Spanish - Seventh Day Adventist Reform Movement

de Dios. Cristo, su roca de escándalo,
les parecerá entonces
una montaña vengadora. La gloria
de su rostro, que es vida para los
justos, será fuego consumidor
para los impíos. Por causa del
amor rechazado, la gracia menospreciada,
el pecador será destruido.”
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CONSTRUYENDO SOBRE LA ARENA
Sobre una roca particularmente
peligrosa fuera de la costa sudoeste
de Inglaterra se levanta el Faro de
Eddystone. La estructura actual es
el cuarto faro en ser construido sobre
ese peligroso punto. El primer
Faro de Eddystone fue construido
en madera entre 1696–1699. Su
diseñador, Henry Winstanley, estaba
tan seguro de su fortaleza que
sólo deseaba estar allí en la tormenta
más feroz que hubiera es-
(Continuación de la pág. 10)
“ ‘Si puedes creer, al que cree
todo es posible’ (Marcos 9:23).
Es la fe la que nos une con el
Cielo y nos imparte fuerza para
luchar con las potestades de las
tinieblas. En Cristo, Dios ha provisto
medios para subyugar todo
rasgo pecaminoso y resistir toda
tentación, por fuerte que sea.
Pero muchos sienten que les falta
la fe, y por lo tanto permanecen
lejos de Cristo. Confíen estas almas
desamparadas e indignas en
la misericordia de su Salvador
compasivo. No se miren a sí mismas,
sino a Cristo.
“El que sanó al enfermo y echó
a los demonios cuando estaba entre
los hombres es hoy el mismo Redentor
poderoso. La fe viene por
la Palabra de Dios. Entonces
aceptemos la promesa: ‘Al que a
mí viene, no le echo fuera’ (Juan
6:37). Arrojémonos a sus pies
clamando: ‘Creo, ayuda mi incredulidad’
(Vers. 24). Nunca pereceremos
mientras hagamos esto,
nunca.” 7
“No hay nada al parecer tan
tallado. Su confianza fue arrastrada
junto con el faro y con su
vida en la gran tormenta que destruyó
ese sitio en el año 1703.
Todo lo que permaneció fue la
roca desnuda.
Al igual que el constructor de
ese faro, muchos construyen sus
esperanzas sobre el fundamento inseguro
de los intereses humanos,
las ambiciones humanas, las ideas
humanas, las invenciones humanas,
las excusas humanas, las ilusiones
humanas. Tales constructores están
escogiendo su propia destrucción.
La advertencia divina a través
del apóstol Juan es muy apropiada
para este tiempo: “No améis al
mundo, ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo,
el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo,
los deseos de la carne, los de-
débil, y no obstante tan invencible,
como el alma que siente su
insignificancia y confía por completo
en los méritos del Salvador.
Mediante la oración, el estudio de
su Palabra y el creer que su presencia
mora en el corazón, el más
débil ser humano puede vincularse
con el Cristo vivo, quien lo tendrá
de la mano y nunca lo soltará.” 8
CONCLUSIÓN
Todos queremos experimentar
el éxito en nuestra vida. En el ajetreado
mundo de hoy, la humanidad
se apresura para tener éxito en
la educación, las finanzas y en la
superación personal. En este ambiente,
es fácil para la juventud
cristiana confundir sus prioridades
y olvidarse de colocar a Dios en
primer lugar. Al desear lo mejor
para sus hijos, los padres pueden
motivar, sin darse cuenta, prioridades
erróneas en la juventud. La
educación y la dirección financiera
cuidadosa son importantes, pero no
son lo primero, ni lo más importante.
No nos olvidemos de que el
seos de los ojos, y la vanagloria de
la vida, no proviene del Padre, sino
del mundo. Y el mundo pasa, y sus
deseos; pero el que hace la voluntad
de Dios permanece para siempre”
(1 Juan 2:15–17).
Querida juventud: Jesús cuenta
con ustedes para ser parte de su
ejército y tomar parte activa en la
extensión de su Palabra, representando
su carácter. ¿Están dispuestos
a responder a su llamado? ¡Qué el
Señor pueda concederles gracia a
fin de darle una respuesta positiva!
Referencias:
1 Los Hechos de los Apóstoles, pág. 142.
2 Ídem., pág. 379.
3 Ídem., pág. 402.
4 Ídem., pág. 52.
5 El Deseado de Todas las Gentes, págs.
548–552.
éxito verdadero es el desarrollo
armonioso de las facultades físicas,
mentales y morales. Jesús
nos dice hoy: “Mas buscad primeramente
el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.”
Que Dios pueda ayudarnos y
guiarnos al estudiar detenidamente
esta Semana de Oración. Consideremos
cuidadosamente nuestras
prioridades y aprendamos a confiar
en Dios en cada acción, transacción
y plan de nuestra vida. Recordemos
siempre las palabras del
Salmo 37:5: “Encomienda a Jehová
tu camino, y confía en él; y él
hará.”
Referencias:
1 El Camino a Cristo, págs. 69, 70.
2 El Ministerio de Curación, pág. 131.
3 The Review and Herald, 17 de agosto de
1897.
4 Obreros Evangélicos, págs. 432, 433.
5 El Hogar Cristiano, págs. 90, 91.
6 Ídem., pág. 325.
7 El Deseado de Todas las Gentes, pág.
396.
8 El Ministerio de Curación, págs. 136,
137.
14 The Reformation Herald, Vol. 49, No. 6