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Hernán Feldman.pdf - Saberes de Estado - IDES

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modulaciones que en otra parte serían groseras y admite el uso <strong>de</strong> palabras que rechaza una<br />

sociedad refinada”. 43 En el análisis <strong>de</strong> Daireaux, no obstante, también la lengua <strong>de</strong> los niños que<br />

asisten a ciertas escuelas sufrirá una distorsión emergente <strong>de</strong> la escasez <strong>de</strong> recursos para cumplir<br />

con los mandatos programáticos <strong>de</strong>l <strong>Estado</strong>. Los maestros que enseñan en precarias escuelas<br />

públicas <strong>de</strong> la campaña, por ejemplo, para Daireaux no son otra cosa que aventureros extranjeros<br />

que recalaron en un pueblo lejano <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> agotar toda tentativa <strong>de</strong> enriquecerse. 44<br />

Daireaux va a <strong>de</strong>cir que, habiendo llegado al límite <strong>de</strong> sus posibilida<strong>de</strong>s, el vagabundo<br />

<strong>de</strong>venido en maestro apren<strong>de</strong> el español través <strong>de</strong>l contacto con campesinos “que a su vez lo<br />

hablan sin haberlo aprendido”. 45 En el transcurso <strong>de</strong> esta metamorfosis, <strong>de</strong> resultas, el<br />

improvisado maestro adquiere lo que Daireaux califica como “un lenguaje híbrido en el que el<br />

francés <strong>de</strong>l Bearn o el italiano <strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> Génova toman modulaciones españolas, más<br />

inventadas que aprendidas”. 46 El lenguaje, <strong>de</strong> acuerdo con el juicio que emite Daireaux, vuelve a<br />

ser víctima <strong>de</strong> los renovados atropellos a manos <strong>de</strong> recién llegados que, para colmo <strong>de</strong> males, se<br />

dan a la tarea <strong>de</strong> enseñar lo que no saben. “[A]ntes <strong>de</strong> saber correctamente algunas palabras [el<br />

maestro] olvida su lengua nativa”, concluye Daireaux, “sustituyéndola por una jerga sin nombre<br />

que habla y escribe <strong>de</strong> la manera más bizarra. Y eso es cuanto pue<strong>de</strong> enseñar”. 47 En el<br />

inventario <strong>de</strong> los males que Daireaux <strong>de</strong>nuncia, así, la calle como olla podrida <strong>de</strong>l fantasma<br />

cosmopolita y la escuela <strong>de</strong> campaña con sus maestros improvisados no consiguen lograr que los<br />

niños alcancen un umbral <strong>de</strong> ciudadanía medianamente aceptable.<br />

El culto a la patria frente a la irrupción <strong>de</strong> la “polenta humana”<br />

Las aflicciones <strong>de</strong> quienes contemplaban con temor las torsiones idiomáticas a las que se<br />

verían expuestos los niños argentinos encontrarían una nueva liza en el <strong>de</strong>bate que se suscita en<br />

las páginas <strong>de</strong>l diario La Nación. En efecto, el 4 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1889, el matutino publica una<br />

carta <strong>de</strong>l legislador y novelista Juan Antonio Argerich dirigida al poeta Rafael Obligado que<br />

vuelve a instalar el tema <strong>de</strong> la lengua y <strong>de</strong> las aca<strong>de</strong>mias correspondientes en el país. Argerich<br />

refiere en la misiva que el diario La Prensa había publicado <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong>l poeta según las<br />

cuales éste aceptaba ser corresponsal <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Española y apoyaba una iniciativa<br />

impulsada por el consulado español tendiente a establecer en el país una aca<strong>de</strong>mia local<br />

<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la matritense. Más grave aún, Argerich da cuenta <strong>de</strong> que, a efectos <strong>de</strong> justificar<br />

su postura, Obligado concedía que la soberanía idiomática era patrimonio <strong>de</strong> España.<br />

En abierto contraste con la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la literatura que él mismo había <strong>de</strong>fendido<br />

en 1876 <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las páginas <strong>de</strong> La Ondina <strong>de</strong>l Plata, Obligado sostenía ahora que los países<br />

hispanoamericanos <strong>de</strong>bían rendirle homenaje a la Madre Patria en virtud <strong>de</strong> un <strong>de</strong>ber puramente<br />

filial. Partiendo <strong>de</strong> las <strong>de</strong>claraciones que La Prensa le adjudicara a Obligado, entonces, Argerich<br />

confiesa su más profundo sentimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconcierto. En efecto, Argerich sostendrá que una<br />

43 Daireaux, Émile: Vida y costumbres en el Plata, Félix Lajouane Editor, Buenos Aires, 1888, t. 1, p. 225.<br />

44 En el mismo sentido se había manifestado Paul Groussac el 12 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1882 en la sesión parlamentaria que lo<br />

tuviera como informante sobre el estado <strong>de</strong> la educación en la Argentina. “Como es <strong>de</strong> esperarse, en nuestras mil y<br />

tantas escuelas primarias, se encuentran maestros <strong>de</strong> muy diversas actitu<strong>de</strong>s. La enseñanza ha sido hasta ahora la<br />

playa más hospitalaria don<strong>de</strong> todos los náufragos <strong>de</strong> la existencia levantan su tienda <strong>de</strong> un día, su abrigo provisorio”.<br />

Groussac, Paul: “El estado actual <strong>de</strong> la Educación Primaria en la República Argentina; sus causas; sus remedios”, en<br />

El monitor <strong>de</strong> la educación común, 17, noviembre <strong>de</strong> 1882, p. 190.<br />

45 I<strong>de</strong>m, p. 235.<br />

46 I<strong>de</strong>m, p. 234.<br />

47 I<strong>de</strong>m, p. 235.

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