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Julio 2011
Recupera
62
Por Fernando Fiol | Saica Natur Noreste | fernando.fiol@saica.com
Pasado, presente
y futuro de la
recuperación del papel
y cartón
Muy lejos quedan los tiempos en que la recuperación
del papel, cartón y también otros materiales se realizaba a
través de unos medios que hoy nos resultan ancestrales, a
pesar de estar en el siglo pasado, aproximadamente hace
70 u 80 años en pleno siglo XX. Salíamos de una situación
de postguerra y estos eran los medios que se disponían.
Carros, caballos y otros animales de tiro, algún camión
procedente de las décadas de los 20 y 30, y de los 40,
procedentes del desguace del Parque Móvil del Ejército,
reconstruidos. Aparte del ferrocarril.
Para empacar el material, se usaban cajones de madera,
alguna prensa eléctrica que procedía del ramo textil, con
cajas de madera con ruedas que se deslizaban por unos
raíles, hasta la llegada de la primera prensa manual con
palanca de prensado, allá por los años 50.
Eso sí, al ser un país carente de materias primas, sin
divisas, con las fronteras cerradas y en época de grandes
necesidades, todo se recogía, se compraba y se vendía.
Todo tenía su valor: papel, cartón, periódicos, trapos,
botellas, goma, esparto (muchas alpargatas), etc.
La figura del Trapero (Chamarilero) adquirió un relevante
papel en nuestra sociedad. Ante la necesidad imperante,
hombres, mujeres y niños se afanaban en recoger cualquier
material recuperable para llevarlo al Trapero a cambio de
algunas “pesetas”. Todo tenía valor.
El papel y cartón que iba mezclado con las basuras, los
recogía el basurero con su carro y su caballo y, una vez
lleno, se depositaba en unos “sitiales” o parcelas de terreno
donde se procedía a la clasificación de toda la basura y
aprovechamiento de todo el material que no era basura
orgánica, de la cual todavía comían todos los animales
de corral, caballos, cerdo, aves, etc., etc.
La fabricación de papel y cartón se hacía, en aquel
entonces, mezclando papeles, cartones, trapos y esparto.
De esta forma, y durante dos décadas hasta la llegada
de los 60, se fue abasteciendo a las industrias papeleras de
la época, conjuntamente con algún que otro contingente
de importación de pasta de celulosa.
A partir de los años 60, entramos en una economía
de mercado más abierta. En España se inicia una amplia
fase de Desarrollo y los Industriales Recuperadores (sobre
todo los almacenistas mayoristas que provenían de los
años 40 y habían conseguido pingües beneficios), empezaban
a crear nuevas estructuras y a organizarse con
mentalidad industrial.
Se empezó a crear un parque considerable de vehículos,
camiones (Ebros, Pegasos, Barreiros), carretillas de
diverso tonelaje, se construyeron las primeras prensas
eléctricas, hidráulicas, hidráulicas invertidas de foso...
hasta que a mediados de los 60 llegaron las primeras
prensas continuas, importadas de Alemania; en fin, llegó
la era “moderna”.
Así, en Cataluña y a través de la Agrupación Nacional de
la Recuperación, fundada por los Recuperadores Textiles