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Montag se colocó el pequeño objeto metálico en la oreja. El viejo insertó otro<br />
similar en la suya y movió los labios.<br />
-¡Montag!<br />
La voz sonó en la cabeza de Montag.<br />
-¡Le oigo!<br />
Faber se echó a reír.<br />
-¡Su voz también me llega perfectamente! -Susurró el viejo. Pero la voz sonaba<br />
con claridad en la cabeza de Montag-. Cuando sea hora, vaya al cuartel de<br />
bomberos Yo estaré con usted. Escuchemos los dos a ese capitán Beatty.<br />
Pudiera ser uno de los nuestros. ¡Sabe Dios! Le diré lo que debe decir.<br />
Representaremos una buena comedia para él. ¿Me odia por esta cobardía<br />
electrónica? Aquí estoy, enviándole hacia el peligro, en tanto que yo me quedo<br />
en las trincheras, escuchando con mi maldito aparato cómo usted se juega la<br />
cabeza.<br />
-Todos hacemos lo que debemos hacer -dijo Montag-. Puso la Biblia en manos<br />
del viejo-. Tome. Correré el riesgo de entregar otro libro. Mañana...<br />
- Veré al impresor sin trabajo. Sí, eso puedo hacerlo.<br />
-Buenas noches, profesor.<br />
_No, buenas noches, no. Estaré con usted el resto de la noche, como un<br />
insecto que le hostigará el oído me necesite. Pero, de todos modos, buenas<br />
noches y buena suerte.<br />
La puerta se abrió y se cerró. Montag se encontró otra vez en la oscura calle,<br />
frente al mundo.<br />
Podía percibirse cómo la guerra se iba gestando aquella noche en el cielo. La<br />
manera como las nubes desaparecían y volvían a asomar, y el aspecto de las<br />
estrellas, un millón de ellas flotando entre las nubes, como los discos<br />
enemigos, y la sensación de que el cielo podía caer sobre la ciudad y<br />
convertirla en polvo, mientras la luna estallaba en fuego rojo; ésa era la<br />
sensación que producía la noche.<br />
Montag salió del «Metro» con el dinero en el bolsillo. Había visitado el Banco<br />
que no cerraba en toda la noche, gracias a su servicio de cajeros automáticos,<br />
y mientras andaba, escuchaba la radio auricular que llevaba en una oreja...<br />
«Hernos movilizado a un millón de hombres. Conseguiremos una rápida<br />
victoria si estalla la guerra ... » La música dominó rápidamente la voz y se<br />
apagó después.