'EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS' - Marq

255, fig. 5) Y Marmullas en Málaga (FERNANDEZ
LOPEZ, nI, 1986, 176), el Castillón en Granada (MO­
TOS, 1986, IV, 405 , fig. 7-6) Y en la antigua Madinat
AI-Mariyya o Almería (DOMINGUEZ et aHí, 1987,
I1, 572, lam I1-b).
Hasta hace poco tiempo este tipo cerámico era poco
conocido y practicamente imposible de datar. Morfologicamente
podía relacionarse con formas de cronología
almohade existentes en Mallorca y Almería (DUDA,
1970, 26) Y recogidas en la tipología de G. Rosselló
como el tipo 11c (1978, 67-9). En esta línea André Bazzaná
(1979, 154-6), al sistematizar la cerámica medieval
valenciana, definió dos tipos de ollas: la típica "olla
valenciana" de cuello acanalado, que consideraba heredera
de la antigüedad tardía, y la del tipo l1c sistematizada
por Roselló y propia de los imperios magrebíes.
No obstante otros autores comenzaron a intuir la posible
antigüedad del segundo tipo. De esta forma Duda
en 1972 (357-8) Y (360) presentó dos ejemplares procedentes
de Almería que consideraba anteriores al siglo
XI y que emparentaba con las producciones del Germo,
yacimiento tardorromano cordobés fechado en el
siglo VII (ULBERT, 1987). También Zozaya abundaría
en esa línea al considerar esta forma de época califal
(1980,277)
11.1
La abundancia de estas piezas en la rábita de Guardamar
por debajo de los pavimentos nos obligó a reconsiderar
su cronología, fechandolas con anterioridad
al 944. La correspondencia estratigráfica de esta forma
con el nivel U quedó perfectamente corroborada por
piezas como la N° 20 (MI), cuyos fragmentos aparecieron
tanto en la calle como en el interior de la primera
mezquita, bajo su pavimento. No obstante, dichas producciones
" ... podrían pervivir hasta fines del siglo X,
ya que nos aparecen en los pavimentos de la primera
mezquita, que posiblemente se levantó hacia esa fecha
.. " (AZUAR 1987, 285) Y esporádicamente en los
revueltos de los niveles superficiales de los complejos
norte y sur.
La evidencia cronológica que proporciona la rábita
de Guardamar permitió ' estudiar formas similares de
otros yacimientos de la provincia de Alicante como son
el Cabezo del Molino de Rojales, el Forat de Crevillente,
el Zambo de Novelda, el Casteler de Alcoy, el Castellar
de Elche y especialmente la pieza de Almoradí
que contenía un tesorillo califal de dirhames de Abd
al-Rahman IU, al-Haqan II y Hixem II (LLOBRE­
GAT, 1976,225-6), actualmente en estudio por Caroli­
na Domenech Belda.
Los paralelos, antes escasos, comienzan a ser abundantes,
especialmente en el área suroriental de la Península,
gracias a la incipiente línea de investigación
desarrollada en los últimos años sobre los primeros siglos
de ocupación islámica. En Murcia aparecen en el
Cabezo de las Peñas en Fortuna (NAVARRO, 1986,
n° 49), en las Cabezuelas de Totana (N° 675-8) con
cronología incierta: en el Llano del Olivar de Aljezares
(N° 279-81) Y en el Alfar de San Nicolás de la capital,
donde aparecen numerosas piezas usadas como útiles
de alfar y fechadas a principios del X (NAVARRO,
1988). También están muy bien representadas en el yacimiento
almeriense de Pechina, donde se datan en el
siglo IX (CASTILLO et alií, 1987), yen Málaga, tanto
en la ciudad procedentes de los niveles islámicos del
Teatro romano, como en numerosos yacimientos de la
provincia entre los que destaca el de Bezmiliana, Cerro
de la Victoria (ACIEN, 1986 b). De Granada proceden
algunas piezas dispersas como la marmita hallada en el
primer estrato del Cerro del Real en Galera (PELLI­
CER & SCHULE, 19(