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MARVIN HARRIS, NUESTRA ESPECIE.pdf - faces

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Picapedrero, carnicero, carroñero, cazador<br />

Los primeros australopitécidos tienen que haber utilizado las piedras de la misma forma<br />

cuando menos que los chimpancés actuales: como proyectiles para repeler a los intrusos y como<br />

martillos para partir nueces. Utilizándolas así se desprenderían de ellas ocasionalmente fragmentos con<br />

bordes lo bastante afilados como para atravesar pieles. Pero estos incidentes se producían en el<br />

contexto de actividades cuya eficacia no podía aumentarse por utilizar instrumentos afilados y,<br />

consiguientemente, no se aprovechaban sus posibilidades. Las lascas afiladas que se creaban por el<br />

rebote de las piedras lanzadas para ahuyentar a buitres y chacales, tenían más posibilidades de ser<br />

reconocidas como formas de cortar pieles duras, y trocear y deshuesar carne. El paso siguiente<br />

consistió en coger una piedra y estrellarla contra el suelo, y después buscar entre los restos las lascas<br />

más afiladas. Al final, se tomaba una piedra en cada mano y se golpeaba con cuidadosa precisión el<br />

borde de una de ellas, utilizando la otra como percutor. La percusión continuada no sólo producía<br />

lascas útiles; además, el propio núcleo del que se desprendían empezaba a adquirir bordes útiles para<br />

cortar y ser utilizado como hacha.<br />

Las primeras herramientas de piedra -las encontradas en Gona y el Omo (Etiopía)- revelan ya<br />

una diestra facilidad para seleccionar los materiales disponibles que mejor valiesen como núcleos y<br />

percutores, y para dar golpes precisos que soltasen lascas afiladas como cuchillas. Las experiencias<br />

llevadas a cabo por arqueólogos que han aprendido por sí mismos a fabricar réplicas de estas primeras<br />

herramientas de piedra demuestran que núcleos y lascas eran igualmente valiosos. Los golpes<br />

percutantes sobre una cara del extremo de un núcleo daban lugar a una gruesa herramienta de corte<br />

[chopping tool] capaz de cortar tendones y nervios y separar articulaciones. Las lascas sirven mejor<br />

para cortar pieles y trocear carne. Los núcleos gruesos sirven para machacar huesos y llegar al tuétano,<br />

y para partir cráneos y llegar a los sesos. Nicholas Toth, de la Universidad de Indiana, ha reproducido<br />

estas sencillas herramientas y las ha utilizado para cortar carne de elefantes y de otros animales<br />

grandes de piel dura. Sin lugar a dudas, los australopitécidos emplearon sus herramientas líticas en<br />

otras ocupaciones aparte de la de cortar carne de animales muertos. Toth descubrió que con un núcleo<br />

grueso se podían cortar las ramas rectas de los árboles y que con lascas pequeñas se podía tallar la<br />

punta de los palos de escarbar y convertirlos en lanzas. Otras lascas servían para raspar la carne, la<br />

grasa y el pelo de las pieles.<br />

Después de empezar a utilizar herramientas, en el modo de vida de los australopitécidos<br />

probablemente resultaba también esencial algún tipo de recipiente. Los análisis de artefactos líticos<br />

encontrados en yacimientos de Tanzania, datados en unos dos millones de años, revelan que hay más<br />

lascas de las que pueden explicar las marcas que aparecen en los núcleos encontrados junto a ellas. Lo<br />

que sugiere que quien picase la piedra transportaba de un lugar de cortar carne a otro una provisión de<br />

lascas fabricadas previamente y quizá un núcleo pequeño y uno o dos percutores. Una bolsita de piel<br />

curtida, sujeta al pecho o al hombro con trozos de nervio, habría constituido un recipiente adecuado.<br />

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