'EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS' - Marq

Las especies representadas son las que siguen:
Equus caballus L. (caballo)
Equus asinus L. (asno)
Equus sp.
Bos taurus L. (buey)
Ovis aries L. (oveja)
Capra hircus L. (cabra)
Ovis/Capra (ovejas y cabras)
Cervus elaphus L. (ciervo)
Oryctolagus cuniculus L. (conejo)
Lacerta lepida D. (lagarto ocelado)
Sepia officinalis (sepia común)
Crustáceos
A continuación reflejamos el NR (número de restos),
NMI (número mínimo de individuos) y porcentajes
de las muestras de las tres campañas realizadas. En
esta tesitura, separamos la campaña de 1984, efectuada
en la calle, de las de 1985 y 1987, efectuadas en las
mezquitas 1, II, IlI, IV, V Y VI.
Campaña de 1984
Caballo
NR
3
Asno 1
Buey 5
Oveja 6
Cabra 1
Ovicaprinos 71
Ciervo 1
Conejo 9
Sepia 3
TOTALES 100
Campaña de 1985
Equus sp.
NR
1
Oveja 3
Cabra 1
Ovicaprinos 35
Ciervo 1
Conejo 2
Lagarto ocelado 1
Cangrejo de mar 2
Peces 1
TOTALES 47
%
3
1
5
6
1
71
1
9
3
100
%
2.12
6.38
2.12
74.46
2.12
4.25
2.12
4.25
2.12
lOO
NMI
2
1
1
2
1
14
1
7
3
32
NMI
1
2 .
1
7
1
1
1
2
1
17
%
6.25
3.12
3.12
6.25
3.12
43 .75
3.12
21.87
9.37
100
%
5.88
11.76
5.88
41.17
5.88
5.88
5.88
11.76
5.88
100
Campaña de 1987
NR % NMI %
Oveja 1 5.26 1 25
Ovicaprinos 18 94.73 3 75
TOTALES 19 100 4 100
Si repasamos las tablas, se apreciará al punto la no
inclusión de la sepia en las correspondientes a las campañas
de 1985 y 1987, efectuadas ambas en el interior
de las mezquitas. Su elusión se fundamenta en los graves
problemas de cuantificación que nos ha planteado
y que merecen un capítulo aparte. Como sabemos, la
única unidad anatómica de esta especie perdurable en
un depósito arqueológico es la jibia. Puesto que cada
jibia pertenece a un individuo, el recuento en base al
NMI ofrece escasas dudas cuando aparecen más o menos
íntegras. Las dificultades se acrecientan en proporción
directa al estado de fragmentación de las mismas
y se tornan enigmáticas cuando los fragmentos no presentan
porciones claramente reconocibles desde el punto
de vista anatómico. Pues bien, éste ha sido el caso
de los fragmentos analizados por nosotros, la mayoría
de los cuales de tamaño tan reducido o de asignación
anatómica tan dudosa, que no harían más que supravalor.ar
la especie si atendemos al NR o infravalorarla si
lo hacemos con el NMI, incalculable en la práctica totalidad
del conjunto. No ocurre lo mismo con las tres
jibias encontradas en el patio en la excavación de 1984,
las cuales cumplen todos los requisitos teóricos para la
fiabilidad de su cuantificación. De este modo, no hemos
recogido en los gráficos de proporción de especies
la sepia procedente del interior de las mezquitas, pero
no es menos evidente su estimación de orden cualitativo.
Conviene señalar que el cálculo del NMI en las demás
especies, se ha realizado desde la óptica del estado
de desgaste de la dentición (edad) y de la contabilización
de las piezas que más se repiten respecto de los
huesos largos previa separación en lado izquierdo o derecho.
Igualmente se ha observado el estado de su fusión
epifisial en el mismo sentido. Para el cálculo de la
edad en los ovicaprinos se ha utilizado el método propuesto
por Ewbank, Phillipson y Whitehouse con
Higgs (1964). En el ciervo, hemos seguido a Mariezkurrena
(1983). Para la toma de medidas nos hemos basa-
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