I Época, Nº 10 - Santa Cena de Jaen
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Mª Isabel Almagro Toro<br />
Los Matrimonios con una<br />
ruptura consumada<br />
Estos matrimonios están divorciados o<br />
separados. Los cónyuges discuten y se pelean,<br />
como pue<strong>de</strong> ocurrir en cualquier convivencia<br />
humana, pero no existe un medio o forma para<br />
solucionar estas <strong>de</strong>savenencias, y se llega a una<br />
convivencia sin valores, cada uno <strong>de</strong> ellos vive<br />
por su lado, y es entonces cuando inician el<br />
camino <strong>de</strong> la ruptura. Los hijos, especialmente<br />
los más pequeños, sufren infinitamente este<br />
proceso y aún más cuando llega la hora <strong>de</strong> los<br />
juzgados y <strong>de</strong> las separaciones. ¡Cuánto dolor,<br />
cuánto <strong>de</strong>sgarro y cuánta tragedia lleva consigo<br />
el fracaso <strong>de</strong> un matrimonio!<br />
Retos y<br />
dificulta<strong>de</strong>s<br />
en la pareja y familia<br />
Vivir en familia siempre ha sido difícil, porque es compleja<br />
la convivencia plena, y cuando se trata <strong>de</strong> una convivencia para<br />
toda la vida, pues más aún, por eso, no es novedad la situación que<br />
tenemos actualmente. Las dificulta<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong>n venir <strong>de</strong> la misma<br />
pareja y familia, la cultura y sociedad actual. Tenemos suficiente<br />
libertad, para po<strong>de</strong>r elegir al hombre o mujer con el cual hemos<br />
<strong>de</strong>cidido, compartir el resto <strong>de</strong> nuestras vidas. Al mismo tiempo,<br />
vivimos en un mundo que nos envuelve y nos bombar<strong>de</strong>an,<br />
nuestros valores <strong>de</strong> matrimonios y familias cristianas. Po<strong>de</strong>mos<br />
percibir, que existen muchas formas <strong>de</strong> ver y vivir el matrimonio,<br />
aún el matrimonio entre los cristianos. A pesar <strong>de</strong> que po<strong>de</strong>mos<br />
elegir a nuestro cónyuge, surgen y concurren muchas dificulta<strong>de</strong>s,<br />
que <strong>de</strong>bemos analizar por separado.<br />
Matrimonios que estando<br />
casados, quieren vivir<br />
como solteros.<br />
Inician su matrimonio queriendo compartir<br />
toda su vida con mucho amor e ilusión.<br />
Pero con el paso <strong>de</strong> los días, la relación entre los<br />
dos, va cayendo en una <strong>de</strong>silusión, y casi sin<br />
darse cuenta se instala en el matrimonio. Hay<br />
indiferencia ante los problemas <strong>de</strong>l otro, sus intereses,<br />
su trabajo. No hay manifestaciones <strong>de</strong><br />
cariño entre los dos. Existe distanciamiento y<br />
frialdad <strong>de</strong>l uno para con el otro. Hay frecuentes<br />
escapes, fiestas, alcohol…. Vivir así, don<strong>de</strong><br />
cada uno vive para sí, es vivir casados-solteros<br />
y en estos momentos, como invitación para<br />
salir <strong>de</strong> la <strong>de</strong>silusión aparece lo que llamamos<br />
“el mo<strong>de</strong>lo” <strong>de</strong>l mundo. Es <strong>de</strong>cir, el mundo les<br />
sugiere, disimuladamente, respuestas fáciles y<br />
no verda<strong>de</strong>ras, para no sufrir <strong>de</strong>masiado en<br />
<strong>de</strong>silusiones, un mundo consumista, basado en<br />
un Carpe diem perpetuo y eterno sin importar<br />
edad, o condición, o responsabilida<strong>de</strong>s. No<br />
viven la intimidad, la unidad, la responsabilidad,<br />
la generosidad y les lleva a vivir casadossolteros.<br />
Son las llamadas “familias pensión”,<br />
frías e indiferentes, en las que cada miembro<br />
lleva “su vida”, no hay comunicación, pero sí<br />
hay silencios y reservas.<br />
