Dile adiós a tus temores - ReunidosOnLine
Dile adiós a tus temores - ReunidosOnLine
Dile adiós a tus temores - ReunidosOnLine
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
120 Marcos Wítt DILE ADIÓS A TUS TEMORES 121<br />
la playa, espaciados a uno o dos metros el uno del otro. con una pro<br />
fundidad de no más de medio metro, y que al cruzarlos. el piso volvía<br />
a estar nuevamente a nivel. Habíamos cruzado dos o tres de estos «va<br />
lles» lo cual nos hizo sentir bastante confiados al seguir caminando<br />
mar adentro, donde se encontraban las olas buenas y grandes que que<br />
ríamos surfear. De pronto. nos traicionó el piso del mar. Pensando que<br />
habíamos entrado a un «valle» más. mi hermano mayor y yo nos<br />
dimos cuenta, demasiado tarde. de que ya el piso no volvía a su nivel.<br />
En menos de segundos nos encontramos en aguas que nos cubrían el<br />
cuerpo entero mientras el mar rugía a nuestro alrededor con furia.<br />
Cuando supe lo que estaba pasando, me desesperé. A pesar de que<br />
sabía nadar bien. la angustia del momento me hizo tomar una decisión<br />
equivocada: pelear contra la marea, en lugar de ponerme encima y<br />
nadar con la corriente. No duró más que unos cuantos segundos la<br />
pelea contra la marea cuandoempecé a sentir cansancio. La desespera<br />
ción de estar en esa situación tan peligrosa me agotó todavía más y co<br />
mencé a gritar: «Papá, papá... papá... auxilio...» Mi hermano mayor también<br />
gritaba. Cuando mi papá se dio cuenta que teniámos problemas. acu<br />
dió lo más rápido posible a nuestra posición. Comenzó empujándo<br />
nos a los dos. primero a mí y luego a mi hermano. Empujaba a uno y<br />
luego al otro. por turnos. una y otra vez. ComoJerry era más alto que<br />
yo. llegó más prontoa tierra firme y comenzó a caminar hacia la playa.<br />
Sin embargo. yo estaba en peligro. Me había cansado. Estaba más de<br />
sesperado. Golpeaba fuerte contra el agua y mi papá me gritaba que<br />
tratara de levantarme encima del agua y poner mi cuerpocomo «acos<br />
tado» sobre el agua en lugar deseguir tratando de tocar el fondo. como<br />
lo estaba tratando de hacer. Él seguía empujándome y jalándome hacia<br />
la playa. hasta que al fin llegué a piso firme y pudimos salir del agua.<br />
Nunca lo habría logrado sin mi papá.<br />
No puedo describir lo que sentí en el momento en que la mano<br />
de mi papá tocó mi brazo cuando me encontraba en la absoluta deses<br />
peración aquella mañana memorable de mi vida. Fue un toque de es<br />
peranza. Fue un toque de amor. Fue un toque que me día fuerzas.<br />
ánimo y deseos de seguir luchando, a pesar de lo difícil que parecía la<br />
situación. El amor de mi papá espantó el temor que yo estaba sin<br />
tiendo. Literalmente. cuando sentí su mano en mi. pensé: «Ya todo<br />
está bien. Llegó mi papá. Saldremos de ésta». No supe hasta mucho<br />
tiempo después que mi papá había dudado de nuestra situación. La<br />
marea había estado tan fuerte y la contracorriente jalaba de una ma<br />
nera tan bestial que nos arrastraba a los dos con furia determinada.<br />
Muchotiempo después escucharíaa mi papádecir queenel momento<br />
de estarme rescatando. él mismo dudó de nuestra situación. pero que<br />
había decidido que pasara lo que pasara. no me abandonaría por nada.<br />
Cuando le oí decir eso. sentí algo que me conmovió hasta lo más pro<br />
fundo de mi ser: amor. El perfecto amor que echa afuera el temor.<br />
El mundo sería un lugar mucho mejor si abundara esa clase de<br />
amor. Si cada uno de nosotros tuviera el privilegio de experimentar<br />
en carne propia el tipo de amor que me mostró mi papá aquel día<br />
en el Océano Pacífico. el mundo sería más compasivo. más amable.<br />
más seguro.