10.05.2013 Views

Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas

Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas

Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

En la televisión aparecía esta vez, en el marco de la serie «Culturas del mundo», un reportaje sobre<br />

las costumbres japonesas.<br />

«Los japoneses, que son un pueblo insular, están acostumbrados a vivir en una autarquía desde hace<br />

siglos. Para ellos, la Humanidad se divide en dos grupos: los japoneses y los demás, extranjeros de<br />

costumbres incomprensibles, los bárbaros, a los que entre ellos llaman Gai jin. Los japoneses siempre<br />

han sido nacionalistas muy puntillosos. Cuando un japonés se instala, por ejemplo, en Europa, queda<br />

automáticamente excluido del grupo. Si vuelve un año más tarde, sus padres, su familia, ya no le<br />

reconocerán como uno de los suyos. Vivir con los Gai jin es impregnarse del espíritu de «los demás»,<br />

es convertirse en Gai jin. Incluso sus amistades de infancia se dirigirán a él como si fuese un turista<br />

cualquiera.<br />

En la pantalla se veían desfilar distintos templos y lugares sagrados de Shinto. La locución siguió:<br />

«Su visión de la vida y de la muerte es distinta de la nuestra. Aquí, la muerte de un individuo no<br />

tiene mucha importancia. Lo que es inquietante es la desaparición de una célula productora. Para<br />

familiarizarse con la muerte, a los japoneses les gusta cultivar el arte de la lucha. Los jóvenes aprenden<br />

el kendo desde la niñez.. »<br />

Dos luchadores aparecieron en el centro de la pantalla, vestidos como antiguos samurais, Sus torsos<br />

estaban cubiertos por negras placas articuladas. Llevaban en la cabeza un casco ovalado adornado con<br />

dos largas plumas al nivel de las orejas. Se lanzaron el uno contra el otro profiriendo un grito de guerra<br />

y luego empezaron a fintar con sus largos sables.<br />

Más imágenes: un hombre sentado sobre sus talones acerca a su vientre con las dos manos un sable<br />

corto.<br />

«El suicidio ritual, Seppuku, es otro elemento característico de la cultura japonesa. Ciertamente nos<br />

resulta difícil comprender este.. »<br />

–¡La televisión, siempre la televisión! ¡Embrutece! Nos mete a todos las mismas imágenes en la<br />

cabeza. Y hablan de cualquier cosa. ¿Es que aún no estáis hartos? –exclamó Jonathan, que hacía unas<br />

horas que estaba de regreso.<br />

–Déjale. Le tranquiliza. Desde que el perro murió no se siente muy bien –dijo Lucie<br />

mecánicamente.<br />

Jonathan le acarició la barbilla a su hijo.<br />

–¿No te encuentras bien, muchacho?<br />

–Chssst. Estoy escuchando.<br />

–¡Hombre! ¡Mira cómo nos habla ahora!<br />

–Cómo te habla a ti. Hay que tener en cuenta que le ves muy a menudo. No te sorprendas si está un<br />

poco distante contigo.<br />

–Oye, Nicolás, ¿has conseguido hacer los cuatro triángulos con las cerillas?<br />

–No. Me pone nervioso. Estoy escuchando.<br />

–Bueno, pues si te pone nervioso...<br />

Jonathan, con aire pensativo, empezó a manipular las cerillas que había encima de la mesa.<br />

–¡Lástima! Es algo... instructivo.<br />

Nicolás no le oía; su cerebro estaba absolutamente inmerso en la televisión. Jonathan se dirigió a su<br />

habitación.<br />

–¿Qué haces? –le preguntó Lucie.<br />

–Ya lo ves. Me preparo. Voy a volver.<br />

–¿Cómo? ¡Oh, no!<br />

–No tengo elección.<br />

–Jonathan, dímelo ahora, ¿qué hay allá abajo que tanto te fascina? Después de todo, soy tu mujer.<br />

Él no contestó. Tenía la mirada huidiza, Y seguía con aquel tic tan molesto.<br />

–¿Has matado a las ratas? –le preguntó Lucie.<br />

–Basta con mi presencia. Se mantienen a distancia. Y si no les enseño esto.<br />

44

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!