quien pagara el pan?* ? - Aleix Arcarons

visualizaciones disponibles, Pujol
optó por permitir al usuario
escoger la fuente de datos.
La visión centrada en el usuario
de ambos proyectos es una verdadera
lección de marketing.
De acuerdo con Tim Berners-Lee
y Tom Lee, el uso de linked data
proporcionaría un plus de valor
a las aplicaciones, convirtiéndolas
en únicas y dificultando
la aparición de competidores.
Pero esto sería posible si ambas
aplicaciones utilizaran solamente
datos abierto o en formatos estructurados…
Nada que ver con
mensajes de Twitter o mapas en
JPG obtenidos mediante web
scrapping.
¿Sólo sets
de datos
disponibles?
El planteamiento de esta hipótesis
era claramente erróneo. Influido
por el concurso Abredatos
y las ponencias open-data-centristas,
el autor de estas líneas
pensó que las empresas interesadas
en este ámbito (1) consul-
tarían los sets de datos publicados
por las administraciones;
(2) formularían una propuesta
de valor en base a estos datos;
(3) y en el mejor de los casos
idearían un modelo de negocio
para sustentar su creación.
Pero la realidad empresarial
no es así, y ni PimPamPum ni
Joan Pujol son ajenos a ella. En
ambos casos se pensó en una
propuesta de valor, para luego
ver qué fuentes de información
estaban disponibles. Si había
datos abiertos, se contemplaba
la posibilidad de ofrecerlos. Y
finalmente se pensó en una
fuente de ingresos… a sabiendas
de que el servicio jamás sería
rentable. Sea como sea, los
datos abiertos siempre acaban
siendo una fuente secundaria,
por lo que su disponibilidad no
alteró en absoluto los planes de
los desarrolladores.
¿Competencia
antes o después?
Muchos de los autores citados
coinciden en que ya hay muchos
modelos de negocio sustentados
en información del sector
público. Aunque ésta no estuvi-
era ni esté publicada en formato
abierto. Ello llevó a pensar que si
unos datos son realmente interesantes,
muy probablemente ya
habría quien los explotara con
anterioridad al programa Dades
Obertes. Evidentemente este
es el caso de la información
meteorológica. Quizás no tanto
la del servicio de cercanías. Pero
en cualquier caso las dos aplicaciones
estudiadas dejan claro
que la información no lo es todo.
Incluso puede ser nada.
Rodalia.info podría vivir sin datos
oficiales, pero carecería de sentido
sin la participación de los
usuarios. Y dicha participación
se consigue mediante dos
nuevos jugadores, Twitter y los
smartphones, que son el núcleo
central de la aplicación. En el
hipotético caso de un competidor
(anterior y posterior), éste
debería utilizar herramientas
parecidas para poder ser considerado
un servicio sustitutivo.
Además, el poder de difusión de
Rodalia.info – en parte gracias
a ser una oferta novedosa – es
difícilmente replicable por emprendedores
o microempresas,
de forma que la aparición de un
nuevo competidor debería venir
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de la mano de una empresa
con cierto potencial mediático o
presupuestario.
De igual forma, “El temps” no
ofrece información novedosa a
los usuarios, pero la ofrece en el
lugar y el momento adecuados.
Consultar la información meteorológica
de un solo vistazo
en cualquier parte sólo podría
ser sustituido por otra forma
igualmente sencilla de consultar
la información meteorológica en
cualquier lugar. Y eso es lo que
ofrece a día de hoy la web móvil
de MeteoCat, si bien podríamos
discutir la ventajas de una
aplicación con widgets respecto
a una página que se muestra en
el navegador.
De ello podemos deducir que
el valor de una oferta está
estrechamente vinculado con
su marketing mix y, por tanto,
“el producto” (en este caso, los
datos) sólo es un jugador más
entre un cuarteto. Si el precio,
los canales y la comunicación
son convenientes y diferenciales,
el hecho de compartir fuentes
de datos no debería restar
ventaja competitiva.