Monos como Becky.pdf - Virus Editorial

MONOS COMO BECKY
- Alguien voló sobre el nido del cuco (One flew over the
cucko’s nest), Milos Forman (1975),
- Locos de atar (Nessuno o tutti), Bellochio, Agosti, Petraglia
y Rulli (1975),
- Historie de Paul, René Feret (1975),
- Ce gamin là, Victor Rennaud (1975),
- El hombre sin rostro (L’homme sans visage). Georges
Franju (1975),
- Bill, Anthony Page, telefilme (1981),
- Birdy, Alan Parker (1984),
- Máscara (Mask), Peter Bogdanovich (1985),
- Hombre mirando al sudeste, Eliseo Subiela (1986),
- Mi pie izquierdo (My Left Foot), Jim Sheridan (1989),
- Despertares (Awakenings), Penny Marshall (1990),
- Blue Sky, Tony Richardson (1990),
- El Rey Pescador (The Fisher King), Terry Gilliam (1991),
- Mr Jones, Mike Figgis (1991),
- Benny and Joon, Jeremiah S. Chechik (1993),
- ¿Quién ama a Gilber Grape? (What’s eating Gilbert Grape?),
Lasse Hallstrom (1993),
- Ty Cobb, Ron Shelton (1994),
- Nell, Michael Apted (1994),
- La locura del rey Jorge (The madness of king George),
Nicholas Hyner (1994),
- Tom & Viv, Brian Gilbert (1995),
- Las manos de Orlac (Mad Love), Antonia Bird (1995),
- The Eight Day/Le huitieme jour, Jaco van Dormael (1996),
- El otro lado de la vida (Sling Blade), Billy Bob Thornton
(1996),
- Carretera perdida (Lost highway), David Lynch (1996),
- Un mundo a su medida (The Mighty), Peter Chelsom
(1998),
- Lágrimas Negras, Ricardo Franco–Fernando Bauluz (1998),
- Los idiotas (Idioterne), Lars von Trier (1998),
- Bulworth, Warren Beatty (1999),
- Memento, Christopher Nolan (2000).
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2.1. Argumentos cinematográficos
y enfermedades mentales
¿Cuáles son los temas relacionados con el cerebro que más
interesan a los guionistas cinematográficos? El popular
libro The movie list book incluye en su «ranking» de argumentos
cuatro principales: trasplante de cerebro, lavado de
sesos, esquizofrenia y psiquiatría. La mayoría de estos asuntos
incorporan un profesor chiflado o ególatra, que desencadena
la acción en contra de los razonamientos de agentes
del orden público y científicos más sensatos. En Monos
como Becky, Egas Moniz es ese sabio autocomplacido y
omnipresente que jamás muestra debilidad alguna en público
y que reclama el cumplimiento de sus deseos en nombre
de la Ciencia. Pero a su vera se alarga la sombra del estadounidense
Walter Freeman, cuyos hechos suministrarían
anécdotas suficientes como para elaborar otro guión mucho
más sórdido.
De los cuatro argumentos citados más arriba, el trasplante
de cerebros es el que antes despertó el interés de los
cineastas. En una época tan temprana como 1910 el inventor
estadounidense Tomas Alba Edison rodó una película
sobre el personaje de Frankenstein. Sin quitarle el mérito de
haber sido la primera, es la versión que James Whales filmó
en 1931 la más famosa para los espectadores de todo el
mundo. Diecisiete años más tarde, el inexpresivo personaje
de las cicatrices también fue objeto de una comedia en
Abbott y Costello contra los fantasmas. Pero el implante de
cerebros pasó del tratamiento horripilante y humorístico al
inquietante, como en Who is Julia? (1986), donde una
paciente diagnosticada de muerte cerebral recibe una donación
de células grises de otra persona.
Y del trasplante al lavado, un tema recurrente en la cartelera
cinematográfica que se convierte en metáfora del control
institucional y la censura sobre la industria del entretenimiento.
Médicos fríos, tecnócratas sin imaginación y visiona-
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EXPERIENCIA DE UN RODAJE ATÍPICO