VIII. Providence, 22-27 de agosto de 1983 (volumen I) - Asociación ...

Palabras de acogida XXI
levantar la sesión hasta la hora de la próxima ponencia. Finalmente, no se
permite la lectura de ponencias in absentia. Si se acatan bien estas reglas,
los congresistas sabrán, dentro de la superabundancia de posibilidades,
cuándo se lee la ponencia de cada uno y podrán escoger según su gusto 3 .
Mi segunda advertencia se refiere a la publicación de las Actas. Será
del todo imposible mantener el mismo criterio tan amplio de acoger en
ellas todas las ponencias que se han presentado en el Congreso. Se procederá,
por tanto, a una rigurosa selección de las ponencias que se ofrezcan
para publicar, según un criterio determinado, en parte por necesidades
económicas y en parte por cuestiones de calidad. Es muy difícil indicar
ahora mismo una cifra exacta de las ponencias que puedan figurar en
las Actas, pero creo que no podrán exceder de cien o ciento veinte ponencias,
menos de la mitad de las presentadas 4 .
Sobre lo demás del programa, debo decir que de todo corazón celebro
la colaboración que realizamos con otros organismos culturales, tanto
dentro como fuera de Brown. Estoy seguro de que los congresistas disfrutarán
de la visita a Boston y Cambridge con la extraordinaria riqueza
de los fondos bibliográficos que allí se encuentran. Tendrán ustedes la ocasión,
en la Boston Public Library, de ver dos exposiciones a la vez. De
un lado, ejemplos de la magnífica colección Ticknor de libros y manuscritos
españoles presentados por la doctora Laura Monti y, de otro, la imponente
colección de documentos y retratos bolivarianos reunidos por A.
Maury Bromsen. Desde el principio de la programación del Congreso habíamos
abrigado la esperanza de conmemorar de algún modo el bicentenario
del libertador americano, Simón Bolívar, tan cercano a las fechas de
nuestro Congreso. Por eso con muchísimo entusiasmo nos adherimos a
la conmemoración del héroe de la independencia en la visita a la tan oportuna
exhibición en Boston. Además, se nos brinda la oportunidad de ver
una selección de los incomparables fondos hispánicos de la Houghton Library
de Harvard University. Más cerca de casa, tenemos la exposición
de arte hispanoamericano en el exquisito museo de la Rhode Island School
of Design, para no decir nada de la muestra —nada más que una muestra—
de los riquísimos recursos que ofrece al hispanista y al historiador
de las Américas la John Cárter Brown Library, aparte de los de poesía
hispanoamericana de la Harris Collection representados en la exposición
de la Rockefeller Library. Contamos también con la selección de libros es-
3 Me he permitido retener, excepcionalmente, dos párrafos de orden puramente práctico, por la
primordial importancia que revisten los asuntos tratados para cualquier congreso erudito: el horario
y la publicación de las Actas.
4 En realidad, rebasan bastante este cálculo.