Preparación para Movilización - Paul-Timothy

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Preparación y Movilización –Libro 3
© 2000 Patterson y O´Connor
1. EL TORO
El toro representa un tipo de
personalidad humana. Algunas
personas son como toros fuertes.
Son firmes. Tienen valor. Son
líderes. No se mueven por
cualquier cosa. Todo esto es
bueno. Pero estas ideas tienen
que ser controladas por Dios (II Cor. 10:5). Si no dejamos que el Espíritu
Santo controle estos pensamientos, llegan a un extremo dañino. Su firmeza
llega a ser terquedad. Su valor se convierte en orgullo. En vez de ser líder,
se hace cacique duro y terco. Como Faraón en la Biblia, se endurece más y
más su corazón.
Cuando alguien se daña por ser muy terco o colérico, debemos
aconsejarle. Debemos platicar despacio con él para ayudarle a entender y
tratar su propio problema. Debemos ayudarle a encontrar la humildad de
Cristo. Debe tomar en cuenta las opiniones de otros; debe estar dispuesto a
compartir las responsabilidades con otras personas.
Si no le aconsejamos bien, sus ideas lo pueden llevar a ser un toro
bravísimo y violento, que amenaza sin razonar. Entonces él necesitará ayuda
profesional. Debemos aconsejarle que consulte con un médico especializado
en enfermedades de la mente.
2. EL BURRO
El burro sigue sin quejas, llevando lo que otros le
cargan. Representa a las personas pacientes que
hacen lo que otros inician.
Otro tipo de personalidad humana es como el
burro. No se apura. Tiene paciencia. Hace lo que le piden, con tal de que otra
persona tome la iniciativa. El burro no inicia nada. Espera hasta mañana para
hacer algo, a menos que alguien lo ponga a trabajar. Hace buen trabajo; es
leal a su patrón y no molesta a nadie.
Este tipo tiene buenas ideas, pero tienen que ser controladas por Dios.
Si no deja que Dios controle su mente, sus pensamientos llegan a un mal fin.
Su manera pasiva se convierte en indiferencia y pereza. No le importa