Monos como Becky.pdf - Virus Editorial
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MONOS COMO BECKY<br />
extraiga el lóbulo frontal derecho o izquierdo. El otro lóbulo<br />
suple las funciones ligadas a la porción del lóbulo extraído.<br />
En todo caso se observan perturbaciones transitorias»<br />
(Egas Moniz, Confidências de um investigador científico).<br />
La intervención no logró una verdadera proyección internacional,<br />
hasta que el neurólogo estadounidense Freeman y<br />
su compatriota, el cirujano Watts, publicaron en 1949 el libro<br />
Psicocirugía, en el que se confesaban deudores de Egas<br />
Moniz y en el que sentaban las bases de la lobotomía. Más<br />
adelante dedicamos una apartado a la figura de Freeman,<br />
auténtico impulsor de la intervención física en el cerebro y<br />
responsable, en buena medida, del desprestigio de la misma<br />
debido a sus métodos heterodoxos.<br />
La leucotomía abrió un debate sobre el tratamiento que<br />
debía ofrecerse a los enfermos. Sus partidarios, con Moniz<br />
a la cabeza, consideraban que era la solución a los males<br />
del interno en el manicomio. Por el contrario, los detractores<br />
creían que la mejora de las condiciones de vida del<br />
enfermo mental sólo sería posible a través de la humanización<br />
del entorno y de las relaciones personales, puesto que<br />
la intervención suponía una alienación de la personalidad.<br />
Unos y otros sólo estaban de acuerdo en que los psiquiátricos,<br />
tal y <strong>como</strong> se conocían hasta entonces, debían cambiar<br />
porque embrutecían al paciente.<br />
El profesor Barahona Fernandes señala, en Egas Moniz,<br />
pioneiro de descobrimientos médicos, que el neurólogo<br />
observó desde un primer momento que la intervención no<br />
era suficiente para curar al individuo. Los efectos secundarios<br />
de la leucotomía consistían en apatía, falta de iniciativa, indiferencia<br />
a las frustraciones y pérdida de personalidad. También<br />
se observaba en los pacientes una despreocupación por<br />
el aseo personal, así <strong>como</strong> una relajación de los esfínteres.<br />
Era necesario que los recién leucotomizados siguieran un reaprendizaje<br />
de conductas y actitudes normales para promover<br />
la rehabilitación, realización personal e inserción social. De<br />
todas formas, Egas Moniz explicaba las recaídas de los leuco-<br />
···[94]···<br />
tomizados, en Confidências de um investigador científico,<br />
(de la siguiente manera):<br />
«[Freeman y Watts] dicen que en las lobotomías frontales<br />
quirúrgicas, un gran número de células nerviosas de<br />
los lóbulos frontales permanecen todavía en conexión con<br />
las células corticales y con las de otras áreas por redes<br />
asociativas. Además estas lobotomías prefrontales raras<br />
veces son completas. Esto es, permanecen enormes cantidades<br />
de células nerviosas, que se cuentan por millones,<br />
indemnes, y las conexiones celulares pueden hacerse por<br />
otros caminos y otras asociaciones.<br />
Las recaídas, a veces bastante tardías, que se verifican<br />
tras las leucotomías prefrontales, tienen para mí la misma<br />
explicación. Nuevos caminos conectivos se forman,<br />
estableciendo, al final, una vía más o menos paralela a la<br />
que primero se organizó y con las mismas características<br />
de relativa firmeza. Volvemos entonces, y de forma similar,<br />
a las mismas ideas enfermas. De todas formas nunca<br />
se presentan con la misma intensidad y vienen disfrazadas<br />
con nuevas características».<br />
Las pretensiones de Egas Moniz eran unas y la realidad<br />
sobre el funcionamiento de los sistemas asistenciales de la<br />
época era otra muy diferente. En la mayoría de los casos se<br />
desentendieron de la vertiente terapéutica y abandonaron<br />
al paciente a su suerte tras someterle a la leucotomía. Los<br />
enfermos no podían llevar una vida normal, pero presentaban<br />
un comportamiento dócil que facilitaba su cuidado en<br />
los manicomios.<br />
A Egas Moniz se le acusó de que su teoría de las conexiones<br />
anormalmente estabilizadas en el cerebro carecía de base<br />
científica, tan sólo se apoyaba en la «iluminación» que tuvo<br />
ante los cambios experimentados por Lucy y <strong>Becky</strong>. Además<br />
quedó demostrado, ya en los años cincuenta, que la cirugía<br />
no mejora la calidad de vida de los esquizofrénicos, porque<br />
sufren un desorden del pensamiento y la leucotomía sólo<br />
altera el estado emocional, no las habilidades cognitivas.<br />
···[95]···<br />
EGAS MONIZ, UN NOBEL POLÉMICO