Monos como Becky.pdf - Virus Editorial
Monos como Becky.pdf - Virus Editorial
Monos como Becky.pdf - Virus Editorial
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
MONOS COMO BECKY<br />
un psiquiátrico, cómo viven, tenía su sentido. Era hacer<br />
una transposición hasta el día de hoy.<br />
J.: Con otros procedimientos ahora sigue pasando lo<br />
mismo en los psiquiátricos. Y yo notaba parentesco, yo me<br />
entendía con los enfermos, todo funcionaba. A partir del<br />
tercer día estaba claro que podíamos hacer lo que quisiéramos.<br />
Yo propuse quedarme a vivir durante los días del<br />
rodaje, pero no me dejaron.<br />
P.: ¿Las tomas de Malgrat las rodasteis después de las de<br />
Portugal?<br />
J.: No, no, al revés. A Portugal fuimos después, con todo<br />
el trabajo hecho y con las ideas muy claras porque había un<br />
guión. Ya habíamos tenido la experiencia de la realidad<br />
manicomial, y de lo que se trataba a continuación era de<br />
tender pequeñas trampas para ver cómo respondían los<br />
entrevistados. Buscábamos la prepotencia y la jactancia de<br />
los parientes de Egas Moniz; estaba claro que era un personaje,<br />
digamos, odioso en el sentido literal de la palabra,<br />
sin más; era un personaje jactancioso, presumido, presuntuoso,<br />
aventurero de la ciencia. Podría haber matado a todo<br />
el mundo. ¡Y es que no le hubiera importado matar a todo<br />
el mundo con tal de haber conseguido un éxito personal!<br />
—se sulfura Jordá.<br />
«Mi caso era de tesis,<br />
¡coño, era un material cojonudo!»<br />
P.: Uy pero Freeman era… [Ver apartado dedicado al<br />
neurocirujano Walter Freeman].<br />
J.: Freeman era otra cosa, —interrumpe Jordá—, un ser<br />
monotemático, un especialista. Sin embargo, Moniz era el<br />
erudito de los siglos XVIII y XIX trasplantado al XX, el sabio<br />
enciclopédico, el último renacentista que en Europa ya<br />
habría desaparecido <strong>como</strong> personaje pero que en Portugal,<br />
un país con una historia antigua, aún tenía razón de existir.<br />
En Estados Unidos no habría hecho nada. Por otra parte,<br />
···[38]···<br />
Egas Moniz lo abarcaba todo: era político, escritor, coleccionista...<br />
Entendía de todo, pero de forma muy mediocre.<br />
P.: Antes de empezar el rodaje supongo que teníais una<br />
opinión sobre la lobotomía.<br />
J.: Sí, pero estaba más posicionado en contra cuando escribí<br />
el guión de ficción —una obra panfletaria y militante contra<br />
la ciencia— que cuando lo transformé con Nuria en un<br />
documental. Si tras el infarto cerebral me hubiera venido un<br />
Egas Moniz cualquiera y me hubiera dicho: «chico, yo a ti te<br />
pillo, te meto en un quirófano, te abro por aquí, te vacío por<br />
allá y te devuelvo los 20 centímetros de cerebro que te faltan»,<br />
yo me dejo operar. Aunque me hubiera dicho: «hay un 95%<br />
de probabilidades de que te mueras y un 5% de que te cures».<br />
A mí me vinieron muchos curanderos y sabios a ofrecerme<br />
sus servicios y los rechacé a todos ¡porque no me los creí!<br />
P.: Parece que se te rifaban, ¿no?<br />
J.: Es que para los hospitales yo era una fuente de información<br />
magnífica. Podía explicar lo que me pasaba mientras<br />
que la mayoría de personas que sufren un infarto cerebral<br />
no están en situación de comunicar nada. Mi caso era<br />
de tesis, ¡coño, era un material cojonudo!<br />
P.: Nuria, tú que afortunadamente no pasaste por el<br />
trance...<br />
J.: Lo de ella es de nacimiento —interrumpe Joaquín<br />
mientras Nuria se ríe.<br />
N.: Desde los 7 años que estoy dispuesta a que me abran<br />
en canal —asegura con la guasa bailándole en los ojos.<br />
P.: Recapitulemos, Nuria, ¿cuál fue tu primer contacto<br />
con el proyecto de Jordá?<br />
N.: Mi acercamiento a Egas Moniz se inició a través del<br />
guión de ficción que escribieron Joaquín y Javier Maqua. Lo<br />
leí y me pareció muy sugerente, pero me dio en la nariz que<br />
había invenciones de los guionistas. Por ejemplo, no quedaba<br />
claro que hasta los años setenta en Suecia, el país más<br />
civilizado del planeta, la sanidad pública seguía practicando<br />
lobotomías a saco.<br />
···[39]···<br />
EXPERIENCIA DE UN RODAJE ATÍPICO