Preparación para Movilización - Paul-Timothy

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Preparación y Movilización –Libro 3
© 2000 Patterson y O´Connor
1. Examinarse a sí mismo.
El pastor sabio anima al hermano a tener el valor de reconocer sus
propias faltas. Antes de celebrar la Cena del Señor es necesario
examinarnos y confesar a Dios nuestros
pecados (I Cor. 11:27- 32). A veces un creyente
no puede examinarse honestamente sin tener la
ayuda de un buen consejero. Este le anima a
orar y a examinarse en el espíritu de Salmo 51
(el gran Salmo de confesión).
A veces el creyente no se da cuenta del
peso de las faltas que lleva: resentimientos,
críticas, malos hábitos, etc.
Debe reconocer las faltas para poder corregirlas.
El primer paso, entonces, es examinarse a sí
mismo con valor. Tiene que admitir primero sus
propias faltas. El segundo paso es de confesar a
Dios.
2. Confesar las faltas a Dios.
I Juan 1:8- 10 dice: “Si decimos que no
tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros. Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos
de toda maldad. Si decimos que no hemos
pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra
no está en nosotros.”
3. Olvidarlo
Uno debe estar tranquilo por sus faltas pasadas, ya que están
depositadas a Cristo. Debe poder olvidarlas. Lo pasado ya está bajo la
sangre de Cristo. Debe mirar el futuro mejor.
No es saludable siempre estar examinándose y confesando las mismas
faltas y debilidades. ¡Entreguémoslas de una vez a Cristo! Los tres pasos
para tratar nuestros errores son:
1. E___________
2. C___________
Por la confesión
entregamos nuestras
faltas a Cristo.