08.05.2013 Views

Revista IMAN (4-5) 2011 - Asociacion Aragonesa de Escritores

Revista IMAN (4-5) 2011 - Asociacion Aragonesa de Escritores

Revista IMAN (4-5) 2011 - Asociacion Aragonesa de Escritores

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Algunas reflexiones en torno<br />

a la novela «Imán»<br />

por Francisco Carrasquer Launed<br />

qué trata «Imán», la novela que publicó<br />

Ramón J. Sen<strong>de</strong>r en 1930, hace ahora ¿De<br />

ochenta años? El ámbito temporal abarcado<br />

es el quinquenio entre 1920 y 1925, y en especial las<br />

posiciones <strong>de</strong> la Zona <strong>de</strong> la Comandancia <strong>de</strong> Melilla, pero<br />

el pivote sobre el que gira prácticamente toda la novela<br />

es el famoso «<strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> Annual», en el verano <strong>de</strong><br />

1921. La acción álgida <strong>de</strong> «Imán» se <strong>de</strong>sarrolla en una<br />

posición <strong>de</strong> cobertura <strong>de</strong> Annual, llamada en la novela<br />

R. De modo que el «<strong>de</strong>sastre» se revive un poco al sesgo<br />

<strong>de</strong> su centro <strong>de</strong> gravedad, si bien con las mismas consecuencias<br />

«<strong>de</strong>sastrosas» que si el episodio se hubiera referido<br />

a Annual mismo. Los preparativos <strong>de</strong> la acción culminante<br />

—la <strong>de</strong>fensa y pérdida <strong>de</strong> la posición R—<br />

ocupan las primeras 83 páginas, y el resto, hasta la última<br />

página (272), lo ocupan la retirada, un contraataque<br />

y la vuelta a España <strong>de</strong>l protagonista ya licenciado.<br />

Este —el protagonista, Viance, que, como indica el título,<br />

atrae las <strong>de</strong>sgracias como el imán las limaduras<br />

<strong>de</strong> hierro— es el único hilo ensamblador <strong>de</strong>l relato. La<br />

obra no tiene, por lo <strong>de</strong>más, trama novelesca propiamente<br />

dicha. De ahí que, por la forma, se haya dicho<br />

que es el libro un reportaje o una crónica más que una<br />

novela, lo que no admitimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que<br />

«Imán» no nos enseña un episodio histórico a base <strong>de</strong><br />

datos, sino que nos hace vivir en un mundo único y<br />

convivir con criaturas también únicas, que nos dan una<br />

síntesis <strong>de</strong> humanidad única por añadidura, todo lo<br />

cual es la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la novela, más o menos.<br />

Lo más largo e importante <strong>de</strong>l libro es la huída <strong>de</strong>l<br />

(anti)héroe. Y lo verda<strong>de</strong>ramente épico (si se quiere,<br />

épico <strong>de</strong> signo adverso, pero épico). Ninguna escena<br />

militar se prolonga <strong>de</strong>masiado. De otro modo le sería<br />

imposible al lector aguantar el ritmo <strong>de</strong>lirante <strong>de</strong> las<br />

<strong>de</strong>scripciones «alucinadas» <strong>de</strong> Sen<strong>de</strong>r. Siempre intercala<br />

a tiempo escenas <strong>de</strong> vivac o <strong>de</strong> blocao, diálogos<br />

<strong>de</strong> centinela o <strong>de</strong> cantina, encuentros imprevistos y,<br />

sobre todo, evocaciones <strong>de</strong> Viance con el narrador, Antonio<br />

(nombre con el que se presenta el autor), o sin<br />

él, asociaciones <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y <strong>de</strong> sentimientos e intuiciones<br />

más o menos confusas o explícitas.<br />

En primera persona<br />

La novela está escrita en primera persona, aunque el<br />

autor interviene directamente muy pocas veces como<br />

personaje-narrador. ¿Habría sido mejor que la hubiese<br />

escrito en tercera persona? He aquí un problema técnico<br />

nada fácil <strong>de</strong> resolver a posteriori. Sobre la marcha,<br />

si a uno le da por recordar —caso muy raro, porque<br />

el lector está materialmente metido en el relato—<br />

que no es el autor el que vive la peripecia, se hace inverosímil<br />

que el autor la reproduzca tan <strong>de</strong>talladamente<br />

y sobre todo tan interiorizadamente. Dentro <strong>de</strong> la realidad<br />

expuesta en la novela, el autor es el confi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong>l protagonista y se pue<strong>de</strong> dar por supuesto que va<br />

reconstituyendo todos los pasos <strong>de</strong> éste por habérselos<br />

contado. Pero esta suposición no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser gratuita,<br />

aunque nos venga a las mientes espontáneamente.<br />

La novela empieza <strong>de</strong>scribiendo una marcha y Viance<br />

va en los batallones que vienen a reforzar la posición<br />

en la que ya se encuentra el narrador. El protagonista<br />

entra en escena por las buenas, como quien no quiere<br />

la cosa, sin punto y aparte, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una coma: «Y<br />

casi todos (¿con?) una mirada <strong>de</strong>slustrada, que en<br />

Viance es una lejana y gris mirada <strong>de</strong> estupefacción«.<br />

Con Viance entra ya en acción, a la segunda página, el<br />

contrapunto <strong>de</strong> la obra: la poesía barrida o sofocada<br />

por la realidad, que se cierne tanto en los confines <strong>de</strong>l<br />

recuerdo como en un espejismo en el <strong>de</strong>sierto más<br />

cruel. Pues bien, <strong>de</strong> hecho es una novela en tercera<br />

persona, pero formalmente en primera. Tal vez sea esa<br />

ambigüedad —premeditada o no— un buen artificio<br />

para hacer pasar la reflexión <strong>de</strong> Viance, <strong>de</strong> lo sentido o<br />

intuído muy vaga y balbucientemente, a lo plenamente<br />

expresado.<br />

Muchas veces el autor se da cuenta <strong>de</strong> que su personaje<br />

no pue<strong>de</strong> hablar o pensar como lo está expresando él y<br />

se vale <strong>de</strong> este artificio variamente indicado: «Estas reflexiones<br />

no las resuelve Viance, pero las plantea oscuramente<br />

y quedan iniciadas en la subconsciencia, otra<br />

vez alerta»; «Viance, que no pue<strong>de</strong> hacerse estas reflexiones»;<br />

«Vivimos, —piensa Viance oscuramente— sobre<br />

la paz <strong>de</strong> los muertos». Y ocho líneas más a<strong>de</strong>lante:<br />

17<br />

IMÁN

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!