I Época, Nº 10 - Santa Cena de Jaen
I Época, Nº 10 - Santa Cena de Jaen
I Época, Nº 10 - Santa Cena de Jaen
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Un sacramento<br />
Cuando estamos en la Iglesia celebrando<br />
la Eucaristía me llaman la<br />
atención dos cosas principalmente:<br />
La primera, como a todo el mundo, que<br />
asisten pocos jóvenes, es muy difícil acercarlos<br />
a celebrar la <strong>Cena</strong> <strong>de</strong>l Señor pero es más<br />
complicado aún conseguir que confiesen con<br />
Él sus pecados.<br />
La segunda, la cantidad <strong>de</strong> cristianos que<br />
vamos a comulgar; tres filas dobles, alineados<br />
perfectamente en silencio y ¿Preparados para<br />
recibir al Señor? Me pregunto don<strong>de</strong> están esas<br />
filas en los confesionarios. Por supuesto, que<br />
nos acercamos a recibir este sacramento, pero<br />
creo que aun hoy en día con cierta reticencia.<br />
¿Es que ya no tenemos pecados? ¿ O es que<br />
creemos que el pecado ya no existe?<br />
Para empezar casi nunca se utiliza esta<br />
palabra, en sí misma es fea, esta mejor hablar<br />
<strong>de</strong> errores, o fallos, y claro cualquiera se equivoca;<br />
a<strong>de</strong>más leí una vez que los fallos son<br />
oportunida<strong>de</strong>s para mejorar corrigiéndolos y<br />
potenciando el lado positivo, por ejemplo si<br />
no sé escuchar, porque todo lo que digo es <strong>de</strong>masiado<br />
interesante como para <strong>de</strong>jar participar<br />
a otros, ¿por qué no <strong>de</strong>dicar mi tiempo a las<br />
personas mayores? pasar un rato con ellas hará<br />
que guar<strong>de</strong> silencio, porque cualquier trazo que<br />
cuente <strong>de</strong> su vida, <strong>de</strong> la dureza <strong>de</strong> otros años,<br />
será una lección para la mía.<br />
Pero es mejor llamar a las cosas por su<br />
nombre, y claro que el pecado existe, y no po<strong>de</strong>mos<br />
consentir que los jóvenes sigan creyendo<br />
que pue<strong>de</strong>n confesarse directamente con Dios,<br />
sin necesidad <strong>de</strong> un sacerdote; que con quien<br />
se encuentran en el confesionario es su párroco<br />
y no el mismo Cristo; que para que confesarse<br />
Paqui Quero<br />
apasionante<br />
Vocal <strong>de</strong>l Grupo Joven e Infaltil<br />
si solo es un tropiezo que a<strong>de</strong>más se volverá a<br />
repetir, pues el ser humano es imperfecto; si<br />
Dios me ha hecho así será porque me quiere<br />
así; que <strong>de</strong>cirle al Padre si yo ni robo ni mato;<br />
estoy arrepentido y con eso me vale….<br />
En verdad todos somos tan perfectos,<br />
jamás ofen<strong>de</strong>mos a Dios, a nuestros hermanos<br />
o a nosotros mismos, no conocemos el rencor,<br />
la injuria, la incomprensión, la intolerancia, la<br />
agresividad, el odio, la pereza, el hedonismo, la<br />
arrogancia, la mentira, el menosprecio…..<br />
Aunque todos nos sentimos pecadores “si<br />
<strong>de</strong>cimos que no hemos pecado, nos engañamos<br />
a nosotros mismos y no somos sinceros” (Jn<br />
1,1-8)<br />
Compren<strong>de</strong>r la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> este Sacramento,<br />
<strong>de</strong> este Misterio; llenará nuestra vida,<br />
Vida Nueva que recibimos <strong>de</strong>l Bautismo y que<br />
para que permanezca limpia como el agua <strong>de</strong><br />
aquel día necesita <strong>de</strong>l abrazo amoroso <strong>de</strong>l padre<br />
que nos espera en el perdón.<br />
Debemos dar ejemplo a los jóvenes y<br />
acudid a Dios más a menudo para que nos<br />
reconcilie con todos los hermanos, para que<br />
