I Época, Nº 10 - Santa Cena de Jaen

La Fundación María Santísima
de la Caridad y Consolación
retoma las obras de la Residencia
Cesar Álvarez González
Este es un título que, realmente, nunca hubiera deseado escribir. Eso supondría que las
obras nunca hubieron de pararse, pero, por desgracia así fue.
A finales de 2008, y dado que la financiación para la construcción de la Residencia
aún no se había obtenido, las obras debieron pararse, ante la falta de fondos que hicieran
posible seguir con el proceso constructivo. Aún así, gracias a las donaciones recibidas, pudimos
completar la fase de cimentación completamente, e incluso una parte de la estructura de la
iglesia anexa a la residencia.
Ante la falta de recursos, y dadas las exigencias que las entidades bancarias solicitaban para
la concesión del préstamo, el Patronato de la Fundación decidió buscar una forma de financiación
alternativa, mediante la construcción de un parking subterráneo, con el objetivo de, a
cambio de un precio determinado, dar en cesión de derecho de uso las plazas de aparcamiento
resultantes. Igualmente, una parte del aparcamiento quedaría en alquiler y rotación, dotando a
la zona de un aparcamiento público.
Este aparcamiento, en base a los estudios económicos realizados, y a los distintos escenarios
estudiados, generaría los recursos suficientes para financiar las obras del propio parking y, a su
vez, avanzar en la fase constructiva de la residencia.
Así, el Arquitecto autor del proyecto, y patrono de la Fundación, D. Manuel Quesada
Eliche, realizó un proyecto de construcción del aparcamiento que contempla la ejecución de
337 plazas de garaje en 2 sótanos.
Con el proyecto realizado, y presentado a los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de
Jaén, debimos de afrontar ciertas dificultades de tipo administrativo ante las administraciones
públicas, que se fueron resolviendo de forma más lenta de lo deseable, aunque finalmente, el
pasado mes de diciembre, y gracias al incansable esfuerzo del Presidente de la Fundación, y de
los patronos que le asesoraron en esta compleja gestión, obtuvimos el decreto municipal que
permite a la Fundación construir el aparcamiento.
A su vez, se ha conseguido que la Caja Rural de Jaén, acepte la formalización del préstamo
hipotecario a la construcción, no sólo de la Residencia, sino también del aparcamiento anexo,
por lo que esperamos en breve la constitución del préstamo hipotecario, y reiniciar la obras de
la ansiada Residencia, si bien, en este tiempo, los técnicos D. Francisco Chamorro y D. Pedro
Jurado, conjuntamente con el Arquitecto han seguido trabajando en los aspectos más dificultosos
de la ejecución de la obra, con el fin de agilizar las obras en el momento que se reinicien.
Hace dos años, en el Boletín de nuestra Hermandad, me aventuraba a dar una fecha
determinación de la Residencia. En esta ocasión, y con el inminente reinicio de las obras, la
prudencia impide atreverme a dar una fecha de inauguración. Aunque trabajamos para que sea
cuanto antes, tenemos claro que será cuando El quiera, y nosotros estaremos aquí para servirle
en el camino de la ayuda a los más necesitados.
Compensará el esfuerzo...
Francisco Chamorro Ortega
En los tiempos que corren,
intentar sacar adelante un
proyecto, una idea, un fin
social, no es un imposible, es casi una
utopía, en la sociedad en la que estamos
inmersos, sociedad puramente materialista
y egoísta, si a demás se penaliza
con una crisis que todos decimos que
ya pasará, pero que en estos momentos
se está sufriendo en todos los sectores
sociales, vuelvo a decir que sacar adelante
este Proyecto a futuro es casi una
utopía.
Con estas perspectivas, solo se nos
ocurre, intentar realizar un proyecto
de una Residencia de Mayores con un presupuesto mayor de seis millones de euros, con unos
recursos mínimos y una situación económica en general muy desfavorable a estos tipos de proyectos
sin ánimo de lucro.
Creo que para sacar adelante estas iniciativas, sin una fe clara en el proyecto, no en éste, si
no en el proyecto de nuestra vida cristiana, con una visión de entrega a los demás, de generosidad
a los más necesitados, de dar algo sin recibir nada a cambio, sin estas premisas no se puede comprender
que un grupo de personas formen una Fundación, con el fin de realizar una Residencia
para nuestros mayores, sin otro interés que el realizar una labor social de acoger, proteger y mimar
a una persona mayor que de una u otra forma, anteriormente nos lo han dado todo.
Una vez colocado el último ladrillo de la residencia de mayores, que de todos es sabido
el esfuerzo que tendremos que realizar, quizá nos preguntemos ¿Compensa tanto esfuerzo? Yo
estoy seguro de que sí. Solo con que podamos acoger a uno de nuestros mayores, personas que
actualmente no tienen acogida, que se encuentran totalmente abandonadas por cualquier motivo,
por no disponer de medios económicos, por no tener el amparo de sus familiares, por una
marginación social u otros motivos, es por esto, entiendo que esa satisfacción, nos compensará
con creces el esfuerzo realizado.
No puede ser de otra forma que nuestra residencia lleve el nombre de Caridad y Consolación,
qué nombre más completo para la casa de acogida de nuestros mayores donde no solo
tendrá su casa, sino que también será su hogar.
Siempre hay que reconocer, que un proyecto de esta entidad, no se podría realizar solo
con el esfuerzo de los Patronos de la Fundación, hay que agradecer el esfuerzo realizado por
entidades municipales, privadas, bancarias y muchas personas anónimas que están colaborando
para desarrollar nuestro proyecto y seguro que seguirán colaborando, por eso también hay que
sentir gratitud por esas personas que colaboran y apoyan nuestro proyecto.
114 Boletín Informativo n.º 10 Jaén, febrero 2010 115
Simón Judas-Tadeo