Spanish - Seventh Day Adventist Reform Movement
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un cambio en el carácter, en las<br />
costumbres y ocupaciones.” 3<br />
NACIDOS COMO MISIONEROS<br />
La semana siguiente fue la<br />
más asombrosa que puedo recordar<br />
durante ese período de tiempo.<br />
Mi lenguaje cambió, mis gustos<br />
musicales cambiaron, mis preferencias<br />
alimenticias empezaron a<br />
cambiar, mis amigos cambiaron y<br />
mis opciones de una profesión<br />
comenzaron a asumir un tono diferente.<br />
En lugar de buscar caminos<br />
de ganarme la vida tranquilamente,<br />
empecé a luchar con mis<br />
pensamientos. ¿Debería compartir<br />
el maravilloso plan de la salvación<br />
con las almas perdidas? Fue entonces<br />
que un deseo entró en mi<br />
corazón —prepararme para entrar<br />
en el ministerio.<br />
No puedo evitar de pensar en<br />
la experiencia de la mujer samaritana.<br />
No sabemos los detalles de<br />
la lucha que tenía el día en que se<br />
acercó al pozo de Jacob. Sabemos<br />
que era una marginada de la<br />
sociedad y que había elegido un<br />
momento del día para conseguir<br />
agua cuando probablemente muy<br />
pocas personas irían al pozo.<br />
Probablemente esperaba estar sola<br />
y dejar las conversaciones para<br />
otro día. Ella encontró en Jesús a<br />
alguien que podía satisfacer los<br />
anhelos de su alma pecadora. Llegó<br />
al punto de rendirse y se sintió<br />
animada como nunca antes. Le<br />
fue dada una nueva vida, y fue<br />
elevada de lo terrenal a lo celestial.<br />
Naturalmente, las palabras de<br />
Jesús se cumplieron en su vida:<br />
“Mas el que bebiere del agua que<br />
yo le daré, no tendrá sed jamás;<br />
sino que el agua que yo le daré<br />
será en él una fuente de agua que<br />
salte para vida eterna” (Juan<br />
4:14). La alegría de la salvación<br />
es algo que no puede reprimirse.<br />
Aunque había vivido una vida vergonzosa<br />
durante muchos años, de<br />
repente regresó corriendo a su<br />
pueblo y comenzó a hablar con<br />
todos los que estaban a su alcance.<br />
La timidez y la vergüenza ya<br />
no eran visibles. Todo lo que po-<br />
día pensar o decir era: “Venid,<br />
ved a un hombre que me ha dicho<br />
todo cuanto he hecho. ¿No<br />
será éste el Cristo?” (Juan 4:29).<br />
Como resultado, la ciudad entera<br />
vino a ver a Jesús y hubo una<br />
gran cosecha de almas generada<br />
por la cambiante experiencia en la<br />
vida de aquella mujer.<br />
¿Por qué es que personas tan<br />
tímidas que incluso tienen temor<br />
de mostrarse a la sociedad ante<br />
una sencilla necesidad de la vida<br />
se vuelven de repente portavoces<br />
públicos y revelan sus asuntos<br />
personales a un pueblo entero? Es<br />
debido a una cosa, y solamente a<br />
una cosa. “Cada verdadero discípulo<br />
nace en el reino de Dios<br />
como misionero. El que bebe del<br />
agua viva, llega a ser una fuente<br />
de vida. El que recibe llega a ser<br />
un dador. La gracia de Cristo en<br />
el alma es como un manantial en<br />
el desierto, cuyas aguas surgen<br />
para refrescar a todos, y da a<br />
quienes están por perecer avidez<br />
de beber el agua de la vida.” 4<br />
Ciertamente, la conversión genuina<br />
produce un cambio completo<br />
en nuestra vida. “Aman<br />
ahora las cosas que en un tiempo<br />
aborrecían y aborrecen las cosas<br />
que en otro tiempo amaban. El<br />
que era orgulloso y dominante,<br />
ahora es manso y humilde de corazón.<br />
El que antes era vano y<br />
altanero, ahora es serio y discreto.<br />
El que antes era borracho,<br />
ahora es sobrio y el que era libertino,<br />
puro.” 5 Las inhibiciones<br />
personales son dejadas completamente<br />
atrás y sólo un pensamiento<br />
llena el alma. “Pues me propuse<br />
no saber entre vosotros cosa<br />
alguna sino a Jesucristo, y a éste<br />
crucificado” (1 Corintios 2:2).<br />
“Cristo Jesús lo es todo para nosotros:<br />
el primero, el último, el<br />
mejor en todas las cosas.” 6<br />
Siempre que hablamos de la<br />
asistencia a la escuela misionera<br />
o incluso al hacer cualquier tipo<br />
de obra misionera, muchos, sobre<br />
todo la juventud, me dicen que<br />
son demasiado tímidos para hablar<br />
en público o hablar a otros<br />
personalmente sobre sus convicciones<br />
religiosas. Algunos incluso<br />
dicen que pueden ayudar como<br />
elementos de apoyo pero no necesariamente<br />
hablando a otros individualmente.<br />
Sin embargo, nunca<br />
deja de asombrarme cómo<br />
aquellos mismos jóvenes pierden<br />
toda inhibición cuando se enamoran<br />
y empiezan a hablar acerca<br />
de quien aman. A veces tenìa que<br />
mirar dos veces para asegurarme<br />
si es la misma persona. En realidad<br />
sucede lo mismo en la experiencia<br />
cristiana. Cuando nos<br />
enamoramos verdaderamente de<br />
Jesucristo y lo reconocemos<br />
como un auténtico Salvador del<br />
pecado y de la muerte, todas las<br />
inhibiciones personales se habrán<br />
ido y todo lo que podemos pensar<br />
es hablar a otros sobre nuestro<br />
nuevo amor —Jesucristo.<br />
“Porque ninguno de nosotros<br />
vive para sí” (Romanos 14:7).<br />
UN EJÉRCITO DE JÓVENES<br />
Cuando pienso en el futuro con<br />
todas las variables que contiene,<br />
en realidad no puedo pensar en<br />
nada más maravilloso que ver a<br />
Jesús cara a cara. Ver a Aquel que<br />
hizo posible la salvación —Aquel<br />
que sufrió tan enorme agonía por<br />
un pecador como yo— será una<br />
experiencia maravillosa. Estoy seguro<br />
que a lo largo de la eternidad<br />
nunca olvidaremos el impacto<br />
de aquel momento, cuando vimos<br />
a Jesús por primera vez.<br />
De todas las promesas que<br />
son dadas en la Biblia, la venida<br />
personal y visible de Cristo posee<br />
el lugar más precioso en el<br />
corazón de un creyente. Jesús<br />
dijo: “Y si me fuere y os<br />
preparare lugar, vendré otra vez,<br />
y os tomaré a mí mismo, para<br />
que donde yo estoy, vosotros<br />
también estéis” (Juan 14:3). ¿Esperas<br />
con ansias ese día?<br />
Infelizmente ese día se ha retrasado<br />
mucho. ¿Què està Jesùs<br />
esperando? Jesús dio una profecía<br />
específica acerca de su venida.<br />
“Y será predicado este evangelio<br />
del reino en todo el mundo,<br />
24 The <strong>Reform</strong>ation Herald, Vol. 49, No. 6