MARVIN HARRIS, NUESTRA ESPECIE.pdf - faces
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indujo a grandes cantidades de personas que hablaban lenguas nativas diferentes a una estrecha<br />
convivencia en islas y costas aisladas, como Haití, Jamaica, Guyana y Hawai. Para hablar unos con<br />
otros, los miembros de estas comunidades políglotas desarrollaron formas de comunicación que se<br />
conocen por la denominación de pidgin. Cuando la diversidad de las lenguas nativas que contribuían a<br />
un pidgin era muy grande y había pocos hablantes de la lengua del dueño de la plantación, el pidgin<br />
constituía un experimento natural de formación de una nueva lengua. La primera generación de<br />
hablantes del pidgin no podía contar con la ayuda de sus padres para que les enseñasen a hablar esta<br />
nueva lengua.<br />
Los padres siempre saben más sobre la lengua de su comunidad que los hijos, pero no en este<br />
caso. Para tener plena competencia lingüística en el pidgin, los niños deben superar con rapidez la<br />
forma deficiente de pidgin que hablan sus padres. Los pidgin de primera generación son lenguas<br />
genuinamente rudimentarias, que pueden ofrecer una idea de las formas de habla anteriores al<br />
despegue. Adolecen de una falta notoria de reglas sobre el orden de las palabras (por ejemplo, sujetoverbo-predicado),<br />
los artículos determinado e indeterminado, que distinguen los nombres específicos<br />
de los no específicos, y los modos normales de distinguir los tiempos. Las frases son cortas y consisten<br />
en su mayor parte en sucesiones sin conexión alguna de verbos y sustantivos. Dereck Bickerton, de la<br />
Universidad de Hawai, proporciona los dos ejemplos siguientes de pidgin hawaiano de primera<br />
generación, que fue desarrollado por hablantes ingleses, japoneses, filipinos, coreanos, portugueses y<br />
hawaianos nativos a finales del siglo XIX:<br />
aena tu macha churen, samawl churen, haus mani pei and too much children, small children,<br />
house money pay.<br />
bilhoa mil no moa hilipino no nating before mill no more Filipino no nothing.<br />
Los pidgin de varias partes del mundo originaron rápidamente unas lenguas nuevas y<br />
completamente satisfactorias: las lenguas criollas. Esto ocurrió en Hawai en el espacio de una<br />
generación, lo que significa que los niños tuvieron que adoptar mientras crecían un conjunto de reglas<br />
gramaticales que sus padres no podían enseñarles y que, por consiguiente, debieron en cierto sentido<br />
haber «inventado» los propios niños. Lo más notable es que la gramática del criollo hawaiano parece<br />
ser prácticamente idéntica a las gramáticas de otros criollos surgidos de los pidgin en una generación,<br />
independientemente de la combinación de lenguas nativas representadas en cada caso. Por ejemplo,<br />
todas cuentan con un orden de palabras básico, en el cual el sujeto viene primero, el verbo después y el<br />
predicado en último lugar; asimismo, tienen reglas definidas para cambiar dicho orden a fin de resaltar<br />
un componente particular de la frase. Por ejemplo, en criollo hawaiano:<br />
Ai si daet wan (I saw that one)<br />
Ai no si daet wan (I didnt't see that one)<br />
O, daet wan al si (Oh, that one I saw).<br />
¿Cómo pudieron los niños que hablaban el pidgin hawaiano convertirlo en tan poco tiempo en<br />
criollo hawaiano? Según Bickerton, lo consiguieron porque el cerebro humano actual contiene un plan<br />
programado biológicamente para la adquisición de lenguas correctas, desde un punto de vista<br />
gramatical. Este programa se activa durante el período de maduración del niño y se desarrolla del<br />
mismo modo que el programa para andar. Los niños no podrían inventar nunca una lengua sin el<br />
influjo de la lengua de sus padres. Pero con una influencia mínima de la conducta lingüística de los<br />
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