratuita (webs abiertas
al mundo), pero sin embargo
Google triunfó por delante de
Yahoo y todavía mantiene su
hegemonía. La información inicial
es la misma, pero la capacidad
de Google para indexar el
contenido y ofrecer resultados
relevantes le dio la victoria.
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