Preparación para Movilización - Paul-Timothy
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<strong>Pre<strong>para</strong>ción</strong> y <strong>Movilización</strong> –Libro 3<br />
© 2000 Patterson y O´Connor<br />
SOLUCION #1: EL AMOR Y LA DISCIPLINA<br />
Cuando no hay amor, no disciplinan correctamente a los hermanos que<br />
caen en un error. Los castigan y juzgan. Pero debemos dejar que Dios<br />
castigue y juzgue. Cuando hay amor, la disciplina sirve más bien <strong>para</strong><br />
corregir, sin condenar. ¿Cuál es el propósito de la disciplina?<br />
( ) criticar<br />
( ) juzgar<br />
( ) castigar<br />
( ) restaurar (Compruebe su respuesta con Gálatas 6.1.)<br />
Cuando no hay junta de ancianos bien organizada o un pastor bien<br />
vigilante, la iglesia queda débil. Nadie se preocupa por las buenas<br />
relaciones entre los hermanos. Nadie cultiva el amor fraternal.<br />
¿Está reuniéndose regularmente la junta de ancianos en su iglesia?<br />
SI ( ) o NO ( )<br />
¿Presentan atención los ancianos a las necesidades y problemas de<br />
los hermanos de la iglesia? SI ( ) o NO ( )<br />
Si los ancianos no quieren hacer estas cosas, deben elegir a nuevos<br />
ancianos.<br />
Las críticas debilitan el amor . Las críticas traen temor, sospecho y<br />
división. Los ancianos tienen que apagar las críticas. No debemos escuchar<br />
ni repetir críticas. Cuando existe una falta debemos corregirla con amor, sin<br />
juzgar y criticar. Las sectas falsas se dedican a la crítica.<br />
El amor fraternal perdona a los que nos ofenden. ¿Cómo sabemos que<br />
les hemos perdonado? les hemos perdonado cuando dejamos de criticarles.<br />
Es posible que lamentemos lo que han hecho, pero no vamos a guardar<br />
resentimiento. Es decir, les amamos con el mismo amor que tenemos <strong>para</strong><br />
nosotros mismos: siempre uno se perdona a sí mismo sus propias faltas,<br />
aunque la mente lo malo que ha hecho.<br />
Otra prueba de nuestro perdón es que no nos jactamos ni nos ale -<br />
gramos por la maldad de las otras personas. Por ejemplo, supongamos que<br />
Ud. oiga decir que un enemigo ha cometido un horrible crimen. Ud. piensa,<br />
¡Qué horrible!; pero más tarde oye decir que la información fue muy<br />
exagerada, que su enemigo no había hecho todo lo malo que decían antes.<br />
¿Desea Ud. siempre creer el primer informe? ¿Todavía quiere creer lo<br />
más malo? En este caso Ud. desea que su enemigo sea malo; Ud. no le ha<br />
perdonado. ¡Es el odio de Ud. más bien que necesita ser perdonado!<br />
¿Cuál demuestra el verdadero perdón?