Spanish - Seventh Day Adventist Reform Movement
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in duda el sexto día de la<br />
creación fue uno de los<br />
más felices en la tierra.<br />
La creación de nuestro<br />
mundo estaba casi completa. El<br />
primer hombre ya había sido formado<br />
del polvo de la tierra y le<br />
había sido asignado el trabajo de<br />
dar nombres a los animales. “Entonces<br />
Jehová Dios hizo caer sueño<br />
profundo sobre Adán, y mientras<br />
éste dormía, tomó una de<br />
sus costillas, y cerró la carne en<br />
su lugar. Y de la costilla que<br />
Jehová Dios tomó del hombre,<br />
hizo una mujer, y la trajo al hombre”<br />
(Génesis 2:21, 22).<br />
¡Qué compañía —ciertamente<br />
la mujer más bonita de la tierra!<br />
Oh, ¿cómo se sintió Adán cuando<br />
vio a Eva por primera vez? ¡Podemos<br />
imaginarnos cómo se miraron<br />
mutuamente! Adán debe de<br />
haber pensado: “¿De dónde vino<br />
esta criatura? ¿Cómo apareció?”<br />
No sabía explicarlo, pero sabía<br />
que la amaba.<br />
El amor es un don del Cielo el<br />
cual es, en el lenguaje de la Inspiración,<br />
“una planta de origen celestial.”<br />
1 S<br />
Adán reveló la esencia<br />
de este sentimiento en su declara-<br />
Viernes, 12 de diciembre de 2008<br />
¿Preparados<br />
para el<br />
Matrimonio?<br />
ción: “Esto es ahora hueso de mis<br />
huesos y carne de mi carne; ésta<br />
será llamada Varona, porque del<br />
varón fue tomada. Por tanto, dejará<br />
el hombre a su padre y a su<br />
madre, y se unirá a su mujer, y<br />
serán una sola carne” (Vers. 23,<br />
24).<br />
Eva era, por cierto, una parte de<br />
Adán, alguien a quien debía amar<br />
y proteger, y con quien podía compartir<br />
todo lo que había recibido de<br />
la mano de Dios.<br />
Es importante comprender el<br />
amor de Dios a través de esta pequeña<br />
historia. La primera cuestión<br />
a observar es que hasta este punto<br />
en la creación, todo había venido a<br />
la existencia por la palabra de<br />
Dios. El Señor había dicho:<br />
“Haya”, “produzca la tierra” y así<br />
por delante. Pero cuando llegó a la<br />
creación del hombre, Dios usó sus<br />
propias manos. Esto fue algo único<br />
hacia la humanidad; reveló su especial<br />
cuidado por la raza humana<br />
hecha a su propia imagen.<br />
Otro punto importante para<br />
comprender es que la mujer fue<br />
creada de una de las propias costillas<br />
de Adán, evidenciando que<br />
fue tomada de sí mismo —¡de su<br />
Por André Devai<br />
mismo costado! Ésta es la posición<br />
que la mujer debería ocupar<br />
siempre— ni superior ni inferior a<br />
su marido, sino a su lado. Es su<br />
segundo yo.<br />
Luego hay una lección que no<br />
se aplicaba a Adán porque él no<br />
tuvo padre, madre, suegro o suegra<br />
terrenales. Esta instrucción se dio<br />
para la posteridad de Adán: En el<br />
momento del matrimonio es necesario<br />
dejar “a su padre y a su madre.”<br />
Adán no debió preocuparse<br />
por escoger a su compañera. Más<br />
aún, no necesitó preocuparse acerca<br />
de tener edad o la madurez suficiente<br />
para casarse o preguntarse si<br />
podría mantener a su familia. Había<br />
recibido a su esposa directamente<br />
como un don de las manos<br />
de su propio Dios. De esto podemos<br />
ver que ya tenía todos los requisitos<br />
necesarios para casarse:<br />
Comunión con Dios, madurez y<br />
desarrollo físico. Analicemos cada<br />
uno de estos aspectos:<br />
COMUNIÓN CON DIOS<br />
Adán tenía una completa comunión<br />
con Dios y recibía instrucción<br />
directa de Él con respecto<br />
a la administración del<br />
The <strong>Reform</strong>ation Herald, Vol. 49, No. 6 19