Pablo Martín Aceña - Santander

la banca comercial extranjera a los mercados
mexicanos. A estos dos desafíos, el Santander
respondió con la compra de dos grandes entidades:
el Banco Mexicano en 1997 y el Grupo
Financiero Serfin en el año 2000.
El Banco Mexicano, fundado en 1932 por
el ex presidente Abelardo Rodríguez, fue adquirido
en 1955 por la Sociedad Mexicana de
Crédito Industrial. Pocos años más tarde, en
1958, la entidad se fusionó con el Banco Español,
una sociedad de crédito que había nacido
tiempo atrás con el nombre de Banco
Fiduciario. En 1979, el Mexicano se transformó
en banca universal, aprovechando los cambios en
la legislación bancaria y cambió su denominación
por la de Banco Mexicano Somex. Como
tantas otras instituciones de crédito, fue nacionalizado
y vendido con posterioridad al Grupo
Financiero InverMéxico, que lo mantuvo en su
cartera hasta su venta al Banco Santander en
abril de 1997. Tras una ampliación de capital y
su fusión con un pequeño banco de inversión
perteneciente al conglomerado de sociedades
creadas por el Santander Investment, el viejo
Mexicano recuperó sus raíces y adoptó el nombre
de Banco Santander Mexicano.
El lejano antecedente de Serfin es el Banco
de Londres, México y Sudamérica, primer
banco comercial del país. Fundado en 1864
por un grupo de socios mayoritariamente ingleses,
se transformó en 1888 en el Banco de
Londres y México, para ajustarse a la legislación
del país aprobada a finales de siglo. Más adelante,
en los años treinta, la Compañía General
de Aceptaciones (o Financiera de Aceptaciones)
adquirió la mayoría de las acciones de la entidad.
Controlada por la familia Garza Sada, propietarios
de una de gran variedad de empresas en
Monterrey, la citada compañía y también el banco
pasaron en 1964 a integrarse en un conglomerado
empresarial más extenso, conocido con
el nombre de Grupo Monterrey. La denominación
de Serfin data de 1977. En 1982 pasó a manos
del Gobierno federal tras la nacionalización
Con la compra de Serfin, el Grupo
español se colocó a la vanguardia del
sistema financiero mexicano, uno de los
de crecimiento más rápido de la región
que afectó a la mayor parte del sistema bancario
mexicano. La entidad volvió a manos privadas a
principios de la década de los noventa, cuando
la compró Adrián Sada González, miembro de la
misma familia que había sido dueña del banco
antes de la estatificación. No obstante, las complicaciones
surgidas a raíz de la crisis financiera
de 1995 obligaron al Gobierno a intervenir Serfin
por segunda vez y a poner en práctica un amplio
programa de rescate de la entidad. La última
transferencia de propiedad tuvo lugar en el año
2000, cuando Grupo Santander Central Hispano
adquirió la sociedad.
Tarjeta Mastercard Light Santander Serfin lanzó toda una gama de tarjetas light en el año 2002. La exitosa iniciativa fue
traspasada al resto de los paises latinoamericanos en los que está presente el Grupo.
Además del Santander, dos grandes grupos
acudieron al concurso de adjudicación que
convocó el Instituto de Protección al Ahorro
Bancario: Banamex y HSBC. Por su parte,
el Santander se presentó a través de su filial, el
Banco Santander Mexicano. Tres razones explican
que la entidad española ganara: el excelente
cuadro de directivos que estuvo al frente de la
operación, el conocimiento que ya poseían del
contexto financiero mexicano y la contundencia
y firmeza de su apuesta. Con la adquisición
de Serfin —reforzada, además, con la compra
ese mismo año de un 15 por ciento adicional
del Santander Mexicano, elevando así la participación
hasta el 99 por ciento— el Grupo
español se colocó en la vanguardia del sistema
financiero mexicano, uno de los de crecimiento
más veloz de toda la región. El Santander
era propietario de ambas entidades pero se
decidió mantener durante un tiempo su independencia
para favorecer la competitividad:
Serfin al mando de Adolfo Lagos y Santander
Mexicano bajo la tutela de Marcos Martínez.
Finalmente, en septiembre de 2002, ambas
entidades se fusionaron dando lugar a Santander
Serfin. Sin embargo, otra espléndida
operación debía coronar aquel ejercicio. La
venta del 24,9 del capital de la entidad al Bank
of America —antiguo y cercano aliado desde
que se constituyera Bankinter—, fue un acierto
estratégico y financiero que estrechó aún más
el vínculo con la entonces segunda institución
de crédito americana, dejando una impronta de
indudable solidez en el mercado. La franquicia
mexicana del Santander quedó definitivamente
constituida el 1 de enero de 2005 y sus riendas
se encomendaron a Marcos Martínez, uno de los
más reputados financieros de Latinoamérica.
En la actualidad, Santander Serfin cuenta
con 8,1 millones de clientes y 1.039 oficinas repartidas
por todo el país, en las que trabajan
11.387 empleados. Gestiona recursos ajenos
por valor de 46.926 millones de dólares y su
beneficio atribuido se eleva a 662 millones de
dólares, que representa un 20 por ciento en el
conjunto de la región. Con una cuota de mercado
del 16 por ciento, hoy Santander Serfin es
el tercer grupo bancario de México.
UN GRUPO FINANCIERO MUNDIAL, 1986–2006 301