I Época, Nº 10 - Santa Cena de Jaen

han incorporado otras más modernas de muchísimo
mérito; se han fundado nuevas cofradías y existen
proyectos de otras, el orden, la devoción y la estética
son cada vez más cuidados por las hermandades,
y tanto por parte de la Agrupación como por
cada una de la cofradías, se está haciendo un gran
esfuerzo para que nuestra ciudad viva la Semana
Santa como un magnífico acontecimiento, que
partiendo de la fe cristiana, puede movilizar a
tantos miles de personas, bien sean los participantes
en las procesiones, bien sean los meros espectadores
que salen para verlas.
¿Crees que las cofradías se encuentran
en un momento delicado?
No, pero con matices. Hace poco me contaban
que cierto prelado, en un tiempo que ya queda
lejano, estimaba que “a las cofradías había que
ayudarlas a bien morir”, lo cual da idea del momento
que pasaban. Hoy las cofradías han asumido
que sus fines no se centran en una procesión más
o menos pomposa, sino que son mucho más profundos,
con un gran sentido evangélico. Dar culto
a Dios, asistir y formar al hermano y manifestar
públicamente la fe, no son asuntos baladíes. Pero
no debemos bajar la guardia. Las cofradías son un
instrumento, un vehículo muy adecuado con el que
encauzar la religiosidad popular como la llaman
algunos. Sin embargo, la sociedad en la que nos ha
tocado vivir, parece que se aparta de sentimientos
religiosos, y a pesar de acontecimientos tan multitudinarios
como la reciente visita de la Virgen
de la Cabeza, no podemos ni bajar la guardia ni
cesar en nuestro esfuerzo, incluso diría que hemos
de aceptar el hecho de atraer y formar a nuevos
cofrades pensando en el contacto personal y directo
con cada uno de ellos y esperando desgraciadamente
respuestas escasas en número, aunque puedan
darse momentos puntuales más notorios como
cada una de nuestras procesiones. Ello no obstante
no debe desanimarnos, sino concienciarnos para
mantener el sacrificio por conseguir una respuesta
que al menos sea firme y plenamente convencida
del por qué pertenecemos a una hermandad. Por
eso, y como nos decía el fundador de mi cofradía,
¡Adelante y audacia!
Vicente, ¿cómo valoras, la incorporación
de una nueva cofradía como es la hermandad
sacramental de la santa Cena?
66 Boletín Informativo n.º 10
Para un cofrade, especialmente para un cofrade
de Jaén, la incorporación de una nueva hermandad
debe verse siempre de forma muy positiva,
y así es como yo valoro la creación de la cofradía
de la Santa Cena. Creo que los cofrades jiennenses
debemos sentirnos muy afortunados al comprobar
que la Santa Cena es hoy una realidad tangible,
que se está ganando nuestro respeto y gratitud con
todo merecimiento.
Qué crees que va a aportar a nuesra
semana santa.
Considero que ya está aportando varias cosas,
todas ellas muy importantes, y que no sólo se limitan
a los días de Semana Santa. En primer lugar,
el hecho de su existencia, por sí misma, supone que
un nuevo grupo de cristianos, en nuestra ciudad,
se congrega para dar culto a Dios y venerar a su
Santísima Madre, y lo hace con nuestros mismos
objetivos de la oración, la caridad y la formación. A
eso hay que añadir, que lo hacen en una parroquia
y en barrio modernos que hasta la llegada de la
Santa Cena, carecían de un movimiento cofrade
similar, por lo que ese hueco ya se ha llenado. Por
otro lado, recobra la antigua veneración perdida
en Jaén hacia un misterio esencial en la pasión
del Señor como es su última cena y la institución
del sacramento de la eucaristía; ha contribuido
al esplendor del gran Domingo de Ramos con el
que contamos hoy en día; es una voz más en la
Agrupación, un punto de vista más, y otra forma
de trabajar en las cofradías de la que seguir
aprendiendo, y estoy seguro de que sus hermanos
veneran a la Virgen, en su advocación de Caridad,
prestando especial atención a esta faceta de la vida
de una cofradía.
Finalmente, qué destacarías, qué consideras
que hemos podido omitir.
Sólo me queda transmitir mi ánimo a los
hermanos de la Santa Cena, y agradecerles el
privilegio de haber podido tener la ocasión de
expresarme ante ellos.
Juan