Preparación para Movilización - Paul-Timothy
Preparación para Movilización - Paul-Timothy
Preparación para Movilización - Paul-Timothy
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
104<br />
<strong>Pre<strong>para</strong>ción</strong> y <strong>Movilización</strong> --Libro 3<br />
© 2000 Patterson y O´Connor<br />
mucho al que murió. Ayúdale a confesarlo a Dios, que perdona y limpia toda<br />
maldad (I de Juan 1.9).<br />
El creyente no debe temer a la muerte. Es cosa fea. Pero Cristo nos<br />
ha quitado su terrible aguijón (Salmo 23.4; Hebreos 2.14-15).<br />
Alfredo Krupp temía a la muerte más que todos los hombres. Este fue<br />
el más famoso fabricante de cañones y armas de guerra. Aunque fabricaba<br />
la muerte, no perdonó a nadie que la mencionó.<br />
Prohibió a sus empleados hablar del<br />
destino de sus productos. Huyó de su<br />
casa cuando murió allí una hermana de su<br />
esposa. Se separó de ella cuando<br />
protestó. Agonizando al fin, ofreció a su<br />
medico millones de dólares <strong>para</strong> alargar<br />
su vida. No llamó al pastor; no pensaba en Dios. Pero los Cristianos viejos<br />
más bien están con deseos de morir y estar con su amado Señor (Fil 1.21).<br />
CONSEJOS PARA CUANDO MUERE UN NIÑO<br />
Una madre sufre mucho cuando muere su niño. Si mira a otro niño<br />
parecido al suyo puede echar a llorar descontroladamente. Esta emoción es<br />
humana.<br />
Pero no deje que ella tema que su niño se haya perdido en el limbo. La<br />
Biblia no habla nada de ningún limbo. Un niño nace con el pecado original<br />
de Adán; pero esta capacidad está dormida. Queda atrás en su cuerpo, que<br />
es enterrado. El niño mismo está con Dios. Jesucristo dijo, acerca de los<br />
niños:<br />
“De los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no<br />
recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en el ” (Lucas 18.16-17).<br />
CONSEJOS PARA CUANDO MUERE UN INCREDULO<br />
No llegue predicando fuertemente toda la teología. Para el muerto ya<br />
no hay nada que podamos hacer. Le encomendamos a la misericordia de<br />
Dios. Pero <strong>para</strong> los vivos hay esperanza (Prov. 14.32).