Matrimonios unidos<br />
corporalmente pero<br />
separados espiritualmente<br />
Estos matrimonios viven juntos, juntos en<br />
todo, en la organización <strong>de</strong> la casa, compras,<br />
fiestas, vacaciones, etc., hasta en lo corporal,<br />
incluida la sexualidad, pues ¿dón<strong>de</strong> van a ir,<br />
que les salga más barato, apagar su instinto?<br />
aquí, todo se queda en lo físico y genital.<br />
Unas tremendas cataratas les están empañando<br />
la visión <strong>de</strong>l alma… y hasta <strong>de</strong>l corazón.<br />
Les cuesta poner buena cara, sonreír en el<br />
momento oportuno, contar cómo les ha ido<br />
el día, o incluso dar un beso lleno <strong>de</strong> ternura,<br />
o un sentido abrazo cargado <strong>de</strong> amor, o hacer<br />
oración juntos. Estos matrimonios aparentemente<br />
muy unidos pue<strong>de</strong>n sufrir “divorcios<br />
interiores”: Viven exteriormente juntos, sin<br />
estar unidos interiormente, en la mente y en<br />
el corazón; conviven aguatándose.<br />
Matrimonios que se<br />
aguantan y soportan<br />
Son los que por miedo a la soledad, miedo<br />
a enfrentarse con sus familias, por miedo a no<br />
tener una economía saneada, al qué dirán los<br />
amigos, por los hijos. A este mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> matrimonio<br />
y familia, los po<strong>de</strong>mos llamar “Familia<br />
junta”. Todos viven bajo un mismo techo,<br />
pero es un grupo <strong>de</strong>sarticulado. Nadie tiene<br />
que ver con nadie. Cada uno vive su espacio<br />
y se percibe un ambiente <strong>de</strong> individualismo,<br />
que empaña el hogar por tanto, aparece el<br />
malhumor, los nervios y la agresividad. Este<br />
mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> familia no saborea el gozo, ternura<br />
y alegría <strong>de</strong> una familia unida.<br />
Matrimonios que viven en<br />
la rutina<br />
El amor, con el que iniciaron la relación,<br />
se ha transformado en hábito, el hábito en<br />
rutina, y la rutina, en indiferencia, que es<br />
el polo opuesto <strong>de</strong>l amor. La vida en común,<br />
no es más que una apariencia, es como si<br />
tuvieran una máscara, que se mantiene, sea<br />
por obligación ya que están los hijos, sea por<br />
conveniencia social. Matrimonios que ven la<br />
crisis, pero se acomodan y no hacen nada por<br />
salir, no quieren molestarse, no se preocupan.<br />
Con la indiferencia instalada, siempre hay<br />
lugar para un nuevo amor y, por ello, para la<br />
infi<strong>de</strong>lidad y la separación.<br />
Matrimonios con<br />
dificulta<strong>de</strong>s y luchan por<br />
superarlas<br />
Son aquellos matrimonios que, conscientes<br />
<strong>de</strong> sus fallos y limitaciones, y teniendo<br />
en cuenta que ninguna pareja queda libre<br />
<strong>de</strong> todos los problemas, que pueda ocasionar<br />
la convivencia, son conscientes <strong>de</strong> sus necesida<strong>de</strong>s,<br />
y hacen lo posible para renovar cada<br />
día su amor y compromiso. Los obstáculos no<br />
hacen más que engran<strong>de</strong>cer el triunfo cuando<br />
se superan. Y el triunfo siempre será <strong>de</strong> quienes<br />
luchen con coraje, con constancia y <strong>de</strong>cisión<br />
por él.<br />
Estos matrimonios,<br />
tienen unas aptitu<strong>de</strong>s<br />
para madurar y mejorar:<br />
Actitud <strong>de</strong> aceptación<br />
Jamás podrá marchar bien un matrimonio<br />
si en la base <strong>de</strong> su escala <strong>de</strong> valores no<br />
está la aceptación <strong>de</strong>l otro tal como es, con su<br />
98 Boletín Informativo n.º <strong>10</strong> Jaén, febrero 20<strong>10</strong> 99<br />
Simón Judas-Ta<strong>de</strong>o