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“No podemos
permitirnos
más el “usar
y tirar”. Tirar
supone verter,
incinerar
y, al fin y al
cabo, ignorar
el negocio
de la recuperación
de
materiales.”
estados de EEUU, Israel, incluso Serbia, Montenegro y
la República Checa cuentan con sistemas que permiten
mayores tasas de reciclado, y algunos de ellos tienen
implantado, precisamente, el SDDR.
La Asociación Retorna nació con el fin de mejorar
los resultados de recuperación de envases en España,
y el Gremi de Recuperació de Catalunya, entidades
ecologistas, asociaciones de consumidores y sindicatos
trabajan por la implantación de este sistema, que
podría coexistir con el actual contenedor amarillo.
Así, Retorna propugna “Devolver para reutilizar
o reciclar”: “Proponemos un sistema moderno de
depósito para envases de bebidas, similar al que ha
existido hasta hace unos años, cuando devolvíamos
el casco. Este sistema permite alcanzar unos índices
de recuperación del 98%, limpiar las ciudades, playas
y bosques de basura, transformando los envases en
materia prima o permitiendo su reutilización. Además,
crea miles de puestos de trabajo verdes gracias a la
cantidad y la calidad de los materiales recuperados”,
apunta Miquel Roset. “Los beneficios ambientales son
extraordinarios y los económicos también. No nos
cuesta dinero a los ciudadanos a través de los impuestos
como en el sistema actual donde la responsabilidad
ampliada del productor es parcial porque el productor
sólo paga por lo que se recicla (30%); en un sistema de
depósito, quien contamina no se le devuelve el dinero
de su depósito y el que no contamina lo recupera
íntegramente”, remarca Roset.
De este modo, se propone que agua, refrescos, cerveza
y zumos, envasados en plástico, vidrio, latas y bricks
conlleven un importe de 25 céntimos de euro, que se
pagarían en el momento de la compra y se devolverían
al reintegrar el envase en el circuito gracias a la
p
La recuperación
en nuestro país
Julio 2011
Recupera
67
colaboración de grandes superficies, supermercados
y comercios tradicionales.
Con ello debería conseguirse recuperar unos 18.000
millones de envases a nivel estatal al año.
¿Cómo funciona este sistema?
El comercio paga al embotellador el precio de las
bebidas y deja 25 céntimos de depósito por unidad. El
embotellador entrega al operador del sistema todos los
depósitos recibidos de los comercios. El consumidor
paga el precio del producto y deja 25 céntimos en
depósito por unidad. El comercio (que se ve compensado
por la gestión de los envases) devuelve ese
depósito cuando le retornan los envases vacíos y, luego,
el operador reintegra al comercio los depósitos que
han devuelto al consumidor más una compensación
por la gestión de cada envase. Finalmente, el operador
vende los envases vacíos al reciclador.
El sistema se financia con los depósitos no devueltos
por el consumidor y con los ingresos extraídos en la
etapa final del proceso.
“Los SDDR implantados en algunos países europeos
mejoran la gestión y recuperación de los residuos
de envases de origen domiciliario, tanto a nivel de
porcentajes de material recuperado, como respecto
de cada una de las etapas del flujo de estos residuos”,
añade Estíbaliz López-Samaniego.
Ya en la separación en origen, el ciudadano no tiene
dudas respecto a qué residuos son objeto del Sistema,
lo cual minimiza las posibilidades de generación de
impropios.
La desviación de los envases ligeros hacia un
SDDR genera un menor volumen de residuos en los
contenedores amarillos. Minimiza las posibilidades