78 Varias instituciones y organizaciones comenzaron a atender el “problema” y a tratar de integrar a los chavos que rayaban en círculos más controlados para aprender de ellos y dar a conocer el trabajo que valiese la pena. La actividad en los “faros”, propuesta por el gobierno para dar un espacio controlado para la creación y difusión de movimientos culturales marginales, representa una alternativa de intervención y tiene como objetivo brindar una oferta seria de promoción cultural y formación en disciplinas artísticas y artesanales para una población marginada física, económica y simbólicamente. Un buen número de participantes activos de la práctica del graffiti se han dado a la tarea de estudiar el movimiento desde dentro hasta profesionalizarse, organizarse, reunirse y divulgar el resultado de sus investigaciones en colectivos como Graffittiarte, quienes llevan más de 10 años en “el trabajo de campo y en el análisis del graffiti como un proceso social en el que los jóvenes de diversos barrios de México construyen su identidad (cultural y política) y por medio del cual definen sus proyectos de vida en lo individual y en lo colectivo”. El movimiento del graffiti se perfila más hacia un concepto underground, se hace de sus propias reglas y obtiene sus propios recursos; se logran pintas de tamaños considerables como producto de la organización interna de los chavos, quienes comienzan a rayar con permiso de las autoridades, en colectivos que exploran técnicas y temas distintos bajo determinado objetivo. También se han realizado varias concentraciones masivas de graffiteros con patrocinios y permisos delegacionales, envueltas en una enorme parafernalia de marketing, música y fans, que más tarde formarán las nuevas generaciones de graffiteros bajo nuevos lineamientos, ya muy disímiles a los originarios del primer rayón. En eventos como el All City Graff en el Estadio Azteca, o los multitudinarios encuentros en Tlalnepantla o Ciudad Neza, se presentaron los mejores graffitteros del mundo entero junto a exponentes mexicanos que apenas se iniciaban en este arte, ubicando así el nivel de la creciente industria en DICIEMBRE <strong>2012</strong>-ENERO 2013 Arriba, dibujo adecuado a la superficie de una construcción; abajo, street art integrado a la fachada de un edificio comercial. México. Se necesitaron miles de personas y grandes cantidades de dinero para que sucedieran estos eventos, que ayudaron a consolidar una industria que no se ha detenido. “El graffiti es una forma de arte que tiene otra visión de la vida. Nuestra intención es desmitificar al graffiti como algo nocivo para la sociedad y fomentar la actividad como una expresión de arte en general”, asegura Itxaso, organizador de los encuentros. El graffiti puede ser el representante más claro del arte urbano, pero conforme se han integrado ilustradores, diseñadores y jóvenes cuya educación en gran parte proviene de la televisión, el cómic o internet, se han desarrollado y reinventado otras maneras de intervención de los espacios públicos, por lo general igual de efímeros y anónimos. El stencil, los stickers, el cartel, el diseño que retoma la características y textura de las calles e integra un personaje o complemento para crear un mensaje o un concepto, son parte del escenario de todos los días en las grandes ciudades. Si bien para algunos graffiteros old school esto se ha despegado del graffiti por mucho, hoy en día es una realidad. Para aquellos que comenzaron dando a la tipografía ojitos, orejas o algún elemento que hiciera más fácil la empatía con el que ve el graffiti, estas otras técnicas no muestran más que un camino fácil en la búsqueda de ser aceptado. Sin embargo, lo interesante es la expresión artística sobre un espacio urbano. En la actualidad el graffiti cuenta con miles de seguidores en varias ciudades de México que adoptan el lifestyle clásico de un graffitero; visten, comen, consumen latas y válvulas, se acompañan de música, internet, cómics, fotografía y video. Esto, llevado a un nivel de consumo masivo, representa una veta nada underground de marcas refresqueras, bebidas energizantes, tenis, ropa deportiva y toda clase de gadgets, así como un sinfín de espacios en internet. LA PIEZA, EL MURAL ¿Qué es una pieza? Es simplemente la expresión máxima del graffiti. Puede llegar a ser de dimensiones monumen-
BITÁCORA