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Puerto franco<br />
En la década de los veinte, el Banco de <strong>Santander</strong><br />
intervino en importantes iniciativas ligadas a la ciudad,<br />
como la creación del Puerto Franco. El objetivo de esta<br />
empresa era reactivar y favorecer la economía cántabra<br />
a través del puerto. En la imagen, el trasatlántico<br />
Siboney atracado en el puerto.<br />
Bolsa de Madrid en los años veinte<br />
El Banco de <strong>Santander</strong> contaba con una importante<br />
cantidad de títulos bursátiles, tanto del Estado como<br />
de distintas compañías, aparte de acciones en varias<br />
instituciones financieras. También gestionaba una<br />
abultada cartera de títulos por cuenta ajena.<br />
familiar, relacionados con el comercio al por<br />
menor, almacenistas, talleres, pequeños fabricantes,<br />
colectivos dedicados a actividades<br />
pesqueras, propietarios de inmuebles, compañías<br />
especializadas en el tráfico de exportación<br />
e importación, empresarios agrícolas;<br />
y entre sus clientes de mayor fuste aparecen<br />
sociedades mineras, de ferrocarriles, eléctricas,<br />
químicas, de servicios urbanos y también<br />
organismos públicos, como el Ayuntamiento<br />
y la Diputación Provincial. 23 En estos años el<br />
Banco intervino en iniciativas estrechamente<br />
vinculadas a la ciudad de <strong>Santander</strong>, como<br />
la puesta en marcha del Campo de Golf de<br />
Pedreña, el Puerto Franco y el Hotel El Sardinero,<br />
además de continuar con su especial<br />
vinculación al Hotel Real.<br />
Pese a ser una institución financiera eminentemente<br />
comercial, la cartera de valores<br />
del <strong>Santander</strong> no era en absoluto despreciable;<br />
más abultada a principios de este periodo<br />
la de títulos públicos (Deuda del Estado<br />
y Obligaciones del Tesoro) que la de valores<br />
privados (acciones y obligaciones de empresas),<br />
hacia 1930 ambas alcanzaban una proporción<br />
similar y en conjunto representaban<br />
casi un 40 por ciento de los activos rentables.<br />
Las inversiones muestran una gran variedad,<br />
reflejo de una política meditada de diversificación<br />
cuyo propósito fue, sin duda, evitar una<br />
excesiva concentración de riesgos. Las operaciones<br />
de cartera, aseguramiento de emisiones<br />
y nuevas suscripciones eran competencia<br />
directa de la Junta de Gobierno, que dedicaba<br />
un buen número de horas a esta cuestión<br />
en sus reuniones mensuales. Los consejeros<br />
seguían de cerca las cotizaciones bursátiles,<br />
tanto en el Bolsín de <strong>Santander</strong> como en las<br />
bolsas de Madrid y Bilbao, mientras que el<br />
director general, Gómez García, se ocupaba<br />
personalmente de la administración de la<br />
cartera; montó además una Sección de Bolsa<br />
y otra de Cartera, de la que dependían tres<br />
negociados. El <strong>Santander</strong> poseía una buena<br />
cantidad de títulos del Estado de diferentes<br />
fechas de emisión y una variada gama de acciones<br />
y obligaciones de compañías industriales<br />
(metalúrgicas, químicas, navales, azucareras,<br />
agroalimentarias), mineras, eléctricas,<br />
ferroviarias, de construcción y de servicios<br />
urbanos; también acciones de una docena de<br />
instituciones financieras españolas. Asimismo<br />
gestionaba, como cualquier otra entidad<br />
de su género, una voluminosa cartera de títulos<br />
por cuenta ajena, cuyo monto se englobaba<br />
en la cuenta de valores nominales. 24<br />
Las cuentas acreedoras son asimismo un<br />
buen reflejo de la vocación mercantil del Banco<br />
de <strong>Santander</strong> durante esta etapa de entreguerras:<br />
predominio de los depósitos a la vista sobre<br />
los depósitos a plazo y una presencia testimonial<br />
de los denominados en moneda extranjera.<br />
La identificación entre clientes de activo y de<br />
pasivo es casi completa, si bien es cierto que muchos<br />
particulares y familias de la ciudad y de los<br />
pueblos próximos, sin relación comercial con la<br />
entidad, también le confiaban sus ahorros, por<br />
ser la más antigua y estable de la región.<br />
Las cifras del balance muestran con claridad<br />
meridiana lo expuesto más arriba, así<br />
como la senda de moderada expansión seguida<br />
por la entidad. Pese al retroceso experimentado<br />
a mediados de la década, el activo total pasó de<br />
59 a 98 millones de pesetas entre 1920 y 1930,<br />
gracias al avance del crédito comercial, que se<br />
duplicó, así como el de la cartera de inversiones,<br />
cuyo peso al final de la década alcanzaba<br />
ya casi el 40 por ciento de los activos rentables.<br />
Y aunque luego comentaremos con más<br />
detalle las cifras de la cuenta de resultados,<br />
Como reconocía la Memoria de la<br />
entidad correspondiente a 1926,<br />
la economía regional daba muestras de<br />
«potencialidad» con la multiplicación<br />
de industrias alimentarias y con el<br />
establecimiento de nuevas fábricas<br />
dejemos constancia aquí de que los beneficios<br />
netos de la entidad crecieron ininterrumpidamente<br />
de 1920 a 1923, luego descendieron hasta<br />
1926 y se recuperaron con firmeza el resto de<br />
la década. En conjunto, se mantuvieron tanto<br />
en la primera parte de la década, como en la<br />
segunda, en torno a 1,1 millones de pesetas.<br />
Desde la perspectiva del accionista, la buena<br />
marcha de los negocios se tradujo en una excelente<br />
remuneración para su capital, de forma<br />
que en los ocho ejercicios transcurridos entre<br />
1920 y 1927 recibió un dividendo medio del<br />
20 por ciento, un porcentaje que cabe calificar<br />
de elevado, de lo cual se mostraban orgullosos<br />
los responsables de la entidad, que no ocultaban<br />
su satisfacción en sus comparecencias en<br />
las juntas anuales donde insistían tanto en la<br />
solidez como en la prosperidad del establecimiento.<br />
Luego los porcentajes se redujeron a<br />
la mitad, pero ello no fue consecuencia de un<br />
retroceso de los negocios o de una mala gestión,<br />
sino efecto del desembolso en 1929 de la<br />
LA EXPANSIÓN REGIONAL, 1920–1935 95