Spanish - Seventh Day Adventist Reform Movement
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Tus lágrimas y preocupaciones podrían<br />
no ser importantes para el resto del mundo<br />
pero, si significan algo para ti, son<br />
importantes para Jesús.<br />
Dios nunca prometió que no<br />
pasaríamos en este mundo por el<br />
valle de sombra de muerte, pero<br />
prometió algo bello: Prometió estar<br />
con nosotros en nuestros momentos<br />
más sombríos. ¡Es tan<br />
bueno tener a semejante Amigo,<br />
que realmente te cuida!<br />
¿ERES SU AMIGO?<br />
Hoy la mayoría de nosotros<br />
lleva consigo una agenda con números<br />
de teléfono y direcciones.<br />
Para muchas personas esta guía telefónica<br />
se encuentra en su teléfono<br />
celular, y todos los números de<br />
sus amigos verdaderos están allí.<br />
Dado que llevamos una vida<br />
ajetreada, no llamamos muy a<br />
menudo a nuestros amigos. De<br />
hecho, a algunos casi nunca los<br />
llamamos. Pero siempre nos ingeniamos<br />
para encontrar un tiempo<br />
para nuestro mejor y más íntimo<br />
amigo.<br />
¿Está Jesús en tu agenda?<br />
¿Cuán a menudo hablas con Él? A<br />
los amigos les gusta hablar. Pero<br />
una amistad no se crea de repente;<br />
se vuelve más fuerte cuando hablamos<br />
a menudo y llegamos a<br />
conocer mejor a nuestro amigo.<br />
Nunca sostendrás una amistad<br />
íntima con Jesús si sólo hablas rápidamente<br />
con Él por la mañana y<br />
por la tarde. Una amistad con Jesús<br />
es cimentada al llevarlo dondequiera<br />
que vayas. Él quiere ser<br />
parte de tus experiencias diarias,<br />
quiere estar presente en tus pensamientos,<br />
tus actividades y en<br />
toda conversación y quiere enfrentar<br />
contigo los problemas.<br />
La Biblia habla acerca de orar<br />
sin cesar. En la primera iglesia<br />
a la que asistí había un hermano<br />
que solía hablarnos sobre<br />
una señora que, mientras lavaba<br />
la vajilla, oraba a Dios para que<br />
lave las impurezas de su corazón.<br />
Mientras barría el piso, le<br />
pedía a Dios que barriera la suciedad<br />
de su corazón.<br />
Ésta es la clase de amistad<br />
que Jesús espera de nosotros.<br />
Quiere que hablemos con Él<br />
mientras vamos de compras, manejamos<br />
o realizamos cualquier<br />
otra tarea cotidiana.<br />
¿Estás hablando con Jesús<br />
mientras navegas en Internet?<br />
¿Qué clase de imágenes estás<br />
guardando en tus archivos? ¿Le<br />
has preguntado a Jesús si éstas<br />
son las mejores imágenes que representan<br />
su carácter?<br />
Cuando vas a comprar ropa,<br />
¿llevas a Jesús contigo? ¿Le has<br />
preguntado si ésta es la mejor clase<br />
de ropa que un cristiano como<br />
tú debe vestir?<br />
¿Estás hablando con Jesús<br />
acerca de la música que escuchas?<br />
Él desea que seas feliz; siempre<br />
te ayudará a elegir lo mejor.<br />
Tu Amigo murió por ti —¿estás<br />
dispuesto a vivir para Él?<br />
¿Quieres ser su amigo?<br />
¿CÓMO PUEDO SER SU AMIGO?<br />
Teniendo un puro corazón:<br />
“El que ama la limpieza de corazón,<br />
por la gracia de sus labios<br />
tendrá la amistad del rey” (Proverbios<br />
22:11).<br />
Si mi corazón es puro mis labios<br />
serán puros. Hablaré y responderé<br />
a otros con ternura, incluso<br />
a los de mi familia. Mis relaciones<br />
y todo lo demás será puro;<br />
idolatría, fornicación y adulterio<br />
no existirán en mi vida.<br />
Entregándome y sometiéndome<br />
a Jesús:<br />
“Vosotros sois mis amigos, si<br />
hacéis lo que yo os mando”<br />
(Juan 15:14).<br />
Este versículo es claro: Para<br />
vivir en amistad con Jesús, tenemos<br />
que obedecerle. Al obedecerle,<br />
se producen buenos frutos,<br />
buenas obras y felicidad. Esto es<br />
lo que sucede cuando caminamos<br />
y hablamos con Jesús como nuestro<br />
verdadero Amigo.<br />
Entonces, mis queridos amigos,<br />
si tú y yo queremos ser<br />
amigos de Jesús, debemos seguir<br />
haciendo todo lo que Él nos<br />
ordena —todo el consejo de<br />
Dios (Hechos 20:27)— nada<br />
más, nada menos. Él tiene pleno<br />
derecho y autoridad para<br />
ordenarnos obedecerlo, porque<br />
no es como nuestros amigos<br />
comunes y terrenales. Más<br />
bien, es nuestro Amigo divino,<br />
nuestro Dios y nuestro Rey.<br />
Abrahán fue llamado el amigo<br />
de Dios (Santiago 2:23). A medida<br />
que desarrolló una íntima amistad<br />
con Dios, obedeció a Dios hasta el<br />
punto de no escatimar a su hijo<br />
unigénito Isaac.<br />
Estoy seguro de que Abrahán<br />
no había comprendido completamente<br />
por qué Dios pedía ese sacrificio<br />
de él, pero creyó, confió<br />
en su Amigo, se entregó, se sometió<br />
y obedeció.<br />
Separados del mundo y de<br />
sus pecados:<br />
A menudo nos sentimos avergonzados<br />
y apenados por ser diferentes,<br />
pero si Jesús es nuestro<br />
Amigo seremos inevitablemente<br />
diferentes.<br />
Los amigos que caminan y hablan<br />
con frecuencia se vuelven semejantes;<br />
terminan gustando y<br />
despreciando las mismas cosas.<br />
He visto a muchos matrimonios<br />
que se vuelven tan semejantes<br />
uno al otro incluso en su apariencia<br />
exterior, que empiezan a<br />
parecerse como hermanos.<br />
Lo mismo sucede en nuestra<br />
amistad con Jesús; nos volvemos<br />
muy semejantes a Él y muy diferentes<br />
del mundo.<br />
No podemos ser amigos de<br />
Jesús y del mundo al mismo<br />
30 The <strong>Reform</strong>ation Herald, Vol. 49, No. 6