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Hernán Feldman.pdf - Saberes de Estado - IDES

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epresentó la carta que Juan María Gutiérrez publicara en 1876 para <strong>de</strong>clinar su nombramiento<br />

como correspondiente <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia. “Sin duda”, sostiene Quesada, “el culpable <strong>de</strong>l mal éxito<br />

fue nada menos que el primer hablista argentino, Juan María Gutiérrez, pues su brusca negativa a<br />

aceptar el diploma <strong>de</strong> correspondiente cavó un abismo entre la corporación matriz y la presunta<br />

correspondiente, que murió nonnata”. 141 Partiendo <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> que la tesis <strong>de</strong> Gutiérrez en<br />

cuanto a la libre transformación <strong>de</strong>l idioma fue perniciosa para el país, entonces, Quesada se<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> a fulminar el intento <strong>de</strong> Abeille por siquiera sugerir la posibilidad <strong>de</strong> un lenguaje<br />

netamente argentino evolucionando con prescin<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los dictados <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Española.<br />

La posición que Quesada abraza con respecto al idioma, <strong>de</strong> tal suerte, plantea una<br />

urgencia mucho más apremiante en un país <strong>de</strong> inmigración como la Argentina. En particular,<br />

Quesada retomará las críticas que Sarmiento había lanzado en 1881 contra las escuelas italianas,<br />

y sostendrá que uno <strong>de</strong> los males <strong>de</strong>l país es precisamente su proclividad hacia la excesiva<br />

tolerancia frente a todo lo que es extranjero. “Fuera <strong>de</strong> las proyecciones criticables que, para los<br />

problemas <strong>de</strong> la nacionalidad, encierra semejante tolerancia”, sugiere Quesada, “surte un efecto<br />

pernicioso respecto <strong>de</strong>l idioma nacional, pues los alumnos <strong>de</strong> aquellas [escuelas] sólo ejercitan<br />

éste por la jerigonza híbrida que oyen en sus casas, en cuyo lenguaje vulgar ven entremezcladas<br />

voces españolas e italianas; españolizando muchas <strong>de</strong> éstas e italianizando no pocas <strong>de</strong> aquellas,<br />

por manera que, a la larga, asemeja esa lengua sui generis al tipo dialecto ‘franco’ que se habla<br />

en los países <strong>de</strong>l Levante, con retazos <strong>de</strong>l francés, español, italiano, turco, griego y otros<br />

ingredientes no menos pintorescos”. 142<br />

En pie <strong>de</strong> igualdad con argumentos que ya habían sido esgrimidos por amplios sectores<br />

<strong>de</strong>l temeroso patriciado <strong>de</strong> signo católico, Quesada indicará que este tipo <strong>de</strong> educación <strong>de</strong>ficiente<br />

potencia aquellas ten<strong>de</strong>ncias inherentes al elemento inmigratorio, en tanto fuerza adventicia que<br />

privilegia el lucro en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l espíritu. “Es el i<strong>de</strong>al materialista; el grosero<br />

materialismo yankee, cuya máxima sintética es formulada en el consejo paterno: hijo mío, haz<br />

dinero, honestamente si pue<strong>de</strong>s, pero haz dinero”. 143 La consecuencia principal <strong>de</strong> este<br />

fenómeno que <strong>de</strong>spunta con la corrupción <strong>de</strong>l idioma, según Quesada, es <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n estrictamente<br />

social. En efecto, el empobrecimiento que Quesada aprecia en el idioma parece <strong>de</strong>venir<br />

in<strong>de</strong>fectiblemente en una equivalente pauperización <strong>de</strong> la clase pensante <strong>de</strong> una nación.<br />

Un cuarto <strong>de</strong> siglo atrás, Eduardo Wil<strong>de</strong> había fundado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el rincón laico -diferente,<br />

por cierto, <strong>de</strong>l lugar más o menos mesiánico que reclamaban para sí las más vibrantes arengas <strong>de</strong><br />

José Manuel Estrada- una <strong>de</strong> las líneas discursivas que advertían sobre la creciente<br />

mercantilización <strong>de</strong> la sociedad y la consecuente cesión <strong>de</strong> espacios clave por parte <strong>de</strong> quienes<br />

<strong>de</strong>bían custodiar el predio virtuoso en don<strong>de</strong> se forjaban los i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong>l país. En una carta que<br />

encomiaba el poema <strong>de</strong> Olegario Andra<strong>de</strong> “Prometeo”, en efecto, Wil<strong>de</strong> expresaba su<br />

entusiasmo por el realce que el libre pensamiento adquiría en ese poema. Una <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s<br />

que Wil<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacaba <strong>de</strong>l poema, por ejemplo, era que servía precisamente para utilizarlo como<br />

141 I<strong>de</strong>m, p. 64.<br />

142 I<strong>de</strong>m, p. 65.<br />

143 I<strong>de</strong>m, p. 68. En una carta fechada el 26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1891, Quesada felicita a su amigo, el Dr. Juan Carballido,<br />

Ministro <strong>de</strong> Justicia, Educación y Culto, por la circular en la que expone una briosa iniciativa para reformar la<br />

educación secundaria. “De ahí que merezca un sincero aplauso la circular ministerial”, <strong>de</strong>clara Quesada, “porque es<br />

la primera reacción enérgica contra el enervamiento que iba produciendo en nuestro país el tratar <strong>de</strong> formar a las<br />

nuevas generaciones para una estrecha ‘lucha por la vida’, con<strong>de</strong>nsándola a ésta en la frenética corrida tras el bíblico<br />

becerro. Quiera la suerte que la palabra autorizada <strong>de</strong>l ministro logre no sólo contener sino <strong>de</strong>sviar la corriente<br />

misma, y encauzarla poco a poco en el lecho apropiado, para que la reforma iniciada con franqueza tan suma no se<br />

esterilice o periclite”. Quesada, Ernesto: Reseñas y críticas, Félix Lajouane Editor, Buenos Aires, 1893, p. 521.

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