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Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas

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olorosa. Nadie sabía de dónde procedía esa pasión suya por las fieras vegetales.<br />

327 se acerca a ella. Vista de cerca, Madre no es muy bella. Tiene el cráneo prolongado hacia<br />

delante, con dos enormes ojos globulosos que parecen mirar a la vez a todas partes. Sus ocelos<br />

infrarrojos están incrustados en medio de la frente, muy juntos. Por el contrario, sus antenas están<br />

exageradamente separadas. Son muy largas, muy ligeras y vibran con cortos temblores que se adivina<br />

que están perfectamente dominados.<br />

Hace ya muchos días que Madre ha salido del gran sueño, y desde entonces no ha cesado de poner.<br />

Su abdomen, diez veces más voluminoso que lo normal, está recorrido por continuos espasmos. En ese<br />

mismo momento, deja ir ocho huevos delgaduchos, de un color gris claro con reflejos nacarados; la<br />

última generación de belokanianos. El futuro, redondo y deslizante, escapa de sus entrañas y rueda por<br />

la estancia, e inmediatamente las nodrizas se hacen cargo de él.<br />

El joven macho reconoce el olor de esos huevos. Son soldados estériles y machos. Aún hace frío y<br />

la glándula productora de «hijas» todavía no se ha activado. En cuanto la meteorología lo permita.<br />

Madre pondrá huevos de cada casta de acuerdo con las necesidades de la Ciudad. Unas obreras irán a<br />

decirle que «faltan moledoras de cereales o artilleras», y Madre pondrá a tenor de lo pedido. También<br />

puede a veces ocurrir que Belo-kiu-kiuni salga de su estancia y vaya a husmear por los corredores.<br />

Tiene las antenas lo suficientemente sensibles como para detectar el menor déficit en el seno de tal o<br />

cual casta. Y completa inmediatamente los efectivos.<br />

Madre da aún a luz cinco unidades y luego se vuelve hacia su visitante. Le toca y le lame. El<br />

contacto con la saliva real siempre es algo extraordinario. Esa saliva no es tan sólo un desinfectante<br />

universal, sino también una auténtica panacea que cura todas las heridas, salvo las del interior de la<br />

cabeza.<br />

Si bien Belo-kiu-kiuni no puede reconocer personalmente a uno solo de sus innumerables hijos,<br />

muestra con este acto salivar que ha identificado sus olores. Éste es suyo.<br />

El diálogo antenar puede iniciarse.<br />

Bien venido al sexo del Nido. Me dejaste, pero no puedes evitar volver.<br />

Frase ritual de una madre a sus hijos. Una vez la ha comunicado, husmea las feromonas de los once<br />

segmentos con una flema que impresiona al joven 327... La reina ya ha comprendido los motivos de su<br />

visita... La primera expedición enviada al Oeste ha sido totalmente aniquilada. En los alrededores del<br />

lugar de la catástrofe había olores de <strong>hormigas</strong> enanas. Probablemente han debido de descubrir un<br />

arma secreta.<br />

Como explorador, ha sido la pata.<br />

En el lugar, ha sido el ojo,<br />

y de regreso es el estímulo nervioso.<br />

Ciertamente. Sólo que el problema es que no consigue estimular el Nido. Sus efluvios no convencen<br />

a nadie. Y él considera que sólo ella, Belo-kiu-kiuni, puede saber cómo conseguir que el mensaje<br />

circule y dar la alerta.<br />

Madre le husmea con redoblada atención. Capta las menores moléculas volátiles de sus<br />

articulaciones y sus patas. Sí, hay huellas de muerte, y también de misterio.. Podría ser la guerra... Y<br />

muy bien pudiera no serlo.<br />

Ella le hace ver que en todo caso no tiene poder político alguno. En el Nido, las decisiones se toman<br />

mediante concertación permanente, a través de la formación de grupos de trabajo dedicados a<br />

proyectos libremente elegidos. Si él no es capaz de generar uno de esos centros nerviosos, o sea de<br />

montar un grupo de trabajo, su experiencia no le servirá de nada a nadie.<br />

La reina no puede ni tan siquiera ayudarle.<br />

El macho 327 insiste. Por una vez que tiene una interlocutora que parece dispuesta a escucharle<br />

hasta el final, emite con todas sus fuerzas sus moléculas más seductoras. En su opinión, esta catástrofe<br />

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