<strong>de</strong>vuelva la paz a nuestra alma y la alegría <strong>de</strong><br />
nuestro corazón.; el pecador necesita ser salvado<br />
<strong>de</strong>l pecado y <strong>de</strong> la muerte; por eso Jesucristo<br />
nos espera en el confesionario cada día para<br />
ofrecernos su re<strong>de</strong>nción.<br />
Y así renovados por el Sacramento <strong>de</strong> la<br />
Reconciliación cuando nos arrodillemos ante<br />
Él para celebrar la Adoración al Santísimo<br />
el segundo y tercer sábado <strong>de</strong> cada mes, sin<br />
duda alguna será muchísimo más fructífera y<br />
seremos ejemplo <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra entrega y amor<br />
para nuestros jóvenes que son la semilla que<br />
se ha <strong>de</strong> sembrar.<br />
118 Boletín Informativo n.º <strong>10</strong> Jaén, febrero 20<strong>10</strong> 119<br />
Matías<br />
¡Bendita<br />
inocencia!<br />
Paqui Quero<br />
Vocal <strong>de</strong>l Grupo Joven e Infaltil<br />
Los padres son esos seres tan estresados<br />
y agobiados que viven en un mundo<br />
<strong>de</strong> prisas, llevando, trayendo, transportando<br />
sus hijos al colegio, a catequesis, a<br />
las reuniones <strong>de</strong>l grupo infantil, a cerámica ,<br />
natación… que vuelven a apren<strong>de</strong>r caligrafía,<br />
las tablas <strong>de</strong> multiplicar, fracciones, conocimiento<br />
<strong>de</strong>l medio, los anfibios,... Y que tienen<br />
la inmensa suerte <strong>de</strong> convivir con almas limpias<br />
y puras.<br />
Que pena que en la sociedad en la que<br />
vivimos no se aprecie tanto el valor <strong>de</strong> estar<br />
ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> almas blancas, y por eso algunos<br />
intenten <strong>de</strong>spertarlas intempestiva y tempranamente<br />
y a<strong>de</strong>más, a cañonazos porque les asusta<br />
tanta verdad.<br />
Quieren tornar la luz en oscuridad, la<br />
transparencia en opacidad para carcomer ese<br />
don <strong>de</strong>l cielo, ese premio al clamor <strong>de</strong> Jesús:<br />
“Dejad que los niños se acerquen a mi”.<br />
Lo que acostumbramos a llamar inocencia,<br />
tachándolo <strong>de</strong> un mal que aunque propio<br />
<strong>de</strong> la edad infante hay que curar, limar, mol<strong>de</strong>ar<br />
y transformar en algo tan irreconocible, que<br />
solo sea un sueño <strong>de</strong> lo que fue y <strong>de</strong> lo que<br />
pudiera haber sido; es un regalo que Dios nos<br />
hace al nacer y que purifica y llena <strong>de</strong> gracia con<br />
el Sacramento <strong>de</strong>l Bautismo. Es simplemente<br />
ver las cosas con sencillez; sí; con los ojos <strong>de</strong> un<br />
niño; pensar que todo se pue<strong>de</strong> arreglar, y hacer<br />
<strong>de</strong> los problemas algo fácil <strong>de</strong> resolver; es ver a<br />
todos con amor, admirando a cada persona que<br />
nos ro<strong>de</strong>a sin rechazo alguno; sentirse felices<br />
con ellos mismos y no tener complejos; hacer<br />
gran<strong>de</strong> y brillante cuanto los ro<strong>de</strong>a, aunque<br />
solo sea salir el sábado con papá por la mañana<br />
para recoger el periódico, y entregarse a todo<br />
con el corazón y <strong>de</strong> verdad.<br />
¡Qué maravilloso sería volver a nacer <strong>de</strong><br />
nuevo como Jesucristo nos pedía en el Evangelio<br />
para po<strong>de</strong>r entrar en el Reino <strong>de</strong> Dios y hacer<br />
<strong>de</strong> este mundo un pedacito <strong>de</strong> cielo si todos<br />
tuviéramos el alma como la <strong>de</strong> un niño!